Senpai •Kyojuro RengokuxReader• [Libro 1]

Capítulo 5

Momentos antes.

Kyojuro estaba en su oficina a parte revisando unos papeles su semblante es bastante serio ya que casi tiene listos los trámites del divorcio, no le importa dejar la casa y los muebles. Eso no le interesa, en cambio, la custodia por su hija es lo que se está haciendo complicado.

Kyojuro.

Katsumi me quiere dejar sin nada, ella y su hermano quieren la empresa que tantos años le costó a mi familia hacer surgir. No voy a permitir que Muzan Kibutsuji y su hermana la víbora arruinen todo por lo que he trabajado.

A pesar de no hacer lo que amo cuando voy por las noches me mantengo en pie hasta el día en que Senjuro pueda hacerse cargo.

—Veo que estás teniendo un mal día —lo que me faltaba. Solté un gran y sonoro bufido masajeando mis sienes.

— ¿Qué quieres Yune? —Pregunte con una notoria irritación de no querer verla o de algún miembro de su familia.

—Ara ara Kyojuro-sensei... No sabía que... Estabas irritado —paso a la oficina cerrando la puerta con pestillo, comenzó a caminar de aquí para allá hasta querer rodear sus brazos por mis hombros.

—Quieta —dije en un tono duro agarrando sus manos fuertemente antes de que llegase a tocarme, me levanté de la silla aún sin soltarla.

—Me estás lastimando Kyojuro.

—Es sensei para ti —comencé a caminar a la puerta sin hacerle caso a sus chillidos—. Esta es la enésima vez que tengo que rechazarte. Ya te lo dije; no me interesas y nunca me interesaría en ti, ahora fuera -abrí la puerta soltando bruscamente mi agarre, la mire por última cerrando la puerta en su cara sin importarme nada.

—¡Esto no se quedará así! ¡Tu vas a ser mío! —Gritó desde el pasillo sin antes darle una patada a la puerta, suspire totalmente cansado. Yune es la hermana menor de Muzan y Katsumi, siempre me ha tenido ganas pero yo no estoy interesado. Simplemente no puedo, ni siquiera en mis veces de borrachera que termine levantándome con varias prostitutas en hoteles considere llamarla.

No quería repetir eso de nuevo.

(...)

En otro lugar muy cerca del instituto.

Una pelinegra de ojos ciruela, de 28 años aproximadamente camina hecha furia a la oficina de su hermano. Esta mañana le llegaron los papeles de divorcio con los términos de Kyojuro, considero en quemarlos al ver que ya no puede hacer más nada para tener al hombre consigo y se siente increíblemente molesta al no conseguir lo que quiere cuando lo quiere.

Fue hasta el último piso donde se encuentran las oficinas principales de los dueños. La mayor parte de su hermano, luego está la de ella y por último la que corresponde a su hermana menor tras graduarse en unos años más.

— ¡Muzan! —Grito enojada entrando sin permiso alguno a su oficina, interrumpiendo la charla con los dos hombres más fieles a sus convicciones.

Kokushibo y Dōma giraron sobre sus talones observando con más detalle a la menor.

— ¡Ese abogado que me enviaste es una mierda! ¡Tuve que despedirlo está mañana ya que no hizo bien su trabajo! ¡Es un inútil bueno para nada! —Muzan solo la veía con sumo aburrimiento hacer sus rabietas como si fuera adolescente, hizo una seña para que sus colegas se fueran dejándolos solos.

Suspiro.

—Es la última vez que entras a mi oficina de esa manera —se levantó de la silla con una mirada totalmente aterradora logrando que su hermana comenzará a temblar.