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¡AHHHHHHHH! -Grité frustrado como sí fuera el fin del mundo, giré mi cuerpo quedando ahora mi espalda completamente apoyada en el suelo agarrándome la cabeza fuertemente con mis manos y tironeando bruscamente de mis cabellos.
-Oye.. -Habló el hombre que me saco del super. -¿Estás bien? -Lo oí decir pero no le respondí. -Levántate, si te quedas ahí te come- Cállate. -Le interrumpí.
»-Cállate, cállate.. CÁLLATE ¡CÁLLATEE! -Dije una y otra ves alzando la voz volviendo a derramar lágrimas.
-Tranquilo niño. -Dijo seco por mi actitud.
Me levanté y sentí que me iba a caer de nuevo, mi estabilidad no era buena en estos momentos, suspiré y lo miré. -No soy un niño, tengo 21.
-Bueno, se ve como uno. -Lo escuché decir pero decidí ignorarlo nuevamente y bajar mi mirada.
El hombre ve mi estado y se acerca hacía mi apoyando su mano en mi hombro totalmente arrepentido de sus palabras, sabiendo que había perdido a lo qué más amaba.
-Siento.. Lo de su hija -Dijo sincero a lo qué yo sólo asentí sin mirarlo.
Suspiré y conectamos miradas por un segundo y sólo me fui, sin decir nada más, no podía, mi garganta tenía un nudo, quería estar solo, tenía que estarlo, creo.. que me lo merecía.
Agarré mi mochila del suelo y empecé a caminar a pasos lentos, ¿Adónde iba? Ni yo lo sabía, solo quería alejarme, no tenía ánimos y más con la reciente pérdida de mi hija.
No quería ser salvado si no tenía a mi hija en mis brazos para poder escapar juntos de esa catástrofe. Seré un desagradecido, pero qué más da, si de todas formas ya estoy muerto..
En cada largas caminatas que daba, me sentaba en el piso y descansaba un poco, siempre siendo cuidadoso al no acabarme todo el agua.
Ahora era SOBREVIVIR o MORIR.
Que maldita locura, estar en tu casa con tu hija teniendo las pláticas mas bonitas, y que de repente te encuentres corriendo desesperadamente por toda la casa.
El Mundo pasó de la paz al total descontrol en segundos, sin aviso alguno, solo pasó..
Parecía un maldito juego de supervivencia. ¿Qué demonios les pasó a las personas? Mierda. Necesitaba respuestas.
Me encontraba tan exhausto. Tenía muy poca agua, no sabía a dónde iba, solo caminaba y caminaba en un desconocido Mundo.
Sobrevivír. Eso es lo que hacía la humanidad en estos momentos.. Estoy perdido y sólo.. Iré al otro Mundo, aún si tenga que sufrir las consecuencias.
Di un largo suspiro cerrando los ojos por unos momentos, ya seguro y listo, me dirigí a la línea negra que dividía a estos dos Mundos.
La estaba pisando, se sentía raro, era solo una línea pero sentía miedo de todas formas, nunca la había visto, sabía qué existía otro Mundo pero no le daba tanta importancia como otros Humanos, qué estaban locos por venir, ahora me sentía algo nervioso.
