Te Leo Esta Noche [Kiribaku]

•Tres•

Narra Bakugou

Miré a Kirishima de arriba abajo, la idiota de la mapache sabe lo que hace. Está buenísimo.

—¿Hah? ¿Debería estar celoso? —Sonreí.

La verdad es que sí, pero eso jodería mi orgullo.

No soy nada para reclamar.

Él ni siquiera es mi alma gemela.

[...Antes...]

Iba a entrar a clase cuando vi a Kirishima y Mina estúpidamente cerca.

Se notaba desde hace tiempo que la ojos de mapache quería a Kirishima.

¿Pero él... a ella?

Me detuve en seco, pero reaccioné antes de que alguien me viera parado en medio del pasillo.

¿Soy el único que se estaba tomando las cosas que me decía Kirishima como algo más?

¿Por eso cuando le dije esta mañana que se veía bien no reaccionó de ninguna forma?

¿Le dará asco que un chico lo elogie?

Me senté en mi lugar y miré distraído por la ventana.

Si él es feliz, qué más da.

Nunca sería capaz de hacerlo sonreír como otras u otros.

La parejita entró seguida por Aizawa, la clase dio comienzo.

[...]

En el almuerzo vi que Mina no paraba de mirar a Kirishima indecentemente.

Qué puto asco, si lo hacen que no sea cuando estamos comiendo con más gente, joder.

Miré de reojo a Kirishima, él trataba de ignorarla.

No aguanto más, puto asco.

[...Presente...]

—Ah, no yo solo pensaba... —Se rescó la mejilla.

—No pienses tanto en gilipolleces y céntrate en aprobar matemáticas. —Me levanté de la mesa en la que estaba apoyado y pasé por su lado.— Ya sabes que si suspendes de nuevo te exploto.

—¡Ah Bakugou! ¡Ella no es mí novia, solo me ayudaba con ese tema! —Me agarró fuerte del brazo y frunció el ceño. Su agarre es increíble...

—No me importa lo que seáis o hagáis. —Me solté con fuerza.

—Pero...

—Déjame, Kirishima. —Me soltó y salí del aula.

Vaya idiota es.

Vaya imbécil soy.

Aunque me gusta que tome la iniciativa.

[...]

Las clases acabaron.
Kirishima no paraba de mirarme, y yo no paraba de ignorarlo.

Que haga lo que él quiera, pero no pienso responder a sus provocaciones.

Me tiré en la cama y estiré mis bazos con los ojos cerrados, lo abrí y me sorprendí al ver mi brazo.

Hola, sí sé escribir
Quién eres?

Ponía ocupando todo mi antebrazo.

—¡No me jodas!

Me levanté a por un bolígrafo.

Un momento...