Dalia es una joven maestra que un día va a un orfanato donde conoce a una hermosa niña de 6 años que roba su corazón con su ternura e inocencia, lo que nunca se imagino fue que esa pequeña e inocente niña fuera hija de un hombre al que nunca creyó q...
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Me despierto y me quedo acostada un rato, esperando, los últimos días mis mañanas han estado muy raras desde sueños muy vividos hasta situaciones que no puedo explicar, y la verdad tener una mañana tranquila es decepcionantemente aburrido, no debería de ser así, es excitante tener algo de ajetreo fuera de lo común.
Supongo que la parte ajetreada del día va a venir más adelante cuando por fin pueda sacar a Perséfone de ese orfanato y que legalmente sea mi hija, estoy nerviosa, no sé cómo vaya a reaccionar a este nuevo cambio, espero que lo tome bien y se adapte rápidamente.
Tengo que ir a mi departamento ahora sí, todo el día de ayer me la pase en el departamento de Lucifer, no es que me esté quejando la verdad disfrute mucho el estar aquí, pero necesito ropa limpia y asegurarme que todo este arreglado para cuando traiga a mi pequeña, quiero que todo sea perfecto.
— Ya despertaste diablilla
— Así es ¿y tú a qué hora te levantaste?
— Temprano — dice simplemente, me fijo en el reloj y veo que marca las ocho de la mañana
— Si que madrugaste
— Tenía que resolver un par de cosas, además hoy es el gran día
— ¿de verdad?
— Claro, hoy todo debe ser perfecto, así que arriba que hay mucho que hacer
— Si señor — contesto como soldado y me levanto
— ¿A dónde crees que vas?
— ¿Qué no dijiste que me tenía que ir a apurar?
— Pero antes tienes que dejar mi beso — dice como si fuera muy obvio y me acerco a besarlo
— ¿ya está contento el señor Lucifer?
— Aun no — y vuelve a besarme — ahora sí, ya puedes irte — me suelta y me alejo, aun no estoy muy lejos cuando me da una nalgada y me volteo a verlo — para que no me olvides
Puse los ojos en blanco, niego con la cabeza y sonrío antes de seguir mi camino hacia el baño.
Cuando por fin estuve lista salí del departamento y me dirigí hacia el ascensor Lucifer me está esperando abajo con el carro listo para llevarme a mi departamento y de ahí a la escuela en donde trabajo, no quiero ni imaginarme el sermón que me va a dar la madre Paty por haber faltado ayer, ya que no puedo evadir las consecuencias de mis actos.
Habían pasado un par de pisos cuando una muchacha se subió al ascensor, me sonríe y se posiciona a mi lado, pasan un par de minutos en la que ninguna dice nada, la verdad yo no soy de las que inicia una conversación con las personas que están en el elevador, así que me sorprendió un poco que esta muchacha quisiera hacer conversación.
