Capítulo 6

1.4K 214 55
                                    

Problemas al límite

Lunes, 25 de febrero.

Chittaphon estaba enojado, totalmente. Dos accionistas se habían negado a firmar contrato con la empresa y solo quedaban tres más por convencer. No era malo, pero sí le molestaba porque se suponía que los cinco deberían haber firmado contrato con ellos. 

Y su enojo incrementó más cuando el café que le había pedido a su secretaria estaba completamente helado y sin sabor.

—¡Soheon! —refunfuñó desde su oficina, haciendo que la chica entrara de manera rápida, mirándolo algo asustada sin saber que había hecho porque su jefe jamás antes le había gritado de tal manera. —El café que trajiste está helado y sin azúcar, ¿qué demonios? tú sabes como me gusta el café. Tráeme uno rápido... por favor. Y dile a Taeyong de diseño gráfico y a Sicheng de animación 3D que vengan a mi oficina, tú los conoces.

La chica se inclinó un poco murmurando un por supuesto, señor y luego casi corrió para salir de allí a cumplir lo que su jefe le había dicho.

Chittaphon con un profundo suspiro se dejó caer en su silla, tapando su rostro entre sus manos mientras movía su pierna insistentemente. No había descansado para nada, solo había dormido un par de horas y luego había vuelto al trabajo y es que estaban en temporada de firmar contratos y prontos a proponer nuevos ideales para los próximos proyectos. Todos en la empresa estaban trabajando como locos, incluso si a mediados de enero habían lanzado un juego.

Su teléfono sonó, sacándolo de todos sus pensamientos, así que con pesadez contestó.

—Chittaphon, ¿con quién hablo? —dijo con voz monótona, sin ninguna emoción. 

—Jefe —escuchó a Taeyong desde el otro lado. —Soheon dijo que me llamabas, ¿es urgente?

—Quería que almorzaramos los tres aquí en mi oficina, tengo muchos papeleos y contratos que firmar, pero no quiero estar solo y pensé que sería buena idea.

—Uh, jefe, de hecho con Sicheng íbamos a llamarte para que fuéramos a comer con Yuta y Yoonoh, Mark y Donghyuck también van —dijo Taeyong, su voz sonando un poco más baja y quizás hasta con pena.

Chittaphon se quedó en silencio, sabiendo que si iba sería el mal tercio entre las tres parejas, también pensó en cuanto trabajo le quedaba por terminar y en como no debería desconcentrarse en cosas como esas, incluso si sus amigos se estaba esforzando para que no estuviera solo y depresivo.

—No, no te preocupes, me quedaré aquí —dijo simplemente, asintiendo con la cabeza hacia su secretaria que acababa de entrar a dejarle su café caliente. —Disfruten del almuerzo, tengo mucho trabajo que hacer. Pondré música y estoy seguro que la hora pasará rápido, de todos modos. 

—Chittaphon... —comenzó Taeyong, hablando con pesar. El tailandés de inmediato conoció el tono de voz de Taeyong, era de esos "no empieces de nuevo, no te tortures". 

—De verdad Tae, no hay problema. Le diré a Soheon que me traiga comida, estaré bien —incluso él sabía que eso era mentira, pero no quería preocupar más a su amigo que ya tanto había hecho por él. 

—Está bien, cualquier cosa me llamas, ¿te espero a la salida para que vayamos a casa?

Casa. Una palabra tan simple pero llena de sentimientos para Chittaphon. Esa casa de la que tanto hablaba Taeyong en plural no era su casa. No lo era, y estaba totalmente seguro de que jamás la sentiría así como tal.

—Te llamaré si pasa cualquier cosa, ahora ve, es hora del almuerzo —luego de que Taeyong tratará de convencerlo unos momentos más, terminó desistiendo y el tailandés solo colgó la llamada. —Que día de mierda —susurró tomando del café, seguidamente lo apartó y se dispuso a leer renovaciones de contrato y a firmar, además de revisar cada nuevo diseño que le enviaban en busca de su aprobación aún si el tema del nuevo lanzamiento no estaba concretado y bien hablado.

Caótico ↬ Johnten ; Norenmin ; Luwoo [NCT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora