Legados de Sangre

Sangre Culpable

JACE

Habían pasado casi cuatro semanas desde que me integre al ejército de Valentine, el cual, para ser realistas era más grande cuando llegue, antes de que comenzara a usar la copa. Todo el día había escuchado los gritos de agonía de aquellos que habían tomado de la Copa, pero finalmente decidí salir a la cubierta, tal como lo había pensado, estaba llena de cadáveres.

Camine con cuidado de no pisar a ninguno de los caídos, todos habían llegado a este barco bajo las promesas de mi padre de volverse poderosos y salvar al mundo y ahora más de la mitad de esas mismas personas estaban muertas. Vi a una chica apoyada contra la barandilla, aún tenía los ojos abiertos, pero ya no había un rastro de vida en ellos, lo peor es que ni siquiera aparentaba tener más de dieciséis, me acuclille frente a ella y cerré sus ojos sin poder evitar sentir vergüenza y asco por haber permitido que esto pasara.

Escuche unos pasos acercándose a mí por detrás y asumí que debía ser alguno de los hombres de mi padre que tras perder algún estúpido juego tendría que limpiar toda la cubierta.

-Jace- Me levante de inmediato sobresaltado al reconocer la voz.

-¿Clary? ¿Qué haces aquí? ¿Cómo me encontraste?

-Bueno, tuvo un poco de ayuda- Hope llego corriendo y se posiciono al lado de la pelirroja, miraba constantemente hacia atrás nerviosa por la presencia de un guardia a un par de metros de nosotros.

-vinimos por ti- dijo Clary.

-llegamos por un portal. Vamos.

Mire a Hope confundido, mi hermana no era de las que se arrepienten de sus palabra y apenas hace poco más de dos semanas había estado aquí en una proyección declarando su apoyo a este loca idea de estar con Valentine, además, apenas ayer nos habíamos enviado un par de mensajes de fuego, no había mencionado nada sobre una misión de rescate.

-No puedo- dije

-¿Qué?- Clary me tomo de la manga y dio un pequeño tiron para que caminara con ellas pero no me moví.

-deben irse.

-No nos iremos sin ti. –Repuso Clary.

Mire detrás de ellas. El guardia que había estado en silencio había comenzado a correr directo hacia nosotros, mientras desenfundaba su espada, me apresure a colocarme frente a Hope y Clary.

El hombre me era familiar, era de los nuevos reclutas así que a pesar de ser fuerte, no tenía mucho entrenamiento y fue fácil derribarlo quitándole su arma.

-Clarissa, Hope, queridas- mire en dirección a la voz de Valentine, mi padre caminaba tranquilamente hacia nosotros con dos hombres detrás –sí que son tenaces.

-¡Atrás!- grite colándome de nuevo frente a ellas.

Hope saco una espada serafín, pero a diferencia de que Valentine y yo sosteníamos, la de ella no tenía brillo alguno. Valentine apunto su espada directo a mí y Hope se colocó frente a Clary haciéndose a un lado en la batalla, este duelo me correspondía a mí.

Estas últimas semanas había estado entrenando con mi padre lo que me había permitido comprender mejor su estilo de batalla, pero aun así, cuando arremetió contra mi tuve que usar todas mis fuerzas para desviar su espada, él comenzó a atacarme una y otra vez sin darme oportunidad de regresar los ataques.

Comencé a retroceder, escuche a Hope dirigiendo a Clary hacia atrás para despejar el espacio. Los hombres detrás de Valentine comenzaron a avanzar pero él hizo un leve gesto y ellos se detuvieron. Valentine lanzo una estocada y yo brinque hacia atrás, su espada pasó justo frente a mí y se clavó en las barras de la barandilla, tiró con fuerza para sacarla, pero antes de que pudiera sacarla lo patee en el abdomen, haciendo que retrocediera y perdiera el equilibrio, me apresure a avanzar y sin dudar enterré mi espada en su pecho.