Capítulo VIII

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Hinata estaba ansioso de empezar el partido del entrenamiento contra Nekoma junto con el equipo Karasuno. Se notaba que le brillaban mucho los ojos, ya que se veían lágrimas y se limpiaba con la remera. Observaba el gimnasio con detalles y no podía contenerse de la emoción.

— Gwaaaa, gwaaaa. — continuó repitiendo el pelinaranja estando con un Nishinoya sorprendido y hablaron en señas emocionados. Se sumó Tanaka a la charla.

Ukai se acercó a Shouyou y le explicó en señas sobre las técnicas que debía hacer junto con Kageyama.

Mientras empezaba el precalentamiento, Hinata se juntó con el pelinegro. Tobio no podía evitar el estar feliz estando al lado de Shouyou y desviaba las miradas con esfuerzo para no mostrar sus sentimientos. Mientras el equipo Nekoma, Kuroo hacía burlas a Kozume sobre Hinata. El peliteñido puso su cara de no hacerle caso.

— ¡Vamos a jugar! ¿Están listos? — gritó Daichi en tono grave y elevado. Estaba al lado de Suggie que estaba interpretando a los chicos y se sonrojó al escuchar la voz del capitán. Daichi lo observó mientras el peligris los animaba.

— ¡SIIIIIIIII! — gritaron los chicos de Karasuno emocionados. Entraron en la cancha y terminó ganando Nekoma. Al finalizar, se hizo una fila de saludos. Se juntaron los chicos para charlar.

— (¡Estuviste genial, Kenma!) —  se emocionó en movimiento alegre y exagerado el pelinaranja. Kozume bajó la mirada y se sonrojó.

— Ummm. (Gracias. Vos también estuviste genial.) — se animó el peliteñido a Shouyou. De repente apareció Kuroo y lo tomó de sorpresa dándole un brazo al cuello de Kenma. Kozume miró la escena y se disgustó.

— Kenma, dame un poco de amor como lo hiciste con el sordo de Karasuno. — susurró al oído del peliteñido provocando haciendo una mirada y una sonrisa maliciosamente hacia el pelinaranja.

— (El sordo tiene un nombre. Se llama Shouyou Hinata.) deletreando con señas Kenma defendiendo a Hinata. — Es escalofriante cuando lo llamas el sordo de karasuno. — continuó hablando en tono firme y distante el peliteñido a Testoru. Lo liberó del abrazo y un enojado Kozume se fue. Un ambiente incómodo con mucha aura negativa.

— ¡Okey, okey! Ya bajenle los humos. — habló en tono irónico Kuroo. Kenma salió del gimnasio suspirando. Shouyou le siguió la corriente y lo acompañó.

— (¿Estás bien?) — preguntó el pelinaranja mostrando su cara de preocupación.

— Ummm. (Sí, estoy bien. Es sólo Kuroo.) —respondió en tono bajo Kenma suspirando y ladeando su cabeza.

— (¿Qué fue eso, por que le decías mi nombre a Kuroo?) — cuestionó Hinata y se mostró firme mientras Kozume lo observó sorprendido.

— (Cuando nos conocimos en  la primera vez, me hizo molestar de más, me hace bromas y me cuestiona cuando nos mensajeamos. Este tipo es insoportable. Hace un rato donde estuvimos, te llamó el sordo de Karasuno y Testoru sabe perfectamente tu nombre. Así que te defendí.) — Terminó hablando con señas en movimiento nervioso. Volteó su cabeza para que Shouyou no mirara de esa manera. La cara de pelinaranja se iluminó y se quedaron un rato en silencio. Kageyama estuvo espiando desde la esquina del gimnasio y los observó a ambos y notó que Hinata está muy cómodo con Kenma y tienen una buena relación. Eso lo hizo irritar mucho y se frustró mucho al mirarlos.

— (¡Vamos a tomar helado! Te invito yo.) — expresó un Hinata muy alegre y el peliteñido aceptó asintiendo con la cabeza.

Fueron a la tienda de convivencia y charlaron largamente. Ambos chicos tenían que volver a la pensión y tenían un partido pendiente el día siguiente.

— (Hoy es el último día de Tokio, no quiero volver a casa.) — se quejó Shouyou a Nishinoya y a Tanaka. Al finalizar el partido contra Nekoma, otra vez perdieron. Prepararon las valijas para la vuelta a Miyagi.

Antes de partir el micro, el pelinaranja se encontraba en el comedor comiendo bollos. Apareció Kozume para despedir a Hinata con un bolso de recuerdo.

— (Shouyou... no sé... nos mensajearemos  cuando subas al micro.) — dijo un triste Kenma. Hinata lo captó, le dio un abrazo. El peliteñido se calmó y le correspondió el abrazo. Le entregó el bolso al pelinaranja.

— (¡Gracias! Por supuesto, eso lo haremos hasta que te duermas. ¡Jajaja!) — dijo Hinata en tono alegre. Kenma se rió avergonzado y su corazón no paraba de latir. Volvieron a abrazarse y el peliteñido puso distancia entre los cuerpos para hablar frente a Shouyou.

— (Shouyou... ) ummm (quiero... decirte algo...) — murmuró pausando el peliteñido sonrojado. El pelinaranja abrió los ojos esperando a que dirigiera unas palabras más. — ummm (¿Qué debo decirte...? Es la primera vez...) — continuó suspirando Kozume. — (Me gustas tú, Shouyou.) — pudo terminar completamente la frase, un transpirado Kenma y sintió su corazón latir a mil. Hinata se sorprendió al saber la confesión.

— (¿En serio?) — preguntó el pelinaranja. Kozume asintió su cabeza. — ¿Puedo besarte? — articuló Hinata nervioso y el peliteñido aceptó sonrojándose. Kozume se asustó al escuchar un fuerte golpe y no pudieron besarse. Se subió el pelinaranja al micro.

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Aclaración:

Con los paréntesis () se refiere hablar con señas.

El Voley del Silencio Where stories live. Discover now