Capítulo 17

432 35 1
                                    

Zack´s POV
Pasaron días desde el incidente con Jane, si es que pudiera llamarse de esa forma. En ese tiempo volví a la universidad, y todos aquellos trabajos y proyectos atrasados me agotaron y obligaron a no pensar más en Jane. Sin embargo, mis pensamientos traicioneros volvían a ella una y otra vez.

Estaba perdido y distraído. Al contrario de lo que podrían pensar los profesores o mis padres, la causa era Jane, la chica que amaba y dudaba de sus sentimientos, no los exámenes o la universidad.

No me molesté en revisar mi celular, actué como un niño y lo apagué durante todo ese tiempo. Temía afrontar la realidad, pero sabía que no podía permanecer así. Tarde o temprano tenía que dar la cara, aunque prefería que fuera más tarde.

En uno de los tantos intentos de Zoé, Logan y Emil por subir mi estado de ánimo, decidieron hacer una noche de amigos, con videojuegos, maratones de películas y pláticas sin sentido.

Ahí estaba yo esa noche, pensando que todo iba mejor, que tenía una gran fortuna por tener a mi lado a chicos tan especiales como ellos, pero de nuevo mis pensamientos fueron a parar en Jane. ¿Cómo estaría ella? ¿Qué hacía? ¿se encontraría bien? Mil y más preguntas me azotaron.

Supe que estaba actuando mal al no querer escuchar ninguna de sus palabras, al evitar hablar con ella, pero ¿Qué podía hacer? El dolor en ese momento era más grande que mi propia racionalidad. Debía afrontar la realidad, lo sabía, pero me aterraba esa idea.

—¡Zack! —El grito de Emil me sacó de todos mis pensamientos—. ¿Te agrada la idea de que sea de chocolate o prefieres otro sabor?

Fruncí el ceño confundido. Mis pensamientos no sólo acababan con mi estado de ánimo, sino que estaban apartándome de la noche que mis amigos habían planeado para mí. Ni siquiera recordaba el momento en el que nos habíamos sentado sobre el suelo.

—No tienes idea de lo que hablamos, ¿cierto, Zack? —Asentí avergonzado ante la pregunta de Zoé—. Pensamos que sería buena idea comer helado. Ya sabes lo que dicen, no hay mejor cura para la tristeza que un helado.

—¿Helado? —Cuestioné con ingenuidad—. Pero es casi media noche.

—Para un corazón en reparación no hay horario —apeló Logan—. Así que sólo responde, ¿quieres de chocolate o prefieres otro sabor?

No supe que responder, así que me limité a asentir. Tenía que esforzarme por estar mejor, después de todo, mis amigos intentaban ayudarme.

Me mantuve callado y jugueteando con mis dedos sobre el piso, mientras ellos decidían quienes saldrían por el helado en una misión casi imposible dada la hora. Yo no iría, en cualquier otro momento hubiese sido el primero en desear salir, pero no ese no era el día.

Observé cuando Logan y Emil salieron, dejándome solo con Zoé, era lógico que fueran ellos dos quienes salieran.

El silencio siempre me pareció incomodo, y esa no era la excepción. Quería hablar, pero ni siquiera podía formular una buena frase para iniciar una conversación. Al mirarnos no pudimos más que sonreír ligeramente, era claro que ninguno sabía qué hacer o decir.

No fue hasta ese momento cuando me di cuenta de que uno de mis amigos había puesto música. ¿Qué tan distraído debía estar?

No fue difícil identificar aquella melodía, no después de que Emil la repitiera noche tras noche tras la separación con su ex novia.

No quiero estar solo esta noche. Es claro que no te he superado. Continúo pensando en las cosas que haces. Mira lo que me hiciste hacer…

Si soy sincero, nunca presté atención a aquella letra, hasta esa noche. Sentí como si varias de las palabras encajaran con el momento en el que pasaba. Extrañamente me sentí comprendido.

Lo que hice por ti Where stories live. Discover now