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Unos días después

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Unos días después...

La arena estaba temblando por los ruidos de la audiencia rugiendo, todos nerviosos y emocionados por el juego. Los grandes Maple Leafs se enfrentaban a su máximo rival los Montreal Canadians. Es algo que siempre se sale de control, jugadores enojados y llenos de testosterona peleando por el triunfo, más cuando se trata de las semifinales de la temporada.

Aunque un Justin enojado en el hielo es algo para temblar y asustarse Justin enojado en la cama es...bueno, sin palabras.

Tengo a mi hijo a un lado justamente en la primera fila donde podemos ver, escuchar y oler todo. Como su padre, Jay Jay esta sintiendo todo el juego a flor de piel, grita, se enoja y festeja como cualquier otra persona aquí. ¿Y yo? Bueno, yo estoy bebiendo de mi café mientras me preocupo por cada golpe que Justin recibe y me hago responsable de que Jay Jay no tire sus palomitas.

Vamos en el último periodo, solo diez minutos en el reloj y la tensión se siente fuerte. El marcador marca tres a tres y todos esperan que cualquiera de los dos equipos tiré un gol.

El árbitro sopla su silbato y todos se reúnen al centro para iniciar un nuevo juego.

Gire a ver la hora, literalmente me voltee un segundo cuando Jay Jay dice "mi papi está en el suelo".

Hice una mueca y revisé si tenía un chicle en mi bolso, "Solamente se resbaló cariño...". Ahí fue cuando voltee y vi a Justin, efectivamente en el suelo pero golpeando a al número 22 del equipo rival. Un tal Weise. Jadeando me levante de mi asiento y con mi mano tapé el rostro de Jay Jay para que no viera la violencia con la que su padre golpeaba al otro tipo.

"Mi papi está peleando" Dijo Jay Jay tratando de ver detrás de mi mano. Gracias a Dios la pelea no duró más de unos minutos pues los dos fueron separados por los árbitros y compañeros, pero aún así Justin seguía gritando y peleando. Lamentablemente logro recibir algunos golpes también. Sin casco y guantes Justin fue acompañado hasta los vestidores, por la experiencia que tenia lo más probable es que lo suspendan del juego pues el fue el quien inició la pelea lamentablemente.

"Oh mierda".

Tomé a Jay Jay de la mano y pidiendo permiso para pasar a las personas que se encontraban sentadas nos dirigimos al pasillo que daba a los vestidores, enseñando nuestros pases al los hombres de seguridad por fin tuvimos acceso a ver a Justin.

Sujete a Jay Jay con una mano y con la otra toque débilmente la puerta solo para llamar la atención, se encontraba completamente solo y no había un alma aquí y no lo habría por los próximos minutos.

Giró a ver quién estaba en la habitación y cuando se dio cuenta que éramos nosotros su semblante completamente cansado, enojado y molesto cambió al instante a uno aliviado.

Dear Justin #6 | JelenaWhere stories live. Discover now