Capítulo 12: The Only Reason

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*25 años*

10 de Marzo, 2019.

Lauren

Carajo. En serio temía lo que ella pudiera responder. No habíamos hablado concretamente de nada, pero con un demonio que yo quería todo con ella, por siempre y para siempre. Anhelaba con el alma que respondiera que iba a amarme, no quería que me dejase en libertad por ningún motivo, necesitaba que dijera que me amaba y que sin importar lo que pudiera pasar, se quedaría conmigo toda la vida.
Ella tan sólo estaba ahí, dándome una mirada intensa, quizá pensando lo que, para mí, era demasiado, en su respuesta.

- Lauren. No puedo creer que aún no lo entiendas. - dijo finalmente. Mi corazón se volcó y temí que fuera otro de sus juegos, temí el momento en el que diría '¿no has entendido aún que no te amo y que sólo me gusta entretenerme contigo y ver como te deshaces la vida por mí?' Pero aún tenía una pizca de esperanza de que fuera todo lo contrario, porque no vi un solo atisbo de aquella frialdad que destilaban sus ojos cuando decía algo como aquello. - Intenté repeler la suavidad de tus labios y tus manos con otras más ásperas, quise con todas mis fuerzas olvidar todas las noches, los besos, las emociones, traté de estar todo el tiempo con algo en la mente, para no tener un solo espacio para ti en ella, y aún así te pensé todo el tiempo que estuviste lejos. Estuve con otras personas, les dije te amo, pero al poco tiempo me di cuenta que mentía todo el tiempo, porque contigo es tan diferente, que al cerrar los ojos y tratar de dormir, empezaba a derrumbarme y el respirar se volvía difícil, y tú, Lauren Jauregui, eres la única razón de eso. - suspiró. - Y te amo, eso por si no te queda claro aún. - se rió un poco, acariciando mi mejilla. - Te amo y sé en el fondo de mi corazón que a ti no te miento en ello, y que jamás en la vida lo hice, fuera de todas las veces que te hice creer que no era así, por supuesto.

- Camz. - dije mientras daba un profundo respiro. Sentía mi corazón estallar con todas las emociones que tenía en ese momento. Sentía que en algún momento las piernas me fallarían. Creí que si tocaba de nuevo a Camila, ella desaparecería y despertaría yo en la cama, murmurando maldiciones mientras me quejaba de la vida y su injusticia conmigo, creí que sería un sueño. Con algo de duda descansé mi mano tras su cuello, me tranquilizó sentir su cabello bajo mis dedos, la acerqué un poco, con la obvia intención de besarla. - Eres todo lo que nunca imaginé que querría, y sin embargo lo que más he querido en la vida, todo lo contrario a mis expectativas, a mis sueños, y aún así me haces sentir más de lo que siempre esperé. Te amo, y si en todo el tiempo que ha pasado, no dejé de hacerlo, incluso estando lejos, puedo jurarte que siempre lo haré, incluso si no estuvieras conmigo, te amo y lo voy a hacer en todo el tiempo que la vida me lo permita, incluso si no siempre es igual, te juro que jamás dejaré de hacerlo. - terminé, tan malditamente cerca de sus labios.

- Que estúpidamente cursi es esto, Dios. - interrumpió la voz de Verónica detrás nuestro. Vi el rostro de Camila enrojecer y me empujó suavemente hacia atrás, mientras mi cuerpo se llenaba de odio hacia Verónica, pues había arruinado uno de los mejores momentos que había pasado con Camila, y en ese momento lo único que deseaba hacer era enterrar mi puño en su rostro.

- Vete a la mierda, Iglesias. - espeté con rabia.

- Vete tú a la mierda, Jauregui. Tenía sed, bajé por una soda y te escucho a ti, hablando tanta mierda romántica y creo que se me subió el azúcar. - ella comenzó a reír. Le lancé una mirada furiosa y ella sólo se rió con más ganas. Miré a Camila, que sólo sonreía avergonzada. De pronto algo se encendió en ella, como si recordara algo, se acercó un poco, con Verónica aún riendo tras mi espalda.

