REMATCH [SHOWKI]

25.

Hoseok gritó de dolor antes de perder el equilibrio y caer al piso inconsciente.

Kihyun dejó caer la tapa al piso, sin poder creer lo que acaba de hacer.

Como pudo, lo hizo a un lado, vio un poco de sangre al rededor de la cabeza de Hoseok, ¿lo habia matado?

Kihyun se quedó helado ante la idea, una oleada de pánico apoderándose de él.

Como siempre, intentó calmarse y pensar, incluso si lo hubiera matado, lo hizo en defensa propia.

Sintió a su cuerpo comenzar a temblar. Rodeó el cuerpo y salió del baño, había dos largos pasillos, no sabía cuál tomar.

Eligió el de la izquirda, por donde creía que había venido, caminó un trecho pero ese pasillo sólo llevaba a una habitación vacia.

Volvió por donde vino, un escalofrío recorrió por el cuerpo de Kihyun al ver el de Hoseok allí tirado.

Tomando valor, decidió dejarlo ahí y encontrar una salida, luego llamaría a una ambulancia o algo.

Por el otro pasillo, dobló una vez y después otra, encontró la habitación en donde había estado, estaba abierta.

Siguió buscando, debía parecer desesperado, andaba a las corridas.

Encontró la cocina, lo primero en lo que se fijó fue en las ventanas, estaban tapadas con maderas. No había mucho más, además de una heladera, mesa con sillas y un pequeño fregadero, por alguna razón ese lugar se le hacía conocido.

Evitó subir las escaleras, de seguro allí también estaba todo bloqueado.

Maldiciendo, siguió su camino, finalmente encontró la sala y con ella, la puerta principal, su salida.

Fue a ella pero, por supuesto, estaba con seguro.

Necesitaba las llaves.

Con el corazón latiendole desenfrenadamente, comenzó a buscar.

La sala y la casa en general no estaba muy mueblada, parecía que nadie vivió por allí en un tiempo, por lo que podría ser más fácil encontrarlas.

Sólo había un sillón viejo y una televisión con una mesita ratona en frente.

Comenzando a frustrarse al no encontrar lo que buscaba, se dirigió a la cocina una vez más, debía estar por alli, dudaba que Hoseok las tuviera en cima.

Y se negaba rotundamente a ir a confirmarlo, no podía, no quería ver el cuerpo allí tirado en un posible charco de sangre.

Tampoco las encontró en la cocina.

Se apoyó en la pared y se dejó caer, apoyó sus brazos en sus rodillas, estaba a punto de rendirse, ni siquiera había un teléfono a mano para que pudiera usar y llamar a la policía.

Iba a cerrar los ojos y lamentarse por sí mismo cuando vio un juego de llaves colgando de un clavo al lado de la heladera, casi escondido.

Como un rayo, Kihyun se levantó y las tomó. En medio de su estado aterrado y lleno de adrenalina, vio una pequeña luz de esperanza.

El llavero tenía al menos cinco piezas, Kihyun comenzó a probar una a una.

Apenas podía meter la llave en la cerradura, sus manos temblaban demasiado.

-"Vamos, maldición"- dijo cuando la tercera tampoco funcionó.

-"Por favor que sea esta, por favor"- susurró.

Bingo.

La llave dio una vuelta, los ojos de Kihyun se humedecieron, una sonrisa formándose en sus labios.