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3 años después.

~En algún lugar~

Toc, toc...

Al escuchar ese sonido cierto peliblanco de ojos verdes fue abrir la puerta de la casa que compartía con su esposo. Allí se encontro a un chico de ojos morados con el que compartía una amistad de muchos años.

-Siempre puntual Vege.- Dejo entrar al contrario a su hogar.

-Las costumbres no se pierden Willy.- En ese momentos a la sala llegó Luzu.

-Vegetitta, ¿qué te cuentas?- Preguntó el que acababa de entrar a la sala sentándose en el sofá al lado de su pareja, haciendo que el azabache se sentará en un sillón al lado de estos.

- Lo mismo de siempre, yendo de aquí para allá, buscando un lugar donde quedarme.- Después de la guerrilla que marcó la vida de todos él no había tenido un lugar fijo donde quisiera vivir, simplemente creía que no encajaba en ningún lugar.

-Bueno, ya encontrarás donde.- Le animaba el de ojos verdes.

Aunque en el fondo todos sabían que el problema no era que no encontraba un lugar, si no que no había alguien con quien estar.

-Ya, pero dejemos hablar de mi. ¿Vosotros qué tal?- Miro a la parejita, que llevaba un poco más de un año de casados.

-Bastante bien, desde que me casé me considero verdaderamente feliz.- Fue Willy quien contesto.

-Se te nota, antes estabas más amargado.- Bromeó el de ojos morados recibiendo una mirada fulminante de parte del contrario.

-Chicos, tenemos que irnos ya.- Dijo Luzu a la vez que se levantaba, siendo imitado por el resto.

Salieron de la casa y se montaron en el coche que tenía la pareja, Luzu conducía, Willy copiloto y Vegetta detrás.

El camino poco a poco se hizo más apagado. Al principio hablaban y bromeaban un poco, pero a medida que se acercaban a su destino sus ánimos bajaban. Y era normal, volvían a un lugar lleno de recuerdos dolorosos.

Tras unas horas de viaje llegaron a un gran terreno en ruinas que hace un tiempo fue un gran pueblo lleno de vida, esperanza y en el que habitaban  9 amigos.

Bajaron del coche y empezaron a andar hacia una zona donde había varias lápidas. Se sorprendieron al ver alli a un chico pelinaranja del que habían perdido la pista luego de la boda. Este se encontraba frente a una lápida llorando, intentaba acallar el llanto pero le era imposible.

-Lolito...- El castaño se acerco a su amigo sentándose a su lado, abrazó al de la coleta mientras este solo lloraba con más intensidad. El de ojos azules fijo su vista en la lápida que tenía el nombre de Mangel.

Vegetta y Willy miraron la escena mientras sentían un dolor inmenso provocado por la tristeza, decidieron no acercarse aún pues no querían agobiar a Lolito, además de que sabían que Luzu era el mejor para apoyar a la gente.

Ellos se encaminaron a una lápida, estando frente a esta Vegetta habló.

-No puedes imaginar lo mucho que te extrañó... ahora me doy cuenta de que debí de mandar mis miedos a la mierda y decirte lo que sentía.- Y este también rompió en llanto. El peliblanco abrazo a su amigo intentando calmarlo, mientras pequeñas lágrimas recorrían sus ojos. Y es que a cualquiera le rompería el corazón estar frente la lápida de alguien tan divertido, energético y encantador como lo fue Rubius.

La manera en la que Mangel y él se fueron al otro lado estaba relacionada. Mangel luchaba contra en asaltante e iba perdiendo, y ante la amenaza de que acabarán con él Rubius no dudo en entrar a la lucha para intentar salvar a su amigo.

¡Vámonos! (LuzuRex)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن