Capitulo 4

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El rostro de Cesar palideció, el miedo se hizo presente, no sabía que hacer, le había tomado mucho tiempo adaptarse, ser un nuevo Cesar y sin Monse ahí, era fácil hacer lo que antes no había querido, comenzó a dudar frío, ¿Que diablos hacia su hermano ahí?.

- No, no eres él - se negaba a creerlo, seguramente estaba soñando y despertaría pronto.

Lo único que le faltaba para ser Spooky en ese momento eran los dos aretes que tenía, los sacó de si bolsillo derecho, su mano temblaba pero tenía que hacerlo, tomó uno y lo clavó en el lóbulo de su oreja izquierda, sintió la sangre caliente gotear y llenarle la mano, hizo lo mismo con la otra, aguantó el dolor que sentía, hubiese Sido peor saber que Cesar había muerto, y por eso estaba ahí, para evitar eso. Las punzadas en los lóbulos eran insoportables, era el peor dolor que había sentido desde hacía tiempo.
Cesar no podía creerlo, ¿Era su hermano?, ¿Realmente había regresado?, ¿Para qué?.
Era difícil para Oscar volver a ser Spooky, tendría que actuar de nuevo, era frustrante tener que volver a hacerce el chico rudo, en insensible el agresivo, el que podría matarte si tan solo lo mirabas, lo peor de todo ese teatro iba a ser la llegada de Yulia, jamás debió dejar que aceptara ese trabajo, pero era su sueño volver a Freeridge de nuevo, ver el lugar donde creció, se sentía terrible por arrastrarla a esto, ella sabía dónde vivían, iría a buscarlo en cuanto llegara, lo aceptará Spooky o no, tendría que comportarse como un cretino con ella para hacer creer a la pandilla que nunca había cambiado, eso solo traería más tortura a su mente, nunca había podido deshacerse de la culpa de no llevar a César con él, jamás podría superar si por su culpa le sucede algo a Yulia.

- Ahora déjame pasar idiota - le dijo entre dientes a Cesar para pasar por la puerta dándole un empujón con el hombro.
La casa estaba hecha un desastre, el era un cholo pero al menos limpiaba la casa. Caminó directo a su habitación ignorando los gritos de César, entró y cerró la puerta tras él, mañana comenzaría el cambio.

Por fin había comprado su Impala Rojo del 64; el camino era extraño, iba mirando todo, analizando cada detalle y memorizandolo, si algo llegaba a pasar tenía que saber por dónde salir de ese lugar.
Sin pensarlo tanto llegó a la vieja casa de su tío, bajó del auto, sus botas negras no emitían ningún sonido, llevaba puesto un short ajustado que le llegaba a los muslos en conjunto con una camiseta negra con un estampado de Batman, sacó sus del maletero ambas maletas que había arreglado con anticipación, cruzó el porche y llegó a la puerta de la casa, tomó la llave de su bolsillo izquierdo y entró, era una sorpresa que no se hubieran robado nada.
Retiró las sábanas blancas polvorientas de los muebles, después de dos horas y media por fin terminó de arreglar la casa, cambió sus tenis por unos tacones negros y su camiseta por una blusa escotada con estampado floral.
Por fin estaba en casa.

Despertar en aquella casa era nostálgico; doloroso, dejar esos recuerdos atrás y luego regresar de golpe era una tortura. Al menos Cesar había cerrado la boca poco después de que cerró la puerta.

La sangre seca se amontonó en sus orejas y la almohada.
—Auch — dolía más que el día anterior.

Se dirigió al baño, limpió un poco la sangre con agua y luego desinfectó con alcohol maldiciendo por lo bajo, cuando terminó se dió una ducha. Por suerte aún había ropa suya en los cajones, salió, se vistió, y se preparó mentalmente para afrontar los problemas con Cesar.
Abrió la puerta lentamente y no vió a nadie, salió de la habitación cerrando la puerta tras de él, no había dado ni dos pasos cuando Cesar lo Tackleó por un costado tomándolo desprevenido haciendo que cayera al suelo para comenzar a golpearlo, le dió un par de puñetazos en la cara antes de que Spooky pudiera regresarcelos, no quería golpearlo pero si no se defendía lo mataría.

— ¿POR QUÉ REGRESASTE? ¿POR QUÉ? — Cesar se veía tan devastado como él, seguramente había estado llorando.

Con gran dificultad Spooky logró abrazarlo, no pudo soportar más las lágrimas.

— Lo siento César, perdóname por favor — habló con la voz entrecortada.
— Me abandonaste como ellos, todos a quien amo me abandonan — César había comenzado a llorar, se sentaron lentamente en el suelo sin dejar de abrazarse y llorar.
— Lo siento, perdóname, nunca quise dejarte — Se separaron y Spooky lo miró aún llorando.

— ¿A qué volviste?, He llevado las cosas bien solo, tu pandilla ahora es la mía — hizo un gesto con la cabeza, el llanto aún lo lo abandonaba

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— ¿A qué volviste?, He llevado las cosas bien solo, tu pandilla ahora es la mía — hizo un gesto con la cabeza, el llanto aún lo lo abandonaba.
— ¡ESTE NO ERES TÚ! — notó su todo de voz y habló más calmado — esto, — señaló todo con las manos — no eres tú hermano.

Momentos después un poco más calmados se sentaron en la polvorienta sala esperando hablar más tranquilos, Oscar tomó la primera palabra.

— Escucha Cesar, estoy aquí para sacarte, librarte de esto que finges ser, quiero que estudies de nuevo, que seas ese arquitecto que soñabas.
— Dime por qué me dejaste solo, y quizá te crea — en su rostro estaba claro lo mucho que le afectaba él tema
— Siempre fuiste más listo que yo, creí que estarías bien sin mí, creí que no abandonaría tus sueños por mi estupidez.

Cesar se levantó, se acercó a Spooky que imitó su acción y el primero lo abrazó.

— Sabía que no me dejarías solo — hablo de nuevo entre llanto — tú no eres como ellos.

Se separaron, era temprano, así que decidieron que Spooky haría el desayuno, después de prepararlo se sentaron en la mesa frente a frente.

— No será fácil sacarte de aquí sin que te sigan — explicó mientras le daba un bocado a sus chilaquiles, — mi novia trabajara en tu escuela, empieza hoy, ella nos ayudará con todo.
— Tú novia ehh, ¿La chica con la que te casaste? — a Cesar le alegraba estar más calmado, se sentía como antes de que Spooky se fuera.
— No, ella me dejó después de perder al bebé, — habló triste — Se llama Yulia, es mi nuevo comienzo.
— Siento lo de la otra chica — se rascó la nuca nervioso.
— No importa, Yulia trabajara en tu escuela, lo principal es que comiences a ir de nuevo, ¿Entiendes? — Cesar asintió. — Ahora, tienes que presentarme de nuevo como el líder de los santos, lo haremos oficial en una fiesta que programarás para tres días después, ¿Entiendes? — Cesar volvió a asentir.
— ¿Y luego? — dudó.
— Necesitaremos a tus amigos, a todos ellos — aclaró Spooky.

Holaaa, aquí otro capítulo, espero que les guste este capítulo, lamento hacerlos demaciado detallados, es algo que adoro, los detalles.
Quiero aclarar que está historia es de como imagino la temporada 4 de On My Bock, así que hago mi mayor esfuerzo.
Pensaba ponerle un toque de +18 a la historia, comenten si les gustaría.🤗❤️

THE LAST BULLET (En pausa por edición)Onde histórias criam vida. Descubra agora