Realeza.

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En la mañana.

Sala real.

- Tienes 48 horas para decidir si te casarás con la doncella Borgeouis del reino Miraculous.

- Ella está loca y obsesionada conmigo. No quiero ni verla en pintura, mamá.

-Hijo, es hora de que sientes cabeza. Lo quieras o no.

- No quiero, mamá.

- Felix Graham de...

- Digame, ¿reina?

- ¿Es tan difícil que te pongas en mi lugar y quiera lo mejor para ti?

- Es tu deber, pero no me gusta el compromiso.

- Advertido estás.

- Y ya lo escuché, si me disculpas, iré a mi habitación.

-.-

Horas después.

Habitación de Felix.

Felix salió de los salones principales del palacio, cuando vio la puerta de su habitación abierta.

Entró y como no vio a nadie intentó cerrar la puerta pero una mano hizo ese trabajo por él y lo acorraló contra la puerta ya cerrada.

Sus miradas eran muy fuertes.

A Felix le encantaba mirar esos ojos cada día. Lo hizo por varias meses cuando comenzaron a salir y sintió que su corazón frío podría ser apoderado por alguien como...

- Hola, Fel.

- ¡Ah! Hola cariño, me asustaste. - dijo sonriendole a su pareja.

- Ahorrate los jueguitos de cariño ¿como te fue hablando con tu madre? Esto me está poniendo nervio...

- Estuvo genial, quieren casarme con Chloe. - dijo Felix sarcásticamente.

- Y t-tu...

- Descuida. - dijo Felix muy seguro de si. - No voy a hacerlo. Mas bien, ¿está todo listo para escapar esta noche? No esperaba verte tan temprano.

- Fel, ¿estás seguro de que quieres huir de esta responsabilidad? - preguntó su pareja mirandolo fijamente.

- Si, sé que esto no me hará feliz, además si ser príncipe me hace sentir incómodo, ser rey es algo que no me gustaría ni en un millón de años.

- Creo que deberías reformularlo.

- Porque lo haría, nosotros dos nos amamos tanto que... No quisiera dejar todo esto por una corona estúpida. ¿Acaso no quisieras estar conmigo por siempre, cariño?

- ¿Estás tratando de convencerme diciendome cariño otra vez? No funcionará esta vez, Fel.

- ¿Podemos dejar de hablar de esto? Sabes que es complicado...

El rubio príncipe se sentó en su cama.

- Oye, ¿estás dudando de ti?

- Sabes que eso no es lo mío.

- Sé que tienes la capacidad de luchar por lo que quieres, si lo hiciste cuando te enamoraste de mi y eso que no soy alguien fácil ah.

- Te pones en un plan difícil cuando te lo propones, eso amo y me enloquece de ti. - dijo Felix sujetando a su pareja desde la cintura y atrayéndola hacia él para darle algunos besos.

- Felix, no lograrás que así dejemos el tema.

- Cariño, vamos a la cama. Podemos hablar luego de esto, además esta noche nos iremos de aquí, quisiera divertirme un rato contigo como todas estas noches. - dijo el rubio príncipe.

Su compañía estaba comenzando a caer en esos besos pecaminosos que su terco novio le daba por el cuello mientras lo acariciaba.

Iba a caer hasta que se puso firme y soltó:

- ¡No! No habrá nada de esto. Si no te atreves a hacer algo, lo haré yo.

- Pero, ¡mi amor!

- Detesto a los chicos que son unos cobardes. Y mas porque sé que no lo son, tu no lo eres. Solo quiero llevarme bien con tu madre, que tengamos una relación normal, sin escondernos cada tarde y noche en algún lugar del castillo y me demuestres que me amas.

Felix nunca había escuchado esas palabras de su pareja jamás, pero le encantaba que tuviera determinación.

- Bien, ¿quieres que deje de ser un cobarde? Vamos entonces con mi madre y le decimos que estamos juntos. - dijo el rubio seriamente y con una sensación de miedo en el interior que intentaba camuflar.

Caminó por la habitación y se sentó en su cama.

- ¿Y s-si me juzgan?

- En este mundo juzgan demasiado a la gente, si amas, ¿qué importa?

- Es mal visto lo que hacemos. - dijo Felix. En esos tiempos, te criticaban hasta por el color de la vestimenta que usabas.

- Este reino pues debe ser distinto, aceptar tus gustos tal y como eres, y como pronto serás rey, demostrarás que eres el mejor y que sabrá manejar a este reino. Con igualdad y de manera democrática.

- ¿Desde cuando te volviste tan... razonable?

- Siempre lo he sido, cariño.

- Oh, ahora si lo usas conmigo.

- Si... - tomó su mano. - Nada podrá con nosotros, cree en mi. - dijo su pareja besando su dorso. - Te amo, Felix.

- Yo también te amo, Luka. - dijo volviendo a besarle los labios, que le daba la esperanza a un futuro para ambos, sin etiquetas, sin prejuicios.

Libres.

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¡Día 3 terminado!

Un día veía novelas con mi madre y vimos a una pareja lesbiana y dije: ¡Oh si, por fin estan juntas! y ella me quedó viendo con un rostro desencajado porque por primera vez había estado shippeando a una pareja en voz alta y en frente de ella.

Pues... Este es el texto que me gustaría que algún día leyera, amor es amor, amigos.

Así que aquí hice a un Felix muy interesante y algo pasional. Cortito pero quería hacer una historia así.

Y SI. Felix x Luka. ¡Curiosa pero poderosa combinación!

¿Les gustó?

Me costó escribirlo pero me siento feliz, ahora si a por las siguientes historias uwu

¡Nos vemos mañana!

- Ann.

Siguiente Capítulo:

Día 4: Parque de Disney.

Feelings.  - Felix Month 2020Onde histórias criam vida. Descubra agora