Capitulo 5

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                           CAMILA

Una semana después...

Limpiando mi frente, me senté, mirando la última caja de madera que acababa de abrir. Almacenaba la última de las esculturas de Lolo enviadas para la exhibición.

Contuve la respiración cuando retiré suavemente el envase de protección para revelar la única pieza de mármol que simplemente me devastaba cada vez que la veía en una revista o una imagen. Y que una vez volé unos cuantos kilómetros para verla de cerca.

Mientras el embalaje de espuma dio paso lentamente a un suave mármol blanco, las lágrimas llenaron mis ojos. En realidad estaba viéndola en vivo de nuevo. Para serte sincera. En toda su perfección devastadora.

Mientras echaba un vistazo a mi reloj, vi que pasaban quince minutos de la
medianoche. Había estado aquí todo el día, tratando de colocar las esculturas en la posición correcta para que la exhibición fuese fluida.

El tema de la exhibición estaba resultando difícil de diseñar. Sentía que había un patrón, una historia natural para las esculturas, pero todavía tenía que descubrirla. No estaba segura de poder hacerlo sin alguna referencia de la propia artista.

Atrapando un movimiento por el rabillo de mi ojo, vi a Christoph, el guardia de seguridad de noche, haciendo sus rondas.

Poniéndome de pie, Christoph saltó hacia atrás asustado.

—¡Srta. Estrabao, casi me dio un ataque al corazón! No la vi ahí abajo.

—¡Lo siento! —le dije disculpándome—. Estoy tratando sacarle el embalaje a la pieza final para poder posicionarla correctamente mañana. Está hecha de mármol y es muy alta, así que...

Christoph sonrió, y vino a ayudarme. En pocos minutos, removimos la caja de madera y el embalaje. A medida que la escultura fue revelada, ambos retrocedimos, y mi mano voló a mi boca ante la vista.

Esta pieza era perfecta.

Durante un rato, todo lo que pude hacer fue mirar... observar el ángel blanco de doble faz de metro ochenta de alto, con las manos extendidas como si estuviera suplicando. Ella sostenía una pila de cenizas negras en sus palmas. Sabía por mi investigación que lo que estaba viendo era la parte rota del ángel.

Sus alas estaban resquebrajadas y recortadas y su hermoso rostro estaba contorsionado por el dolor... no, agonía.

Su cuerpo estaba curvado hacia adentro, casi como si estuviera luchando para mantenerse erguida. Lo que debería ser un hermoso vestido, estaba desgarrado y roto, manchado con parches de suciedad. Su cabello estaba revuelto y débil, colgando hasta la mitad de la espalda, y la mirada desolada en sus anormalmente ojos grandes... era inquietante.

Rompió mi corazón. Era como si esta escultura tuviera alma, proyectando cada emoción que la artista sintió cuando laboriosamente talló cada curva y la expresión en el rostro del ángel. Podía sentir el dolor desesperante, la tortura interna del ángel roto corriendo a través de mi sangre.

Ninguna imagen que hubiera visto antes le hacía justicia a esta pieza. Ser testigo de ella, realmente, era como recibir un regalo del cielo mismo.

Tomando aliento profundamente, poco a poco moví mis pies y me dirigí hacia el otro lado, donde mis emociones tomaron el control por completo y las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas.

Este ángel era increíblemente hermoso, en completo contraste con su alter ego. El cuerpo de este ángel estaba erguido, voluptuoso y saludable, envuelto en un prístino vestido de estilo romano. Su rostro sereno y sonriente estaba inclinado hacia el cielo, con su cabello largo y espeso cayendo hasta la cintura.

Sweet hope; Camren GiPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora