Cap. 7

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Chanyeol se encontraba tirado entre varios rollos de papel higiénico y varios frascos en el piso del baño. Había tenido sexo con Jongin, dios, había tenido sexo con el novio de su mejor amigo. Aunque, prácticamente, no habían tenido nada, ellos dos sólo…

Soltó un leve gritito y se tapó los ojos con ambas manos, atrajo sus rodillas hacía su pecho, no podía ser cierto, él no podía haber hecho eso y menos con alguien como Jongin, no. Varios sentimientos se arremolinaron en su interior, entre ellos la culpa y la rabia, además de la tristeza y el despecho. Kai había pensado que él era Kyungsoo mientras… bueno, eso. 

En realidad, pensó, eso lo facilita un poco. Por lo menos el moreno no había querido tener nada con él. 

Ese pensamiento hizo que el despecho creciera en Chanyeol un poco más que las demás emociones –aunque la culpa seguía ganando terreno-. Debía admitir que el pensar que un hombre como Kim Jongin lo quisiera en su cama había subido mucho su autoestima. Pero, aunque la experiencia hubiera sido grandiosa, no era correcta, en ningún sentido. Había varias cosas que contribuían a pensar que todo había sido nada más que un grotesco error. En primer lugar, el mayor no había estado en todos sus sentidos mientras todo sucedía, por lo que sabía, tenía un compromiso con un tal Sehun –con piscina- y había bebido mucho, lo suficiente como para confundirlo con Kyungsoo. 

Cuando sus piernas empezaron a dormirse y su trasero le dolía por el frío suelo, se levantó y salió del baño. Eran aproximadamente las 5. 50 a.m., dentro de poco tendría que empezar a arreglarse para salir camino a la universidad, así que no valía la pena dormir –aunque lo había estado intentando por media hora-. Camino rápidamente a la cocina y tomó la tetera para calentar un poco de agua, necesitaba un café urgentemente; cuando preparó todo para el desayuno decidió que sería buena idea buscar los apuntes para repasar un rato. Caminó hasta su cuarto repitiéndose en la cabeza que no miraría en dirección a su cama, sólo abriría la puerta, sacaría las hojas y algo de ropa y saldría de allí tan rápido como le fuera posible. Perfecto. 

Dio los últimos pasos con una sonrisa de autosuficiencia en el rostro y, decidido, abrió la puerta. 

Nada estaba perfecto. 

Lo primero que sus ojos vieron al entrar a la habitación fue el cuerpo desnudo y sudado del moreno durmiendo profundamente el sueño de los dioses.

Chanyeol notó que la ventana estaba abierta y una ligera, pero fría, brisa mañanera entraba provocándole un estremecimiento al estar sólo con los calzoncillos puestos. Casi como por instinto, fue hasta su maleta y sacó de allí una vieja frazada con dibujos de estrellas y cubrió al hombre con ella. Ya sin más distracciones que unas cuantas cosas tiradas en el piso que le dificultaban el paso, sacó su cuaderno con las notas que escribió en clase y una muda de ropa limpia y salió sin cerrar la puerta con dirección al baño. Tomó una ducha asegurándose de refregar bien con jabón todo su cuerpo, quería borrar todos y cada uno de los “toqueteos” –se había replicado que aquellas no podían llamarse caricias ya que no iban dirigidas completamente a su persona- que él le había dado. No se sentía bien, para nada bien. 

-Soy un asco de persona… 

Porque lo era. Había disfrutado cada segundo, desde cada toque con los dedos hasta el último beso que se habían dedicado. 

Pero quien podría culparlo, Jongin lo había hecho sentirse de alguna forma querido después de tanto tiempo. Ya ni recordaba cómo era abrazar a otro ser humano, y eso lo asustaba y lo hacía sentirse profundamente triste. 

Se miró al espejo y soltó una risita amarga. 

-Aun así eres un mal amigo… 

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Never let me go || KaiYeol/ChanKaiWhere stories live. Discover now