Cacería de brujas.

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Pasaría un largo tiempo antes de que el pueblo comenzara a sospechar de la ausencia de Billy y descubriesen, gracias al fúnebrero, su nombre en una lápida del cementerio. Para ese entonces, cosas peores se habían desatado en el pueblo de Salem.

Un año atrás, en 1.692, una mujer llamada Rebecca Dike, practicante de hechicería, cometió un error imperdonable para una bruja. Permitió a uno de sus hijos menores presenciar un ritual de magia negra, creyendo que éste era demasiado pequeño como para entender lo que hacía.

No fue así.

El niño se lo contó a su padre y éste denunció a su esposa. La mujer fue acusada de brujería y quemada en la hoguera de manera brutal. Sus gritos desgarradores pudieron escucharse en todo el pueblo.


Winifred aprovechó el evento para manipular aún más a Sarah. Le advirtió que eso les pasaría a las tres si alguna vez abría su enorme boca.

Pero aquel hecho no fue un evento aislado.

Pronto una terrible cacería de brujas se desató en el pueblo de Salem; una masacre de mujeres que sería recordada eternamente por su significado religioso y brutalidad. Los cazadores de brujas se hicieron cada día más habituales y las hermanas Sanderson debían andar con más cuidado cada día.

  --- ¡¡¡Ese maldito mocoso!!! ---protestó Winifred, clavando un puñal en la mesa del comedor --- Miren lo que ha desatado.

Winifred metió la mano entre sus ropas y sacó una lista que había escrito. Tenía los nombres de todas las brujas que habían sido quemadas hasta el momento:


Bridget Bishop.
Margaret Prince.
Sarah Parker.
Rebecca Nurse.
Sarah Good.
Elizabeth Howe.
Susannah Martin.
Sarah Wildes.
Martha Carrier.
Martha Corey.
Mary Eastey.
Mary Parker.
Alice Parker.
Ann Pudeator.
Margaret Scott.
Kate Lowell.
Elizabeth Dicer.
Joan Penney.
Mariann Dicer
Phoebe Day.
Mary Rowe.
Rachel Vinson.
Abigail Rowe.
Rebecca Dike.
Esther Elwell

   ---¡Suficiente Wini! ---suplicó Mary ---. Ya no quiero escuchar.

  ---¡Es necesario!!! ---la contradijo Winifred, refunfuñando con sus enormes dientes de conejo ---. Si acaso un día descubren que somos brujas estaremos en esta lista.

---Yo no soy bruja...-protestó Sarah ---, ¿O sí?

---¡Por supuesto que eres bruja! ---afirmó Winifred ---

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---¡Por supuesto que eres bruja! ---afirmó Winifred ---. Llevas la magia en las venas, tal y como nosotras y ya es tiempo de que comiences a aceptarlo. Debemos averiguar cuáles son tus poderes y controlarlos de inmediato.

---¿Tengo poderes? ---insistió Sarah, observando sus manos.

---Desde luego que tienes poderes, es sólo que todavía no se te han revelado ---explicó Winifred ---. Debo iniciarte en la magia oscura primero, igual que lo hice con Mary.

---Pero... yo no quiero ser bruja ---balbuceó Sarah, y sus ojos reflejaban temor.

---No hay que temer, hermana mía, es sólo un poco de Abracadabra ---explicó Winifred, haciendo un gesto de magia con sus manos.

--¿Y qué hay con los niños?---acotó Mary.

---Ah, sí. ¡Esos engendros! ---respondió Winifred - Debemos deshacernos de todos ellos, pero sin levantar sospechas.

---¿Cómo lo haremos? ---volvió a interrogar Mary ---. Los niños siempre están con sus padres. No se separan de ellos jamás.

  ---Debe existir alguna forma ---concluyó Winifred, llevando un dedo a su sien.

Mary propuso crear algún tipo de elixir cambiaformas. La idea era asesinar a los padres, para luego convertirse en ellos y secuestrar a los niños. Pero era un plan demasiado complejo. No tenían suficientes ingredientes o tiempo para llevarlo a cabo. Todos los días hallaban a una bruja nueva.

No pasaría mucho tiempo antes de que se dieran cuenta de ellas también pertenecían a esa estirpe oscura a la que ahora estaban denominando "Infección".

  ---Mejor vámonos a otro pueblo ---propuso Sarah ---. ¿Para qué quedarnos en un pueblo que nos odia?

  ---¡Porque aquí es donde nacimos y es aquí donde moriremos! ---respondió Winifred, muy agitada.

Sólo quedaba una opción, ejecutarían el hechizo prohibido de invocación.

---¿Hechizo prohibido? ---cuestionó Mary ---. ¿De qué hablas?

  ---Es un hechizo que estaba escrito en el libro de magia de mi maestra ---explicó Winifred ---. Me dijo que podía enseñarme lo que quisiera, pero que jamás me enseñaría aquel conjuro. Así que una noche, coloqué en ella un hechizo de sueño y memoricé el conjuro, sólo por si acaso.

  ---Wini, eres terrible ---le halagó Mary, haciendo que se sonroje.

  ---¿Y qué hace ese conjuro? ---preguntó Sarah, con temor de la respuesta.

  ---¡Invoca al diablo! ---explicó Winifred, con un tono ominoso ---. Aguardaremos a que las cosas se calmen un poco y después ejecutaré el ritual. Llamaremos al maestro de maestros y él nos guiaría con su sabiduría majestuosa.

--- ¡O nos arrastra al infierno! ---concluyó Sarah, con mucho temor.

★★★★★★★★★


Dedicado a @AlejandraOrtizLafitt , primera en descubrir los cambios a la historia. Gracias Ale por el apoyo.

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Historia de cacería de brujas en Salem, reescrita a conveniencia pura y exclusiva de éste relato.

Hocus Pocus. El origen de las brujasWhere stories live. Discover now