Capítulo 01

2.5K 140 28
                                    

Jane's POV
Es difícil decir donde comenzó todo, decir como tu estúpida y hasta inocente forma de actuar me enamoraron.

Tu torpe y rizado cabello rubio bien podría ser comparado con un manojo de paja. Tus ojos claros y brillantes bien podrían parecer dos esferas de cristal, mientras que tu tan tierna e inexplicablemente atractiva forma de ver la vida, creer y pensar sólo te hicieron ver como alguien difícil e invaluable ante mí.

Aún puedo recordar ese cálido día de verano cuando ambos tomamos caminos diferentes que nos llevarían a la universidad. Que nos apartarían el uno del otro. Aún recuerdo la esperanza dibujada en tus ojos; la esperanza de que todo iría bien.

—Me siento tan ansioso por comenzar con las clases -comentaste con ilusión, mirando hacia la nada con expectación—. Esta vez no perderé el tiempo, o al menos no tanto. Ya verás que seré un alumno excepcional.

Me quedé callada, no tenía nada que decir. Las palabras se negaban a salir de mi garganta. ¿Cómo a pesar de ser un día tan difícil para los dos no dejabas de sonreír? Egoístamente quería que te sintieras como yo, quería que notaras que nada iba a ser lo mismo.
Yo sentía como si una parte de mí fuera arrebatada, no sólo se iría mi novio, sino también mi confidente, mi mejor amigo, mi gran compañero, el bobo chico que siempre me sacaba una sonrisa.

—Estaremos juntos, aunque la distancia nos separe.

Tu mano enlazada a la mía, esas palabras tan reconfortantes, y la dulzura y seguridad con que las dijiste me hicieron sentir segura, con la fuerza de continuar. Por un momento me hicieron creer que así sería.

—Así será, Zack —respondí, haciendo caso omiso al nudo en mi garganta.
Tendría que ser fuerte.

Con un tierno beso y algunas lágrimas rodando por tus mejillas tomaste aquel maldito autobús que te alejaría de mí, que nos separaría. Controlé mis impulsos de mirar atrás, pues sabía que estarías pegado a la ventana, esperando una última mirada, una de esas que rompe corazones y sólo deja lágrimas; pero no lo haría y no lo hice. Nuestras vidas debían comenzar y no había cabida para lágrimas innecesarias.

De camino a casa tomé el camino más largo. Repetí tus palabras una y mil veces en mi cabeza, como si con eso consiguiera traerte de nuevo a mi lado. Quería convencerme de que estarías conmigo.

Durante esos breves momentos no imaginé todo lo que pasaría, olvidé los problemas que se avecinarían. Olvidé que existía un gran problema, y ese problema era yo.

Lo que hice por ti Where stories live. Discover now