Dalia es una joven maestra que un día va a un orfanato donde conoce a una hermosa niña de 6 años que roba su corazón con su ternura e inocencia, lo que nunca se imagino fue que esa pequeña e inocente niña fuera hija de un hombre al que nunca creyó q...
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Hace más de un día que Dalia esta inconsciente probablemente este así un par de días más... la espada, la espada con la que Lucifer le hizo esas heridas tiene que ver con que aún no despierte ¿Cómo no se me ocurrió antes? Las espadas que portamos los ángeles están hechas especialmente nos permite dañar a nuestro enemigo sin siquiera tocarlo, además de que cada herida hecha que no sea mortal debilita al enemigo de tal forma que podría morir lentamente sin que se dé cuenta.
Podría ser que Lucifer este en posesión de una de nuestras espadas, pero ¿Cómo?
De repente me acuerdo es la espada de Miguel, hace tiempo Miguel perdió su espada jamás la encontramos es demasiado probable que Lucifer la haya robado la mantuvo escondida el tiempo suficiente para que no la pudiéramos encontrar y dejáramos de pensar que él la tenía, fue inteligente tengo que admitirlo, aunque no quiera.
Tengo que darle la medicina a Dalia para contrarrestar los efectos que tiene la espada suponiendo que Lucifer no le agrego alguna otra cosa para hacerla más letal, espero que siga siendo como nuestras espadas.
Le inyecte una dosis de la medicina aún tenía un par de ellas en mi estudio, se supone que con una sola de estas tendría que empezar a mejorar, en cuanto retiro la aguja su pulso se acelera segundos después regresa a la normalidad, en un par de horas sabré si funciono.
— Zafiel
— Araziel ¿Qué paso?
— ya pude contactarme con mi amigo dijo que podría recibirnos hoy
— perfecto ¿en dónde?
— en París
— ir y venir de la forma normal nos tomaría muchas horas, no podemos darnos ese lujo
— ¿Qué propones?
— viajaremos a mi manera, nos vamos en quince
— bien, ¿vas a dejarlas solas?
— ¿acaso crees que estoy loco? Claro que no, le pediré a Haniel que venga y las cuide
— solo decía
No me molesto en contestarle, busco mi teléfono para hablar con Haniel. Al segundo tono me contesta
— ¿Qué paso?
— Araziel pudo contactar a su amigo lo iremos a ver hoy
— ¿estás seguro de que no es una trampa?
— aún no me convence del todo, pero es lo único que tenemos
— ten cuidado, ¿Qué necesitas?
— que las cuides hasta que vuelva, tal vez sean un par de horas tendremos que ir a parís
