El tesoro de Narnia [Edmund Pevensie]

8. ¿Celoso?

-Peter- todos levantamos la mirada hacia Kayla. -Demos un paseo- era de noche y estabamos sentados frente a una fogata.

Fruncí el ceño y miré a Peter.

-¿Ahora?- preguntó. Kayla sólo le sonrió y se dio vuelta para comenzar el dichoso paseo.

Peter reaccionó cuando se dio cuenta que Kayla avanzaba bastante rápido. De un salto se levantó y comenzó a ajustar su cinturón junto con su espada. Yo sólo atine a soltar un bufido y quejidos.

-¿Celoso?- me preguntó Peter con burla y lo fulmine con la mirada. Pero no le afectó porque soltó una carcajada e inició su marcha para alcanzar a Kayla.

-A veces eres muy obvio Ed- dijo Susan sonriendo.

-No se de que hablas Su- dije tratando de hacerme el desentendido. Pero no funcionó ya que mis hermanas y Caspian rieron. -Cállense- dije.

Después de un rato vimos como Peter y Kayla regresaban. Tengo que admitir que sentí celos, pero por orgullo no lo iba a admitir en voz alta. Peter me dio una sonrisa burlona y yo puse los ojos en blanco.

-Buen paseo Kay- dijo Peter mirándome de reojo, pero no le di el gusto de verme molesto. La miré y ella sólo le dedicó una sonrisa.

Caspian aclaró la garganta y todos lo miramos.

-Cuéntanos sobre Thomas- dijo y Kayla soltó un bufido y asintió.

-Thomas y yo nos conocimos en el campamento de Aslan y nos hicimos buenos amigos. En ocasiones teníamos sexo- dijo algo incómoda.
-La última noche que estuvimos juntos intentó matarme. Pero al no conseguirlo, huyó.

Suspiró.

-Traicionó a Narnia y me traicionó a mí- peinó su cabello con la mano- Los narnianos lo buscaron por varios días pero era obvio que se encontraba con Jadis.

Soltó una risa.

-Cuando mi padre se enteró, decidió mandarme lejos de Narnia y no había regresado hasta ahora.

-Es un idiota- soltó Caspian. Kayla lo miró y sonrió de lado. Luego tomó su bolso y sacó unos broches dorados.

-Me decepcionó mucho- chasqueó con la lengua- pero ya no importa.

Se acercó y comenzó a repartir los broches.

-Pónganlos en sus armas y así podrán acabar con los caballeros negros.

-Gracias- dije cuando me dio el broche, me sonrió.

-No hay de que- dijo y suspiró- es hora de dormir chicos, yo haré guardia.

Sin esperar respuesta se alejó para iniciar su turno.

Habían pasado tres días y el entrenamiento llegaba a su fin. Así que me preparaba para la última pelea.
Vi a Kayla y quedé idiotizado, se veía muy hermosa. Tenía puesto un pantalón café que se ajustaba a su figura, supongo que era una camisa la que traía puesta pero era de su tamaño y un corsé café.

Simplemente bella.

Mi rostro de idiota enamorado cambio. Sentí como mi mandíbula se tensaba y mis manos se cerraban con fuerza.

-No sabes disimular, ¿verdad?- di un salto por la repentina llegada de Caspian.

Suspiré.

-Te gusta- afirmó.

-¿Y eso qué? Es obvio que Peter la quiere para él.

Vi que mi hermano estaba muy cerca de la princesa. Me molesté cuando Caspian soltó una carcajada.