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Minho se dirigió a la salida con los tres guardias tras él, en cuanto se enteró todo el plan de el Jefe llamó nuevamente a Hyunjin para que lo ayude, él era el único en que Minho confiaba, no quería arriesgarse en confiar en otro Hyde, cualquiera podría ser aliado de Baekho tal y como lo eran Eir y Belia.
-¡Minho ya estoy aquí! -Hyunjin llegó a pasos apresurados hacía Minho.
-Muchas gracias por estar aquí de nuevo, prometo que esta vez no será en vano.
-No te preocupes, siempre será un gusto ayudarte. -Minho le dio una sonrisa ladeada y asintió.
Lee reclutó a los guardias y a Hyunjin, formó un círculo para seguidamente contarles su plan. Para comenzar, antes de entrar en la cueva se asegurarían de que no haya nadie por los alrededores, Eir y Belia dijieron que solo ellos ayudaban al Jefe, pero debido a su traición hacía el, ellos no sabían que tan cierto era que sólo Eir y Belia lo ayudaban.
Una vez explicado todo, los guardias toman sus armas y juntos comienzan a volar dirigiéndose una vez más a la cueva donde tenían secuestrado a Jisung. Minho ya había memorizado el camino así que fue fácil llegar.
Cómo habían planeado, antes de entrar se aseguraron de que nadie este merodeando por las afueras de la cueva, tal y como habían dicho Belia y Eir, no había nadie. Se adentraron en la cueva con sigilo y a lo lejos se escuchaban quejidos de dolor, Minho se detuvo algo asustado con el corazón martillando por dentro, en su mente solo estaba que esos quejidos venían de Jisung y podría estar en peligro, comenzó a caminar en esa dirección hasta que alguien lo tomó del brazo.
-¡¿Qué crees que haces?! -Susurró uno de los guardias.
-¿De que hablas? Jisung podría estar en peligro.
Sin esperar respuesta se apresuró a llegar a la habitación, la puerta estaba totalmente destruida, apoyada en el piso, y rota por la mitad, frunció el ceño y luego vio qué la habitación estaba hecha pedazos. Vidrios rotos esparcidos por toda la habitación, gotas de sangre manchando el suelo creando un camino que llevaba a un rincón donde se encontraba él..
El Jefe.. Estaba en el suelo débil y prácticamente sin fuerzas en un rincón, de su espalda caía un charco de sangre en donde estaba la cicatriz de su ala. Éste levantó su mirada hacía arriba y sin poder alcanzar a decir nada cae inconsciente.
-Ponganle las esposas, iré a buscar a Jisung. -Espetó Minho.
Los guardias obedecieron y tomaron la mano del que era su Jefe y lo esposaron en un extremo de la cama, las esposas estaban hechas de un material irrompible para los Hydes, al igual qué estaban hechas las barras de las celdas en las cárceles y las paredes.
Minho buscaba con desesperación a Jisung, en cada lugar que iba Lo único que encontraba era la soledad, descubrió un cuarto donde se encontraban dos Warnes encadenados a una columna, a uno de ellos lo reconoció. Era el padre de Jisung, aún no podía creer cuan enfermo estaba Baekho, ya no era su Jefe, era un simple desconocido.
