Senpai •Kyojuro RengokuxReader• [Libro 1]

Capítulo 11

—¿Cómo está él? —Pregunte a Tamayo-san cuando se acercó a nosotros. Akaza no me ha dejado desde que escucho el disparo. Yushiro entro a la habitación al momento que ella quería jalar el gatillo y cuando lo vio le disparó para salir corriendo después.

Fui una tonta, una verdadera idiota ya que pude haber tratado de quitarle la pistola como en las múltiples veces que me enseñaron en mi entrenamiento pero no lo hice.

—Yushiro está bien, por suerte no toco ningún órgano vital —sonrió pero no pude evitar de sentirme triste—. No tienes que culparte, tu no jalaste el gatillo.

—Pero pude haberla detenido, tenía cómo. Yo... —Me detuve al ver qué mis lágrimas querían salir.

—Querida, no debes pensar que todo lo que está pasando es tu culpa. Puede que los problemas estén desde hace mucho tiempo —asentí sintiendo los brazos de Akaza rodearme en un abrazo, correspondí por un corto momento después me separé.

Tamayo-san se fue dejándonos a nosotros en la sala de espera, el hospital está alerta y ya se le aviso a a policía que seguramente la están buscando ahora mismo.

Sabito, Makomo y Kanae se acercaron a mi abrazándome fuertemente correspondí con una sonrisa pero luego el de hebras de melocotón se quedó viendo Akaza con mala cara.

—¿Qué hace él aquí? —Pregunto con notoria molestia. Makomo miro extrañada la escena y Kanae trataba de hacer que mantuvieran la calma. Los enfermeros y algunas personas que esperaban noticias de sus familiares nos miraban atentamente.

—Soy el padre de su hijo, tengo derecho. —Akaza se poso delante de mi con una actitud amenazante yo solo palmee mi rostro ante la escena que quieren montar.

—¡Tu perdiste ese derecho hace mucho tiempo! —Alzo la voz.

—¡Estoy tratando de recuperarlo!

—Que mal que ya es tarde para eso.

—A ver, ¡¿se pueden calmar los dos?! —Agarre una oreja de cada uno haciendo que queden de mi tamaño—. Este no es lugar para sus discusiones de “hombría” y si no quieren que YO misma los saque del hospital se van a calmar ¿Entendieron? —Les regale una sonrisa macabra con una vena sobresaliendo de mi frente.

—E-Esta bien —dijo Sabito.

—L-Lo que digas —dijo Akaza.

Los solté después de que me dieron esa afirmación, se miraron con odio por última vez antes de que cada uno siguiera su camino. Makomo siguió al de orbes azules, Akaza me dio un beso y me dijo que le despediera de Shiro aaantes de irse a trabajar ya que lo llamaron de último minuto.

—_____________-chan —Mire a la pelinegra que me veía con una sonrisa—, despertó. Él despertó.

Días antes.

Llegamos al tan esperado distrito rojo, bajamos del auto hasta llegar a una gran mansión con muchas puertas corredizas, pasadizos secretos y podría jurar que los pasillos se mueven. Nunca he venido aquí, siempre quise pero papá no me dejaba.