Capítulo 5

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El ambiente en esas cuatro paredes era tenso. Poco tiempo después que los chicos entrarán, les siguieron las chicas, que se exsaltaron por la situación. Ruri de inmediato se acercó a kohaku queriéndole abrazar a modo de reconfortarla pero se aferró más a la camisa color menta de Senku. Ante la negatividad decidió dejarla estar, dándole una mirada de disculpas al ojirojiso, quien después de un tiempo se sentía un poco incómodo al tener tan cerca a la rubia( no es como si estuviera acostumbrado a que invadan su espacio personal) pero al final se hizo como si no le importara aquello.

Mozu era vigilado por seis pares de ojos, pendientes a sus movimientos. Intento hacer un movimiento pero al instante fue apuntado por taiju y Ukyo, quienes estaban más cerca, y él no era estupido, las miradas de esos dos le aseguraban que si daba un paso en falso, no iban a dudar en llenarlo de plomo, mandando a la mierda las posibilidades de salirse de esta. De nuevo, miro a kohaku, quien abrazaba a ese debilucho de pelos parados y un malestar se instaló en su estómago, si, estaba celoso. Desde que ingreso al club y la vio con el, conversando cómodamente y sonriendo alegre cuando a el solo lo miraba con odio y repulsión, la envidia tomo presencia en su ser.

Por supuesto que sabía el por qué lo trataba así pero no sé arrepiente de lo que hizo, de lo que si, es el no habersela pedido al jefe, después de ese día no pudo olvidarla y por eso frecuentaba el club, para verla y poseerla de nuevo, y ella llegaria hacer suya lo quisiera o no. Su plan era acorralar la, sabía que le causaba miedo aún que se hiciese la fuerte y tomaría ventaja de ello, todo hubiera resultado si ese bastardo no se hubiera metido.

En ese instante nikki hizo acto de presencia agitada, yuzuriha fue a buscarla y al momento de escuchar lo sucedido se apresuró a llegar cuanto antes. Sus ojos fueron de mozu y después a kohaku, quien sollozaba y cubierta por el saco que se imaginó, era de ese hombre de cabellera peculiar quien abrazaba.

—¡¡Pero que carajos mozu!!. Te advertí que si le llegabas hacer algo te sacaría del club de una patada en el culo!!. Has llegado demasiado lejos está vez.

Estaba furiosa con ese idiota pero más consigo misma, debió haberlo vigilado más, sabía la historia de las dos rubias, todo, y al verla así, tan frágil a como acostumbraba ser, le dolía el corazón. Ya hace tiempo que mozu se aparecía por el club, algunas veces ponía excusas, después ya no siquiera disimulaba su verdadera intención y le paro el carro más de una vez diciéndole que no hiciera nada estupido, por qué si no ella misma se encargaría de el, podía ser fuerte pero ella también lo era, se confió demasiado y gracias a eso su amiga estuvo a punto de ser profana de nuevo, debía agradecerle a ese hombre de extraño cabello por salvarla después.

—¡¡Como te haz atrevido a querer lastimar a kohaku!!-exclamo amaryllis- ¡¡Eres un hijo de puta!!.

—Ah, no exageres. Es mía y puedo hacer lo que quiera con ella, ustedes no tienen por qué meterse. Esto nos concierne solo a nosotros dos, ¿ No es así kohaku-chan?.—sonriendole pero ni siquiera le miro, si no que se apretó más a Senku.

—¡¡Deja a kohaku en paz, no te atrevaz a dirigirle la palabra!!. ¡¡No es ningún objeto para que digas que es tuya!!—exclamo ruri con rabia.

—¡¡Quien lo diría!!, la tímida ruri-chan a sacado las garras!!-expreso dibertido- Al parecer tú también necesitas unas "lecciones", se que magma te las daria con gusto de nuevo.

Ella se tenso al escuchar ese nombre, palideseo y sus piernas flaquearon, casi perdiendo su estabilidad, casi, por qué Minami la sujetó a tiempo. Lo odiaba, odiaba a ese hombre desde lo más profundo de su alma pero de igual manera le aterraba y no podía evitarlo, aún tenía pesadillas de lo que pasó ese día. Chrome al ver su estado fue a su lado y ver que estaba bien, ella le sonrió en respuesta a su preocupación.

Amar a un Yakuza Where stories live. Discover now