Manchas de tinta.

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Tres semanas después.

Mientras pasaban los días, Félix dejó de sentirse solo o al menos dejar de pensar que la vida era de lo peor. Kagami se había vuelto en una compañía genial durante sus días en la Biblioteca.

La veía estudiando muchos libros, al parecer ella tenía muchas ganas de esforzarse a ser la mejor literata de esta generación.

Todas las mañanas se aparecía con su mismo uniforme y se quedaba estudiando hasta la hora del almuerzo, donde Félix la acompañaba a almorzar y luego a unas calles cerca a su casa.

Lo curioso es que cuando comenzaron a andar por la calle, se presenciaba un olor delicioso en sus prendas que captó su atención, una fragancia a fresas que se podía sentir cuando alguien se acercaba a su costado.

Todas las veces lo usaba y lo hipnotizaba cada vez que lo olía.

Y para su mala suerte, era el mismo aroma que usaba Marinette, añoraba muchísimo ese olor.

Seguía todavía en sus pensamientos.

—Buenos días, Fel.

—Kagami, no te esperaba tan temprano, abrimos a las 10.

—Dicen que a quien madruga, termina rápido su trabajo, ¿no?

"Creo que así no era la frase..."

—Eh s-si... creo. Pues, como eres la primera, puedes hacer ruido. No hay problema ya que no está el empleado que suele ayudarme.

—Oh, ¿entonces me puedes acompañar a avanzar un trabajo? Me pidieron algo extraño.

—¿En qué sentido es extraño?

—Debo escribir con pluma.

—¿Pluma te refieres a un bolígrafo?

—Si y no. No se si has escuchado de los escritos antiguos, que se usaba un frasco de tinta y una pluma enorme y fina.

—Oh como los escritores del siglo XVI, lo entiendo.

—He intentado hacerlo pero no tengo mucha práctica.

—Eso me enseñaron en un curso extracurricular de la universidad.

—¿Enserio? ¿Podrías enseñarme?

—Pues claro, ya que veo la insistencia en tus ojos.

—Eres un exagerado. —dijo dándole un codazo.

—Deberías acostumbrarte a mi, soy una caja de sorpresas, Kag.

"Espera, ¿acaba de decirle así? Pensará que soy un confianzudo."

—Creo que me encanta ese estilo en ti, Fel.

"Oh si, ahora me llamará así como en algunas patéticas novelas románticas de internet. Aunque suena tierno viniendo de ella."

—Bueno, tengo algunos frascos chicos de tinta si lo deseas.

—¿Enserio? Gracias, Félix.

—Ahora voy por ellos.

—¿No quieres que te acompañe?

—Ehm...

"Bueno, nadie se enterará si viene conmigo, todavía es temprano, ¿no?"

—Vamos entonces, es por aquí.

Se fueron a la sala de empleados y vieron que habían algunos libros viejos y una colección de plumas y frascos de tintas.

Feelings.  - Felix Month 2020Where stories live. Discover now