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━━━━━━━━━━━━ CAPÍTULO SEIS ROTTEN TO THE CORE PART TWO ━━━━━━━━━━━━
TUVO QUE REMPLAZAR su corazón con su cerebro. Espero un tiempo mientras mordía su lengua y ahora llevaba una señal de advertencia que decía claramente "aléjese".
Hacia frío en su cabeza, su propio reino, alejando cualquier tipo de buen sentimiento de su mente y ahora llevaba puesta una corona.
Caminaba con elegancia y determinación a través del estacionamiento con una sonrisa de superioridad y sus típicos lentes de sol mientras sostenía su paraguas negro impidiendo que el sol callera sobre ella.
Su mentón levantado provocaba a los demás. Imaginaba cómo sería el ejecutar a todo el pueblo entero de la nada, sentir sus gritos bajo sus colmillos mientras se inclinaban ante ella, su silencio sumiso era su sonido favorito, algún día todos estarán de rodillas ante ella.
Estando a unos pasos de la entrada de la preparatoria Seabrooke con sus sentidos sobrehumanos sintió como unos pasos más pesados la seguían junto con un olor a perro. Giro levemente su cabeza sin detener su caminar encontrándose nada más y nada menos que con Wyatt. Rodó los ojos.
— No, Lobito. — Advirtió. Hoy más que nunca no podía estar cerca de ella.
Era la fiesta vampiro, si tenía un pequeño aroma de los licántropos la lincharían inmediatamente.
— Me recuerdas. — Exclamó él con ironía ignorando su comentario anterior.
— ¿Y?
— Yo... agh — resopló y adelantó su paso hasta meterse en su camino. Era el último intento, lo pensó mejor y lo haría una vez más, si esto funcionaba no ignoraría la imprimación — solo quería saber ¿cómo estás....?
Ella detuvo su paso y se quitó sus lentes para ver mejor al chico de mechón blanco frente a ella con una expresión seria.
— Mal, se me hizo tarde, se agotó la gasolina de mi coche y tuve que parar a poner, por lo qué voy tarde a clase, ah y odio estos zapatos. — Respondió de forma rápida y quiso volver a retomar su camino pero el volvió a impedirlo.
— ¿Y por qué los usas? — trato de sacar tema de conversación.
— La vida es suficientemente miserable para llorar por pequeña cosas cómo estás. — Wyatt sintió un pequeño escalofrío por su frialdad.
— Igual creó que te ves linda. — Hizo un intento de sonrisa pero le salió mal, por eso mismo la pelinegra frente a él sonrió de forma perversa. Su nerviosismo alimentaba su ego.
