Capitulo 4

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Había pasado una semana desde esa noche del viernes que para ella fue de cierta forma, especial. Volvieron a encontrar a un amigo, hicieron otros mas y conoció a senku que si bien no tuvieron un buen comienzo al final pudo llevarse un poco mejor con el y descubrir que era alguien interesante. Durante esa semana chrome fue al club para hablar con ellas un rato y luego se iba. Pero no era ingenua y sabia que si este llegaba era para pasar un tiempo con su hermana.

En dos ocasiones fue acompañado por ryusui quien se llevo una grata sorpresa al encontrar a francois, al parecer el padre de ella trabajo para la familia nanami durante mucho tiempo pero debido al vicio de este se gano una mala reputación y desistieron de sus servicios y desde ese entonces no había vuelto a saber nada de ella. Hoy era sábado y lo bueno es que este día no les tocaba hacer limpieza en el club, llegaban otras personas a hacerla y así tenían libre hasta las seis que a esa hora debían presentarse a trabajar, así que como siempre se dirigía al gimnasio pero esta vez acompañada de su hermana y amigas.

-¡Que flojera ir al gimnasio, debería estar en mi suave cama durmiendo!- exclamo minami-Se que es bueno mantenerse así de hermosa pero es cansado.- odiaba levantarse temprano los sábado.

-Vamos minami, deja de quejarte. Además fuiste tu la de la idea, así que te aguantas.-dijo amarylis a la rubia que refunfuñó en protesta.

-Bueno, bueno. Velo por el lado bueno minami-san, como tu dices estarás hermosa cuando algún día llegues a conocer a tsukasa-san.-trato de animarla yuzuriha.

-Si, es cierto. Podrás dejarlo impresionado, aun que tu ya eres perfecta así como eres minami-san.- ruri de igual manera intento hacer lo mismo.

-El hacer ejercicio es muy saludable minami-san y no es solo para impresionar a los hombres.- opino francois a la chica.

Siempre ocurría esto cada vez que las chicas la acompañaban, minami se quejaba, amarylis la regañaba, yuzuriha y su hermana trataban de animarla y francois daba su opinión que era muy cierta mientras que ella solo sonreía divertida ante todo eso, siempre se divertía con ellas. Estaba en sus pensamientos cuando callo en cuenta de lo que dijo nanami, ¡es verdad!, su amiga era una gran fan de tsukasa y recordó lo que el dijo, que tenia un gimnasio un poco mas retirado del que habituaba ir y que podía ir cuando quisiera y tuvo una gran idea.

-Saben, un amigo me recomendó un gimnasio que es mucho mejor y que no esta muy lejos de aquí-mirandolas- ¿Que les parece si vamos?.-preguntándoles, asintiendo en respuesta y sin mas se dirigieron a este.

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Era sábado y esperaba con ansias que el reloj marcara las tres para poder llegar a casa y descansar de todo el trabajo de esa semana transcurrida, se sentía agotado y frustrado, ya que empezó a trabajar en un nuevo prototipo de blindaje corporal, creía que llevar un chaleco antibalas era fastidioso y notorio. Así que decidió que podía modificar eso y combinarlo como por ejemplo con un traje formal que si por fuera se viera normal este llevaría por dentro una capa de carburo de silicona lo cual era un material extremadamente duro, otra de poliparafenileno tereftalaminada que es una poliamida sintetizada resistente y un recubrimiento de seda para evitar la incomodidad, aun que se podía mejorar, bueno todavía esta en prueba.

Además de eso asistió a reuniones y aprobó los nuevos productos de la empresa, revisar las ganancias de los muchos otros que se vendían y de los "otros" también y de paso tratar con los imbéciles que les estaban robando mercancía. Al parecer los bastardos sabían cada movimiento que hacían para atraparlos y eso significaba que tenían un soplón, así que le pidió a ukyo que pusiera mucha atención a los empleados o a cualquiera de su equipo. De paso el ambicioso de ryusui no había cumplido su parte del trato y mas le vale que lo hiciera pronto.

Amar a un Yakuza Where stories live. Discover now