El tesoro de Narnia [Edmund Pevensie]

4. Te presento a mis amigos

Las instrucciones de Aslan fueron muy claras.

"Ir al bosque, buscar a Kayla y traerla de vuelta a Cair Paravel."

Parecía tan fácil pero de igual forma iban preparados con sus armas. Aslan y Caspian las habían guardado en un cuarto secreto del castillo.

Mientras avanzaban, el aire soplaba libremente y sólo se escuchaban las hojas de los árboles moviéndose. De pronto el ambiente se puso frío y un poco tenso. Todos se miraron confundidos.

-¿Qué es eso?- dijo Lucy señalando una bruma negra.

De ella salieron varios soldados con armaduras negras, pero se quedaron quietos y sin atacar. Eso dejó más confundidos a los reyes.

De todos ellos había uno que era diferente. Era un muchacho. No tenía armadura, simplemente vestía como los reyes, una camisa, pantalón, botas y cinturón; todo de color negro.

-Vaya, vaya- dijo el muchacho- Bienvenidos a Narnia majestades- con burla se inclinó para hacer un intento de reverencia.

-¿Quién eres tú?- preguntó Peter

-Me parece que están muy lejos de casa- continuó hablando el muchacho ignorando a Peter.

-Tu rey te ha hecho una pregunta- dijo Caspian

-Thomas, majestad- sonrió con maldad

El viento comenzó a soplar más fuerte y Thomas se dirigió a los soldados.

-Quiero que la maten- les ordenó y luego desapareció.

Los reyes se pusieron en posición de ataque. Delante de ellos apareció la figura de una chica con espada en mano que inició una lucha con los soldados. Algunos de ellos decidieron atacar a los reyes.

-¿Qué está pasando?- gritó Susan

-No podemos acabar con ellos- dijo Lucy confirmando que sus armas no estaban dando el resultado esperado, acabar con el enemigo.

Aún no miraban el rostro de la chica que estaba dando pelea a los soldados porque traía puesta la capucha de su capa.
Pudieron ver como la espada que ella tenía si acabada con su rival.
Los fue eliminando uno por uno y hasta que estuvieron a salvo los reyes se acercaron a la chica.

La guerrera guardó su espada e hizo una reverencia.

-Bienvenidos a Narnia majestades- dijo un poco agitada por la actividad anterior.

-¿Quién eres?- preguntó Peter

La chica no respondió pero alzó su brazo para quitarse la capucha que cubría su rostro. Era de piel morena clara, cabello negro que le llegaba abajo de los hombros, tenía una media coleta, ojos cafés y labios rosados. No era bajita pero tampoco muy alta.

Los hermanos Pevensie la observaban junto con Caspian, al que de nuevo se le llenaron los ojos de lágrimas.

-Kayla- pronunció Caspian y todos lo miraron para luego volver a mirar a la chica.

-Hola Caspian- dijo ella con voz temblorosa.

El telmarino no espero más y se acercó a la chica para abrazarla con fuerza.

-Creí que estabas muerta- dijo Caspian dando por terminado el abrazo.

-No es tan fácil deshacerse de mi- dijo ella limpiando las lágrimas de su rostro- se que sufriste mucho y de verdad lo siento.

-Esta bien, estás aquí y con vida- hizo una pausa- eso es lo que importa.

Los dos sonrieron.

-Ahora ven, te presento a mis amigos- dijo Caspian mientras le tomaba la mano y la acercaba a los Pevensie.

Ella les sonrió.

-Chicos ella es Kayla- la miró- El tesoro de Narnia.