Never let me go || KaiYeol/ChanKai

Cap. 6

Advertencia: El capítulo contiene escenas fuertes (no me haré cargo de traumas, abstenganse de enviarme la cuenta del psiquiatra (?) 

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Chanyeol no salía de su asombro mientras que Jongin seguía recorriendo su boca con maestría. Mucha para alguien que está borracho, pensó, y por fin se dio cuenta de lo que estaba pasando fuera de su cabeza. 

-¡Mmm! –intentó decir algo y se golpeó mentalmente al recordar que tenía los cálidos labios del moreno sobre los suyos. Se golpeó nuevamente por pensar que eran  cálidos. 

Empujó al mayor con ambas manos haciendo que este golpeara levemente la pared del pasillo, se encogió y miró hacia los lados para asegurarse que no hubiera ningún vecino. Jongin tenía toda la espalda apoyada en la pared, sus mejillas estaban bastante rojas y sus ojos, que no se apartaban de Chanyeol, estaban un poco acuosos. Estaba borracho, además de completamente empapado. 

-Dios, ¡¿Qué haces…?! –se tapó rápidamente la boca, al escuchar unos pasos en el pasillo. Analizó la situación, Jongin alcoholizado y con la ropa chorreándole en frente de su puerta, y él en ropa interior y, seguramente, con la cara y las orejas totalmente rojas. 

-¿Hay alguien ahí? –mierda, Baekhyun, seguro que el chico había tenido problemas para dormir de nuevo y había estado recorriendo los pasillos antes de ir a la universidad. 

Chanyeol pensó en dejar al mayor allí por su cuenta, suficiente tenía con la vergüenza que el hombre le había ocasionado llevándolo arrastras al departamento hace unas horas, no quería ni imaginarse los pensamientos de Baekhyun ante semejante espectáculo. Pero luego recordó lo que pasó luego, Kai lo había ayudado con el corte, se había preocupado por él cuando vio su mochila tirada en la calle, se había tomado la molestia de averiguar su dirección para ir a ayudarlo. Una sensación de calor se hizo presente en su estómago y se esparció hasta llegar a su pecho. Suspiró. 

-Sé que me voy a arrepentir de esto… -se dijo antes de jalar la empapada camisa del moreno y arrojarlo dentro de la sala. Cerró la puerta y contó hasta diez antes de dar la vuelta, Jongin estaba tirado en el sofá en una posición que a Chanyeol se le hizo bastante cómica, recostado a lo largo con una pierna sobre el respaldo, la cabeza apoyada en un cojín, una de sus manos haciendo círculos imaginarios en la alfombra y la otra apoyada en su… 

-Oh, diablos… -soltó el chico con un fuerte calor en las mejillas. 

-Mmm, bebé, ven aquí… –Jongin tenía una sonrisa tonta en el rostro, intentó bajarse del sillón pero fracasó absolutamente cuando levantó su otra pierna hasta el respaldo y se impulsó con los brazos, cayó con un fuerte ruido y un gemido de dolor al piso. 

Chanyeol corrió de inmediato hacía la puerta de su madre, colocó su oreja contra la madera para saber si el ruido la había despertado pero suspiró aliviado al escuchar su suave respiración, estaba dormida. 

-¿Qué haces…? –una voz en su oreja lo hizo girarse rápidamente, mala idea. 

Su cuerpo ahora estaba aprisionado entre la madera y el cuerpo de Jongin, este no lo miraba, sus ojos estaban clavados en la puerta y su barbilla apoyada en el cuello del menor. Yeol soltó un pequeño chillido cuando sintió la dureza del hombre clavarse en su muslo, la cabeza le daba vueltas y la única prenda que llevaba puesta se estaba mojando. 

-J-jongin, muévete… es-stás mojado y ¡ahh! –no pudo terminar cuando notó los dientes del moreno clavarse levemente en su cuello y su lengua recorrerle la mandíbula. 

El aire no le llegaba a los pulmones correctamente y un calor placentero se le instalaba en la zona baja del estomago mientras Kai formaba un camino de saliva que iba desde su mentón hasta su labio inferior. Tomó este entre sus dientes y lo estiró haciendo que el chico abriera la boca para gemir bajo, aprovechó el momento y metió su lengua en la cálida cavidad del más alto.