- Hey. Ahora que recuerdo. - golpeó mi brazo.

- Ouch. - me quejé.

- ¿Por qué demonios fingiste entonces que la chica de allá arriba era tu novia? Eres una hija de puta, Jauregui. Lo hiciste para que yo lo creyera así ¿cierto? Eres una imbécil. - me miró enojada. La risa de Vero tomó más fuerza debido al reclamo y tomé una manzana que encontré en la encimera de la cocina, lanzándola con fuerza a su estómago. La fruta golpeó en su abdomen y su risa se ahogó hasta desaparecer, mientras sobaba con ambas manos la zona y se agachaba para tomar la manzana del suelo.

- Imbécil. - le dije.

- Perra. - respondió en un susurro. Caminó hasta el lavaplatos y abrió el grifo, dándole una lavada a aquella manzana, pareciendo que iba a comerla. Me giré, para responder a Camila.

- Camz, yo... - un golpe en el lado izquierdo de mi rostro, el cual por alguna razón dejó un rastro de agua en mi pómulo, me interrumpió al hablar.

Miré el suelo y la manzana que hace un segundo parecía ser el alimento de Verónica, estaba aún rodando ligeramente en él. La miré. Ella en su estúpida postura de reina y con una sonrisa triunfal dibujada en sus labios. Mis ojos fueron al frutero del que había tomado la manzana antes, estaba repleto. Ella llevó su vista a donde la mía estaba y su expresión cambió. Guerra. Esa fue la única palabra que sonó en mi cabeza. Ella tomó una cacerola que encontró tras su espalda, al mismo tiempo que yo tomaba todas las frutas que podía y comenzaba a lanzarlas en su dirección. Camila dio un grito detrás de mí al ver que Vero regresaba los proyectiles en nuestra dirección, cubriendo su rostro con aquella cacerola. La morena fue hasta un lado diferente en la habitación y comenzó a lanzarnos, a Verónica y a mí, también las frutas que encontraba en el suelo. Un grito salió de sus labios mientras tomaba su lugar anterior, a mi espalda, viendo a Verónica tomar un plato de cerámica y a punto de lanzarlo hacia nosotras, mientras nos cubríamos la cara con las manos como único escudo.

- ¡Dios, ni se te ocurra, Iglesias! - se escuchó gritar a Jade en la escalera. - Rompes un solo plato de esos y te juro que te parto al doble la cara. - amenazó dejando fuera de sí misma a aquella chica dulce que era la mayor parte del tiempo. - Ninguna de ustedes, par de idiotas, va a destruir lo más mínimo en mi cocina. Y usted señorita... - dijo en dirección a Camila. - no puedo creer que te rebajes al nivel de este par de estúpidas e inmaduras mujeres, que parecen chiquillas de 5 años aún. - regañó.

- Perdona. - dijo Vero colocando el plato en su lugar.

- Lo siento. - susurró Camila, apenada.

- Una disculpa. - dije yo, tragando con dificultad por la mirada furiosa de Jade.

- Si me dejan volver al tema... - comenzó Camila. - ¿Pueden explicarme eso de que tú y Lauren no son novias?

- Oh, sí. - respondió Jade. - Pues, conocí a Lauren en la universidad, somos amigas en realidad desde entonces, pero hubo una historia con una chica y por ello tuve que fingir que Lauren era mi novia...

- ¿Esa chica soy yo? - interrumpió Camila.

- No. - respondí yo. - Esa es una historia diferente...

Chicxs, Hola. Espero que disfruten la historia hasta ahora. Quería preguntar si quieren que ponga algunos recuerdos de adolescencia de las chicas para los siguientes capítulos, para que conozcan el punto de vista de Camila, como en el capítulo memories. Dejen su opinión en los comentarios. No olvides votar, nos leemos el viernes  de la siguiente semana. Te amo extrañx.

♤JV♧

Better Together (Camren gip)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