Capítulo II Segundo Mundo

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Percy Jackson a Rick Riordan, así como de cualquier otro elemento de cualquier otra obra, creación que aparezca, créditos a quien corresponda

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Todos estaban atentos a la proyección que se oscureció de nuevo, con varios aun curiosos a lo atestiguado, estaban por hablar entre ellos cuando la proyección cambio de nuevo, impidiéndoles hacerlo, vieron aparecer "Segundo Mundo", a lo que varios se hacían una idea de que no se continuaría con lo anterior

Un vestíbulo blanco níveo fue donde despertó el pelinegro de ojos verde azulados, gruñendo entre dientes por un punzante dolor en la sien siniestra, la cual masajeó con cuidado para tratar de aliviar la afección pero consiguiendo pocos resultados al principio.

-Genial...y Leo no me creía- ironizando al inicio, Percy recordó lo que le había pasado en su tiempo de tranquilidad.

Annabeth del futuro fulminaba a Leo ante ... bueno sea lo que sea que su contraparte haya metido a la contraparte de Percy, ya que este estaba más cerca de la edad de su novio, solo pareció 2 o 3 años mayor, ante esto el duende latino se oculto detrás de sus dos amigos, los cuales estaban bastante tentados a dejar que se las arreglara solo el duende por que la hija de Atenea les daba algo de miedo, lo cual empeoro cuando otros griegos también empezaron a verlos 

Fulminando con la mirada al objeto que provocó su estado de inconsciencia, el hijo de Poseidón lo tomó por las correas y rápidamente lo aventó por encima del hombro derecho mientras se ponía de pie, sosteniéndose de una aledaña pared. Una ventana se ubicaba a escasos metros de su posición, por lo que curioso decidió averiguar en dónde estaba.

Ver nieve le hizo creer que se hallaba en Alaska, la tierra más allá de los dioses. Pensamiento que duró nada realmente hasta el momento en que un pingüino caminó a lo lejos, revelándose al semidiós que estaba en la otra punta, literal, del mundo.

—¿Cómo llego el cerebro de algas a la Antártida?— pregunto Thalia

—¿No escuchaste?, el duende es el culpable— Contesto Clarisse de su época, en un tono molesto, mientras veía a dicho duende que seguía usando a Jason de escudo

-Dónde Hades estoy? – alejándose unos metros de la ventana, el pelinegro murmuró confundido, girando en todas direcciones en buscar de algo que le indique una pista.

—¿Por qué siempre usan mi nombre?— pregunto un exasperado Hades, a nadie en especial, mientras su esposa le daba palmaditas en el brazo, mientras sonreía divertida

El logotipo de una enorme C envuelta por una corona de laureles fue todo lo que encontró el Jackson, alegrándolo levemente ya que tampoco era muy revelador. Al menos hasta que se tomó su tiempo para leer lo que abajo estaba escrito, maldiciendo internamente su dislexia.

Varios semidioses chasquearon la lengua por el mismo problema

-Chal...? Chaldea? Qué es una Chaldea? ...Organización de Seguridad. Vaya, como si eso me respondiera mucho- tardando un poco en reacomodar las letras en su cabeza, el hijo de Sally Jackson respondió a sus propias dudas, pero obteniendo más en el proceso.

Ahora varios se preguntaban que hacia una Organización de Seguridad en tal lugar

Jalando de los extremos de su campera oscura y revisando los bolsillos momentos luego, el pelinegro no encontró más remedio a su problema que empezar a caminar en un lugar desconocido mientras sostenía en su mano derecha su fiel bolígrafo.

Viendo el PercyJackson-VersoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora