•Diez•

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Paré de besarlo y le quité la camiseta sin esperar más.
Miré su preciosa cara, estaba muy sonrojado.

—No es nada que no haya visto, pero no me canso de ti~. —Susurré para acariciar sus abdominales.

—Calla y no digas tonterías. —Apartó su cara aún más sonrojado, tenía las orejas rojas.

—Estás muy lindo cuando te sonrojas, Suki~

—Qué te calles... —Habló entre suspiros.

De la nada se escuchó un golpe muy fuerte y la puerta de la habitación se abrió.

—BRO, BRO, ¿HAS LEÍDO YA EL NUEVO CAPÍTULO DE HACE UNAS HORAS? COMO NO ESTABAS EN TU HABITACIÓN SUPUSE QUE-

Kaminari entró en la habitación. Sin llamar. Interrumpió de nuevo.

—...

Cuando nos miró se formó un silencio muy incómodo durante unos segundos.

—¿Bakugou es el de abajo?

—SERÁS UN ESTÚPIDO EXTRA IDIOTA DE MIERDA. LLEVAS TODO EL PUTO DÍA INTERRUMPIENDO, NORMAL QUE NADIE TE QUIERA, PUTO PESADO. —Bakugou me apartó de encima con un poco de cuidado y saltó de la cama hacia Denki.

—Bakugou no lo explotes, hay gente durmiendo...

—¡MAL NACIDO VEN AQUÍ, SHINEEEEEE!

Kaminari salió corriendo por el pasillo seguido de Bakugou creando explosiones en sus manos.

—Un momento. Ha salido corriendo. No tenía la camiseta puesta. Y creo que además estaba duro. —Empecé a reírme imaginando la escena.

Kaminari es hombre muerto.

—¿Qué es lo que se supone que haga en este tipo de situación?

Miré la chaqueta que había en la silla y fui a por ella. Me la puse y salí de la habitación cerrando la puerta.

Se escuchaban explosiones fuera del edificio.

—Oh, oh... Aizawa-sensei nos va a matar. —Miré por la gran ventana de la sala común y, efectivamente, se veía la luz de las explosiones de Bakugou.

Me asomé a la puerta.

—¡Suki, ven aquí, no merece la pena matar a alguien, te pueden expulsar!

—¡Ah, bueno, gracias! —Gritó Denki sin más fuerzas para correr.

Bakugou paró en seco y me miró. Entonces extendió su mano hasta Denki, el cual estaba parado unos metros más alla de él, y explotó su palma con una gran potencia.

—¡Suki, no! —Miré con los ojos muy abiertos como Kaminari salía volando.

—Nadie lo va a extrañar. —Dijo pasando por mi lado para entrar de nuevo.

—Vamos a buscarle.

—No quiero.

—Me da igual. —Le agarré la mano y vi que estaba un poco frío.— Toma.— Le di la chaqueta que había cogido antes.

Sonrió y apartó la mirada.

—Está bien.

Nos pasamos buscando a Kaminari como unos quince minutos, hasta que apareció tumbado en el suelo con sus pulgares hacia arriba mirando el cielo.

—Wheeey~ —Movió sus brazos.

—Es estúpido, ¿cómo puedes socializar con un idiota como él? Creo que incluso la pared es más inteligente. —Bakugou lo miró enfadado con los brazos cruzados.

Te Leo Esta Noche [Kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora