Capítulo 07

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Zack's POV
Los fines de semana eran demasiado aburridos, especialmente cuando Emil y Logan debían marcharse para poder ver a sus padres. No tenía más opción que quedarme solo y aburrido.

Miré mi teléfono sobre la cama. Ese día no había obtenido respuesta de mi bella dama en toda la mañana. Supuse que estaba ocupada con trabajos de la universidad, por lo que preferí no insistir.

Estar lejos de ella sólo hacía que mi deseo de verla aumentara más y más. Era difícil estar lejos de ella, pero era algo con lo que lamentablemente tenía que lidiar.

Si tan sólo nuestras universidades estuvieran más cerca la una de la otra, todo sería diferente. Podría verla cualquier día, sin restricciones de distancias. 

Una loca idea cruzó mi mente. ¡Qué diablos! Estaba enamorado y lo único que quería era verla. Quizá era un tonto demasiado entusiasta, pero no me importaba. Quería verla y estaba dispuesto a viajar un par de horas con tal de estar a su lado.

Tomé mi celular y mochila, y salí de la casa que compartía con mis amigos. Aunque fuera sólo un breve instante, viajaría hasta la ciudad donde estaba mi bella dama para verla. Esa me pareció una idea brillante, y lo era al menos para mí.

Mientras me encontraba de camino para ir y tomar el autobús que me llevaría a con mi bella dama, no dejaba de idealizar su expresión al verme. ¿se alegraría o molestaría? No importaba, sólo imaginaba el grandioso momento en que la vería.

O al menos así fue hasta que mi celular comenzó a sonar. Se trataba de Zoé.

—Hola, Zoé —saludé alegre—. ¿Qué sucede?

—Zack —balbuceó contra el micrófono—, ¿podrías venir a mi casa?  Por favor.

—Zoé, no es un buen momento —. Intenté negarme. No quería que mis planes se arruinaran—. Tengo algo que…

—¡Por favor, Zack! —Su voz suplicante me hizo tambalear—. Te necesito.

Fueron pocos los instantes que dudé sobre mi decisión. Por una parte, estaba el gran deseo de ver a mi bella dama y estar a su lado, y por otra se encontraba Zoé, una amiga que decía necesitarme. ¿Por qué un dilema como ese se me presentaba a mí?

—¿Zack? —Insistió.

—Ahora voy —respondí y cambié mi camino—. Nos vemos en unos minutos.

Al final, la voz nostálgica de Zoé me convenció. “Si puedes ayudar a tus amigos, nunca les falles”, esas eran las palabras que mi madre siempre uso conmigo y mis hermanos. ¿Quién era yo para contradecir a una mujer tan sabia como ella?

Cuando por fin llegué a su casa toqué la puerta apresuradamente. Quería ayudarla, terminar rápido e ir a ver a mi bella dama. No podía fallar en mis planes.

—¡Zack! —Gritaron al unísono las pequeñas hermanas de Zoé, y abalanzaron sobre mí una vez que abrieron la puerta—. ¡Llegaste!

No pude evitar reír. Me recordaban demasiado a mi pequeña hermana aria, la diferencia de 5 a 6 años no se observaba; podrían parecer como gemelas. Ambas eran como una copia en miniatura de Zoé, sólo que, sin los tatuajes falsos ni las perforaciones.

—¿Dónde está Zoé? —Pregunté al instante—. Dijo que necesitaba que viniera.

—Encerrada en su habitación —respondió la más pequeña de ambas, Erin—. No nos deja entrar.

—Esta insoportable —añadió su hermana Marian.

—¿Qué? —¿Por qué si estaba de esa manera me llamó? ¿Acaso quería desquitarse conmigo? —. ¿Qué es lo que le pasa?

Lo que hice por ti Where stories live. Discover now