Capitulo 8

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Al día siguiente que kohaku despertó, se arregló y fue a desayunar con su hermana, descubriendo que senku ya había partido a su trabajo. Era de esperarse, aunque se sorprendió de ver a byakuya. Según por lo que ella pensó, el se hubiera hido con su hijo pero este le explicó que entraba un poco más tarde. Recordó lo que le dijo senku anoche, sobre que el peliblanco les había conseguido un apartamento y supo que está era su oportunidad para demostrarle su gratitud. 

Aprovechando que estaba sentada sobre sus rodillas rápidamente se inclinó tocando su frente hasta el piso, sorprendiendo tanto al mayor como a su hermana. Kohaku le agradeció por su amabilidad y por su acto de generosidad en darles un nuevo hogar. Ruri al escuchar eso, entendió la actitud de su pequeña hermana y la imitó, agradeciendo también, aunque esa noticia la sorprendió mucho. Byakuya mantuvo una postura seria, se acercó a las dos jóvenes frente a él, hizo que levantarán sus rostros y las abrazo. Eso las sorprendio, confundió y conmovió. Era un abrazo cálido, como el que le da un padre a sus hijos como consuelo, ¿desde hace ya cuánto tiempo habían sentido ese tipo de muestra de afecto?.

Sentimientos encontrados las bombardearon, ruri lloro mientras ella solo soltó algunas gotas saladas, reteniendo el impulsó de explotar, debía mantenerse fuerte, siempre, pero recibir esa muestra de afecto alivió un poco su carga.
Derramaron algunas de las lágrimas contenidas en esos cuatro años, el dolor que sintieron cuando su padre las dio como si nada, por todo lo que tuvieron que pasar y por qué casi las venden como unos animales.

Después de un rato, ya más calmadas se disculparon por la escena pero a él no le importó. Les dijo que comprendía su sentir y que todos pasamos situaciones en las que necesitamos un simple abrazo, y eso les saco una sonrisa a las dos. Ciertamente el era un hombre bueno y por siempre estarían en deuda con el, por qué no cualquiera te tiende la mano cuando la necesitas. Ruri con curiosidad le pregunto el porqué de su decición, a penas habían conocido ayer y el les brindaba tanto, eso en parte las intrigaba a las dos.

El peliblanco con una expresión de calma les comento que, si bien era cierto que apenas llevaban muy poco de conocerse, el era muy observador y analizaba muy bien a las personas y que ellas; le agradaron al instante. Además si senku las llevo a la mansión era por qué confiaba en ellas y el confiaba en su decición. Quedaron admiradas por su respuesta, de verdad era un buen hombre y un buen padre, por qué ella también lo observo y pese de haber convivido unas horas con el, pudo observar el gran amor que le tenía a senku. Y hablando de el, por lo visto tampoco se equivocó en decirle que aceptara ese gesto de bondad de el, por qué hasta el mismo Byakuya les dijo que si no llegaban a aceptarlo, les hubiera seguido insistiendo hasta que lo hicieran.

Después de tomar el desayuno y antes de irse a trabajar, el ojimarron les pidió a kinro y ginrou que las llevarán a ver el departamento nuevo en donde vivirían. Estos se sorprendieron al verlas pero el peliblanco explicando los sucesos y el motivo por el que estuvieran allí, entendieron y prometieron que mantendrían discreción de dicho tema. Byakuya les dio la dirección, se despidió y sin más se fue rumbo a la empresa. Suika las llevo a uno de los cuartos vacíos para que pudieran cambiarse. Ayer en la visita de sus amigos, francois les dio unas bolsas con ropa y zapatos para ellas, de parte de ryusui. Se sintieron aliviadas, por qué ciertamente la necesitaban y claro que le agradecieron el gesto.

Kohaku tenía un pasarillo azul, una blusa con cuello de elástico azul con botones y zapatos bajos del mismo color. Ruri tenia el mismo estilo de camisa pero en rojo y sin botones, con una falta larga color negra con vuelitos al final de esta y llegandole unos diez centímetros  antes de su tobillo e igualmente zapatos del mismo color que eran parecidos a los de su hermana, solo que estos tenían un poco de tacón.
Ya listas se dirigieron a donde los dos hermanos y se fueron rumbo al que sería su nuevo hogar. El viaje no duró tanto como se lo imaginó y otra vez senku acertó en que este no estaba muy lejos de la casa, calculo que solo fueron cuatro cuadras pero al momento se sorprendió cuando kinrou estaciono enfrente de un apartamento de dos plantas de color turquesa.

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