"La Verdad..."

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- "¡Tómalo y no me molestes más!" – Dijo Vegeta sacándose el pañuelo y lanzándoselo al chico quien lo agarró.

- "¡Al parecer eres imbécil, bueno qué le haremos!" – Dijo Yamcha tranquilizándose.

Ahora el ambiente estaba peor, se sentía el odio a kilómetros de los muchachos, Vegeta evitaba las miradas acusadoras de Yamcha y lo ignoraba, mientras el otro chico intentaba encontrar una explicación y no la hallaba.

"¡Bulma ¿Tú?, tendré que hablar contigo Bulma, necesito una explicación!" pensó Yamcha mientras seguía limpiando.

Una vez terminada la limpieza, los chicos se fueron del instituto y se dirigieron a sus respectivas casas.

Vegeta llegó agotado, se sentía intranquilo y enojado, apenas llego a su casa se metió a la ducha, le resultaba asqueroso saber que aquel pañuelo se lo había dado el insecto a la peliazul, se sentía repugnante al saber que se lo había puesto en su cuello y que para colmo Bulma lo había utilizado para sanar un poco las quemaduras frotándolo en su cuerpo.

Dio el agua fríade la ducha pero no podía evitar sentirse avergonzado al recordar como su compañero lo había increpado mientras limpiaban, eso daño sin duda su orgullo, por eso no le respondió, solo seria seguir humillándose, pero que le diría a Yamcha, acaso él le contaría toda la historia para después terminar en que ni siquiera sabía lo que sentía por la muchacha.

Lo que quedo de la semana y del resto del mes pasó por lo menos para Bulma Briefs algo extraña y triste, su novio de un momento a otro le había quitado toda la atención que le tenía hace pocos días, y también no era el único un poco cambiado, Vegeta quien se había acercado a ella, por a si decirle a sus pequeñas platicas volvió a hacer el chico que llegó hace unos meses que no le dirigía en lo más mínimo la palabra, no entendía nada de lo que sucedía a su alrededor, pero sospechaba algo aunque no lo quería creer así, se había enterado por Goku acerca de la pelea que había tenido Yamcha con Vegeta el martes en el campo de rugby, cuando comenzaron a golpearse, ella sabía que ellos se llevaban mal hace un tiempo pero nunca pensó que se llevaran tan mal, tenía la breve impresión de que tal vez Yamcha estaba celoso, aunque le parecía estúpido que estuviera celoso de nada más ni nadie menos que Vegeta, se reía sola al pensar aquello, así formuló su hipótesis de que esos celos de Yamcha terminaron por molestar a Vegeta, por eso este ya ni le hablaba; a la vez no le causaba gracia el ser ignorada por los dos muchachos, no le gustaba aquello, aunque a veces intentaba hablar del tema con su novio, él solo la evitaba, en realidad cuando intentaba hablar de cualquier tema o solo se le acercaba él la evitaba, Bulma se sentía sumamente triste por aquel rechazo, quería dejar de sentirse culpable por algo que ni siquiera había hecho, pero cada vez que intentaba hablar con Yamcha este inventaba un pretexto y se marchaba.

Lo único que le alegraba los días era saber que la relación de Goku y Milk había progresado favorablemente, aunque Goku era a veces un poco lento y despreocupado quería mucho a Milk y la cuidaba, la protegía amorosamente, al igual que ella con él, eran la pareja perfecta pensaba la peliazul, además que cada vez que veía a A-18 y Krillin se alegraba de todo corazón al ver a la rubia tan radiante, sin duda aquel embarazo resaltaba sus facciones, y poco a poco su panza crecía, aunque aún no lo suficiente para ser descubierta.

Era jueves y los alumnos escuchaban atentamente la clase de historia de Mr. Roshi, A-18 ya tenía más de tres meses de embarazos y hasta ahora había ocultado a la perfección su actual estado, había aguantado cada vomito que sentía venir, y sus mareos eran disimulados con sus ya conocidos silencios en las conversaciones, pero todo se terminó aquel día, estaba tan cansada que no quería ir al instituto, no tenía ganas ni de levantarse, así que le pidió a su hermano hacer el desayuno, cosa que por poca costumbre A-17 no hacía muy bien. A-18 se sentía más que mareada, aquel menjunje preparado por su hermano al parecer le había caído como bomba en el estómago, en aquel momento todo le daba vueltas y sentía una gran repulsión por todo, sintió como al poco tiempo de empezar la clase de la mañana empezó a sudar, no quiso decirle a Krillin, quien en el último tiempo se había vuelto fastidiosamente sobreprotector con ella, prefirió callar, quiso salir de sus pensamientos y decidió mirar por la ventana que había a su lado, se aburrió enseguida y miró hacia delante, vio a aquel viejecito que impartía la clase, en un momento este se agacho para recoger un plumón que se le cayó dejando entre ver un pequeña porción de su trasero, ahí fue cuando A-18 no aguanto más y vomito ahí mismo, todas la miraban sorprendidos mientras ella solo atinaba a taparse la boca con un pañuelo, Krillin sobresaltado se paró de su silla y se acercó más a ella para contenerla, pero la rubia se paró de su asiento y corrió hacia el baño, abrió la puerta del salón sin decir nada a nadie y salió, Krillin la siguió poco después, mientras Mr. Roshi miraba todo como un espectador ajeno, le parecía extraño aquel suceso, si bien, era normal que quizás pudo comer algo en mal estado que le causo el vomito, pero algo le decía a su instinto que no era aquello, ese "algo" fue provocado por la reacción de la muchacha y de sus amigos, ahí fue cuando su mirada se desvió a el grupo de la última fila con los que la rubia se juntaba, pudo ver expresiones de intriga y pánico, era como si tuvieran miedo de algo.

Un Ultimo AñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora