¡Vámonos! (LuzuRex)

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~En Karmaland, 2 meses antes de las elecciones~

-Creo que así voy bien.- Era lo que se decía el peliblanco terminando de acomodar su cabello. No estaba convencido de si su ropa cotidiana sería lo mejor para usar en un día como ese. Pero bueno, no quería perder más tiempo por lo que salió de su casa.

Pasó por la floristería, compró un pequeño ramo de rosas. Eran bellas, de apariencia delicada, pero con unas espinas peligrosas. Eran como el destinatario de aquel ramo.

Durante el camino mandó un mensaje a aquel chico de la máscara de búho que se había ganado su corazón, pero no recibía respuesta. Suspiró pesadamente, era normal que el mayor no respondiera los mensajes de manera rápida, por lo que se decidió a andar por todo el pueblo en su busca.

Narra Willy

Busque y busque por todos lados, pregunte a la gente del pueblo pero nadie me decía nada. Así que pensé en un lugar donde aun no había mirado, y sin más me dirigí allí.

Y acerté, es ese valle entre las colinas de Karmaland estaba la persona que hacía que mi corazón fuera a mil por hora cada vez que lo veía.

Guarde el ramo en la mochila para poder sorprenderle, y una vez guardado me acerque a él.

Todo en mi mente era perfecto, le llevaría a comer a un restaurante, a pasar una tarde de pelis y al final del día declarar mis sentimientos, parecía tan sencillo.

Y cuando estuve a pocos metros de distancia de él me percate de algo que me dejó helado, Fargan estaba llorando.

-¿Fargan?- Hablé al fin acercándome a él e inmediatamente sentí como me abrazaba mientras que apoyaba su cabeza en mi hombro incrementando el llanto.

Lo conocía perfectamente y sabía que lo mejor era no preguntar, esperar que el se animara a contarme lo que pasaba y ayudarle en todo. Y así fue, pasaron unos minutos en los que ninguno se movió para que al final él rompiera el abrazo y empezará a hablar.

-Lo siento... es que estoy sensible.- Decía mientras algunas lágrimas caían por su rostro.

Yo solo me limite a mirarlo, demostrando la preocupación que sentía hacía él en esos instantes.

El decidió darme una respuesta, la cual fue mostrarme su mano derecha, en la cual había un bonito anillo es su dedo anular, anillo del cual nunca antes me había fijado. Y antes de que yo pudiera procesar la información el empezó a hablar.

-Años antes de venir a Karmaland tuve una novia, Dulce se llamaba. Nuestra relación era perfecta, ella era lo mejor que me pasó nunca.- Decía esas palabras con melancolía, mientras que mis sentimientos eran un caos y no sabía si gritar, llorar o callar. Opte por lo último y dejé que hablará. -Es más, estábamos prometidos. Pero las cosas no son tan fáciles siempre y el destino es un hijo de puta. Faltaban 2 semanas para la boda, ella salió a dar un paseo con una de sus amigas. Fue la última vez que yo la vi.- Su voz empezaba a quebrarse, notaba como estaba apunto de volver a llorar. -Nunca me hubiera imaginado que un conductor borracho mataría a la mujer con la que me iba a casar... ¿Por qué tubo que suceder eso? ¿Por qué no podía ser feliz junto a ella?- Y empezó a llorar desconsoladamente, y yo le volví a abrazar mostrándole mi apoyo. -Hoy hace 5 años de eso, y cada día que paso sin ella es más doloroso que el anterior.- En su voz sentía aquel dolor que se genera al perder lo que más amas.

Y allí estábamos, el se aferraba a mi mientras su llanto incrementaba, y yo lo intentaba consolar mientras por dentro mi corazón se había partido, me sentía un desgraciado, iba a declararme el día en el que Dulce murió, me sentía la peor persona de este mundo.

Pasamos un rato así hasta que Fargan, estando más tranquilo me pidió que me fuera, quería paz. Sin dudarlo me fui de allí.

Acabe en las orillas de un río, llorando mientras sentía que me rompía más, si es que eso era posible. Me sentía imbécil, ¿cómo no me dí cuenta antes del anillo? Pero ahora que sabía la historia, estaba seguro de que nada que yo pudiera hacer en mi vida serviría para hacer que Fragan se fijé mínimamente en mi.

-¿Willfred? ¿Por qué  lloras?- Escuche la voz de Luzu detrás mía, intente secar mis lágrimas rápidamente para mirarle. Iba con una caña de pescar en la mano.

-No es nada Luzu...- Intentaba contener el llanto, cosa que lograba pero mi voz sonaba rota.

-Oye, puedes confiar en mí- Dijo sentándose a mi lado mirándome fijamente con preocupación.

-No es nada importante... solo es que algo me tomó por sorpresa y me afectó.- Dije sabiendo que podía fiarme de él, no quería darle detalles pero tampoco que iba a decir la típica de "no me pasa nada".

-Bueno, tranqui Willy, cualquier cosa sabes que estoy para ti- Me sonrió cálidamente, aquella sonrisa que iba repartiendo por el mundo mientras ofrecía su ayuda.

-Gracias Luzu...-

Como no tenía nada que hacer y necesitaba urgentemente algo que me distrajese de lo sucedido me quede a pescar con Luzu, por suerte él llevaba una caña extra en el inventario.

La tarde pasó tranquila, charlamos despreocupadamente.  Yo evitaba el silencio a toda costa, pues no oir ningún ruido me llevaba al recuerdo del de la máscara de búho llorando.

Una vez empezó a anochecer decidimos irnos.

-Espera- Llame su atención mientras le extendía de el ramo de rosas que compre esta mañana.

-Oh, gracias Willfred, pero... ¿por qué me las das?- No sabía como responder aquello.

-Por ayudarme a sentirme mejor esta tarde.- Respondí al final con una leve sonrisa.

-Para eso estamos los amigos.- Sonrió y yo asenti. 

Y ya cada uno se fue a su casa, y ese día me prometí que estaría para Luzu cuando el más necesitará a alguien, pues pese  que él no lo sabía me había salvado en uno de los peores momentos de mi vida.

Y sobre que pasó con Fargan... pues nada. Seguimos siendo amigos, los primeros días tenía que actuar el estar bien a su lado, pero al pasó del tiempo poco a poco esos sentimientos se fueron muriendo. Pudimos otra vez volver a una amistad verdadera, aunque yo era el único que sabía sobre el echo de que fingi ser feliz, fingi estar cómodo, fingi nunca haber estado enamorado, y es lo mejor que pude hacer nunca.

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1102 palabras, el capitulo más largo que he echo hasta ahora, y me siento muy orgullosa de eso.

Chao💫