Never let me go || KaiYeol/ChanKai

Cap. 5

Disculpen los errores ortográficos o de redacción. 

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Chanyeol no lo entendía, ¿qué hacía Jongin allí? Hace unas pocas horas –quizá no tan pocas- había visto al chico en una reunión para discutir su relación con su amigo, y ahora se encontraba así, en medio de la calle frente a su edificio, él apenas procesando lo que sucedía y el moreno abrazándolo protectoramente con un brazo en su cintura y el otro rodeándole la cabeza. 

-Jongi-in ¿Qué haces? –intentó decir lo mejor que pudo, la presión en su cabeza le hacía apoyar su cabeza en el hombro del hombre.

-Channie, dios, estas bien… –le susurró, el aliento cálido le golpeó a un lado del cuello, y una corriente eléctrica lo recorrió completo- no sabes lo preocupado que estaba... 

-¿Pre… preocupado?

-Sí, mierda, fue como… -antes de continuar Kai notó un poco de humedad viscosa en la mejilla que se apoyaba en el cuello del alto chico. Sangre. 

Sintió como Jongin lo desembarazaba de sus brazos y suspiró aliviado al poder por fin tomar un poco de aire. El alivio le duró poco cuando los dedos del otro se posaron en el largo corte que le habían hecho, un segundo después Kai lo había sujetado de la muñeca y lo arrastraba a grandes zancadas hacía adentro del edificio. 

-Hola Chanye… -Baekhyun, el hijo de su casero, lo saludó como le era costumbre desde el mostrador, pero se detuvo al ver al moreno que arrastraba al chico. 

Chanyeol levantó una mano en señal de saludo al chico mientras intentaba soltarse del agarre que le aprisionaba. Llegaron al desbaratado ascensor y, una vez que las puertas se cerraron, Jongin soltó a Chanyeol para marcar el piso. 

-Tu departamento. 

-¿Qué? No te diré, ni siquiera sé como sabes donde vi… -el parloteo de Chanyeol paró cuando vio la expresión en los ojos de Kai, estaba bastante serio. 

-No estoy jugando, mocoso –dijo con el ceño fruncido y los ojos en el tablero-. Tu piso y departamento, ahora. 

-Puerta 85, tercer piso. 

Inmediatamente el hombre presionó el botón, durante los próximos 2 minutos ninguno de los dos habló y el tenso silencio hacía que el castaño se sintiera nervioso. Cuando las puertas se abrieron Jongin volvió a caminar a grandes pasos pero esta vez sin sujetar a Chanyeol, el cual, por alguna razón, lamentó ese detalle. 

-Abre la puerta. 

Y las palabras lo hicieron reaccionar de inmediato. Jongin entraría a su departamento. 

-Yo… 

Pasaron unos segundos en los que el castaño dudaba, el hombre rodó  los ojos y volvió a tomar las muñecas del chico con una sola mano, con la otra empezó a tantear los bolsillos de los jeans. 

-¡¿Q-qué diablos haces?! –soltó con un fuerte sonrojo en las mejillas, su respiración se cortó cuando el moreno lo dio vuelta para buscar en sus bolsillos traseros. 

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Estaba cansado y preocupado. Preocupado por el corte que ese crío estúpido tenía bajo la mandíbula, y cansado por sus constantes comentarios y titubeos sin sentido. Y molesto. Molesto porque alguien le había hecho daño, molesto por no poder haberle evitado una mala experiencia, molesto con Chanyeol por haber sido tan idiota como para caminar solo a esas horas –porque no se tenía que ser un genio  para adivinar que aquel gigante imbécil se había distraído tanto estudiando que no se había fijado en la hora- y molesto con el mismo porque, a pesar de la situación y de que el chico era el mejor amigo de su actual novio, sentía la enorme necesidad de aventar al irritante muchacho contra la pared y tocarle el trasero.