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Caminé por las calles desoladas, pensando en cómo haré que Belia y Eir vengan a mi. Mi idea es llamar su atención, aún no se cómo hacerlo pero debo idear algo. Me detengo en un callejón para beber un poco de agua, llevo horas caminando en dirección al Oeste qué fué dónde partieron Belia y Eir.
Mientras descanso un poco pienso en Aika, no entiendo cómo alguien podría hacerle daño, es sólo una niña indefensa. No sé quién puede tenerla, hemos descartado a mi padre pero no sé me ocurre quién puede estar involucrado. Lo único qué sé es qué esa pareja de Hydes tiene algo que ver, de lo contrario nunca hubieran atacado de esa forma a Minho, él sé estaba volviendo un estorbo en sus planes.
Cuándo estoy guardando mi botella de agua para seguir en busca de Belia y Eir escuché un ruido provenir de la parte trasera del callejón y me alarme.
-¿Hay alguien ahí? -Pregunté cauteloso. Es una pregunta tonta, sé qué nadie va a responderme.
» -¿Belia, Eir? -Tal vez me vieron y vinieron a mi.
Él causante de ese sonido sale su escondite y cuándo lo identifiqué mi respiración se corta, era un Warnes como lo llamaron Belia y Eir. Mi corazón late apresurado, él Warnes se queda tieso en su lugar sus ojos negros cómo la noche me observan atentamente, de su boca llena de sangre sale un gruñido aterrador. Se acerca lentamente a mí y mi cuerpo tiembla, Minho siempre estaba para salvarme, era él quién se encargaba de ellos mientras yo me mantenía a salvo. Pero ya no más...
-Es hora de encargarme yo mismo de ustedes. -Murmuré y tomé un palo qué se hallaba a un costado de un contenedor de basura para sostenerlo en mi mano. -Acércate si te atreves maldito Warnes.
Al decir eso viene corriendo hacía mi pero no llega a acercarse cuándo lancé un golpe a su estómago reteniéndolo un momento, no termina de recomponerse cuándo lancé otro golpe a sus piernas y cayó con un sonido seco.
-Ya no les tengo miedo.
Logra levantarse y por último le doy un golpe qué lo hace tambalear hacía atrás, cayó finalmente y quedó inconsciente. No está muerto, veo su respiración desde aquí.
-¡Vaya! Si qué tienes agallas muchacho. -Alguien gritó detrás de mi.
Con mi respiracion agitada debido a mis movimientos, me doy vuelta y me encuentro con dos personas son Eir y Belia, al parecer tanto escándalo hizo qué vinieran.
-Me has sorprendido chico. -Eir dice, Belia se mantiene en silencio.
Suspiré con fastidio, estoy cansado de todo esto, quiero a mi hija conmigo.
-A ustedes los quería ver, sé qué están ayudando a la persona qué tiene a mi hija. Llevenme a mí y dejen a Aika fuera de todo esto. -Espeté enfadado.
-No haremos eso Humano, la niña sé queda con nosotros. -Apreté mis dientes tan fuerte qué llegan a doler. -Pero... Podemos hacer algo, nuestro Jefe quiere qué te llevemos con él.
