Never let me go || KaiYeol/ChanKai

Cap. 3

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Miró por la ventanilla irritado y resopló cuando no vio ni una señal del Chanyeol. 

Jongin había llegado rápidamente a su apartamento luego de la conversación con el chico, atribuía su extraña emoción a las ganas que tenía de poder resolver las cosas con Chanyeol de una vez por todas. Aunque su relación con Kyungsoo apenas llevaba unos meses, y que sólo conocía al castaño de dos ocasiones. Apenas entró a su cuarto se sacó la ropa y se dirigió  a la ducha. En tan sólo 20 minutos –tiempo record para él- ya se encontraba frente al espejo de cuerpo completo con una camiseta totalmente gris con unos jeans azules desgastados y su típica chaqueta de cuero negro. Se miró una última vez –sin saber porque- y pasó una mano por sus cabellos intentando darse una imagen despreocupada. Agarró el las llaves de su moto y el casco.

Si tardó poco en vestirse, tardó mucho menos en llegar. Cuando se dio cuenta aun faltaban como 10 minutos para que el otro llegara, así que se decidió por ordenar un café a una de las camareras mientras esperaba. Observó el lugar: las paredes eran de un color café bastante cálido, Había grandes ventanas sin marco, mesas redondas de madera con una plancha de vidrio en la base y sillas altas también de madera, detrás del mostrador con la caja registradora se veían varias bebidas y maquinas de café donde los empleados –que vestían pantalones negros y camisas blancas con un delantal rosa arriba y una gorra del mimo color- trabajaban. Se imaginó al alto castaño con aquel traje y se rió, sus orejas resaltarían con esa gorra. Un momento después se recriminó el estar imaginando a Chanyeol mucho últimamente. 

A unos minutos pasados de la hora de encuentro, una figura alta se aproximaba al establecimiento. Jongin se enderezó al instante y se permitió contemplar un momento al muchacho: traía unos jeans rotos y una sudadera blanca holgada, le llamó la atención que el chico, además, trajera una mochila.

-¿Qué traes ahí? –preguntó una vez el chico había llegado a la mesa. Chanyeol rodó los ojos antes de contestar. 

-Apuntes, mañana tengo examen y tengo que estudiar –se sentó y dejó la mochila a un lado-. ¿Qué? ¿También quieres saber de dónde vengo y a donde iré después?

Kai se encogió de hombros. 

-No me interesa, ¿vas a pedir algo? –Chanyeol negó-. Bien, entonces pasemos a la razón por la que estamos aquí: Kyungsoo. 

-¿Hace cuanto están saliendo? 

-Aproximadamente, 3 meses. 

-¿Cómo se conocieron? 

-En la empresa de mi padre. Él iba a una prueba, o algo así, y me preguntó dónde estaba la cafetería. Almorzamos juntos, hablamos e intercambiamos números; las cosas sólo pasaron –dijo-. ¿No deberías preguntarle este tipo de cosas a él? 

-El no me las dirá. 

-¿Por qué? –el otro sólo suspiró. 

-Quiere que viva más mi vida y que deje de protegerlo tanto. 

-¿Protegerlo? ¿De qué? 

-De hombres como tú –Jongin no sabía si eso era algo bueno o no, decidió no preguntar más y limitarse a responder-. ¿Te gusta? 

-Sí. 

-Pero gustar es una cosa y querer es otra –lo miró a los ojos- ¿lo quieres? 

-Por supuesto, no estaría con el si no lo quisiera, ¿por quién me tom…? 

Entonces las piezas se unieron en la cabeza de Jongin. Las miradas despreciadoras y las frases cortantes, y  Chanyeol lo veía como uno de esos hombres de los que debía proteger a su amigo, Chanyeol creía que él era uno de esos hombres. Frunció el ceño.