Estrellas.

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Advertencia: Mucho texto xD

-.-

"A veces solemos ver el cielo para ver las estrellas y buscar si en encajamos en alguna de ellas."

Probablemente eso sintió Felix al darse cuenta de lo que le sucedía durante ese tiempo, solo faltaba una semana para que terminara el campamento y todo volviera a lo de antes. No quería dejar pasar el verano, no quería olvidarse de todo lo que había pasado.

No quería alejarse de Marinette, ahora mas que descubría que estaba enamorandose de ella.

La vio durmiendo a su lado. Sentía su respiración tan cerca a la suya, solo esperaba que esto durara.

Anhelaba vivir un amor inolvidable como en los cuentos, pero no solía decirlo porque la realidad lo golpeaba contra la pared. Hace poco recordaba que su madre le decía que el amor era el poder mas fuerte que existe en el mundo, que no sabes cuando llega y que te invade y no te suelta.

Comenzaba a entenderlo pero de otra forma.

Comenzaba a creer que no amaría a nadie que no fuera la mujer que le dio la vida... Y luego, apareció Marinette.

Su dulce, traviesa y hermosa Marinette.

Empezó a trazar pequeños toques en su nívea piel y que cada parte de su cuerpo quede en su memoria, cada detalle de su rostro quería que fuera algo que ver todos los días al despertar cada mañana.

Cuando llegó a su boca, comenzó a tocar sus labios, ella comenzó a moverse y sonreir en sueños, lo que provocó que el joven dejara de tocarla y solo sonriera al mirarla.

Era una obra de arte, una que quisiera verla toda la vida y que jamás quisiera retirar de la galería de su mente.

—¿Disfrutando de la vista? —dijo Marinette sonriendo sin haber abierto los ojos.

—N-no. Estoy dormido.

Abrió los ojos y acercó su rostro al de él.

—¿Entonces porque siento que me miras? —dijo de forma retadora.

—Está bien, me atrapaste.

Se acercó a él y se acomodó en su pecho.

—Creo que no te dije pero me iré a París terminando mi carrera, sé que suena apresurado pero... ¿No quisieras venir conmigo? —dijo Marinette en un hilito de voz al final.

Felix se sorprendió ante tal propuesta.

—Sé que suelo ser soñadora, pero me gustaría. Además no solo voy por mi sueño, sino que... Tengo un motivo esperándome ahí.

—¿Cuál es?

—Tengo familia ahí, mi padre viene aquí en los veranos para disfrutar del sol y como es dueño del campamento, voy con él; mi mamá se queda en casa, ella está pensando crear una pastelería aquí... Mi padre siempre quiso ser pastelero, el mejor de todo el mundo, por eso aquí en el campamento hay una tienda de pasteles y él los hace, pero en París no se ha atrevido a hacerlo.

—¿Por el campamento? —preguntó el rubio.

—Aja. El antiguo dueño del campamento se lo vendió y bueno... Es un favor de que él se quedara con esa empresa, pero aquí entre nos... Mi papá quiere vender esto para hacer una franquicia de pastelerías en París. De verdad que si probaras uno, te rendirías a sus pies. —dijo Marinette con algo de emoción.

—Yo ya me rendí ante la hija de los pasteleros. —dijo mientras besaba esos deliciosos labios que eran su postre favorito.

—¿Qué dices? ¿Te gustaría?

Feelings.  - Felix Month 2020Where stories live. Discover now