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Realmente no sé cual es su problema o si realmente soy un verdadero dolor en el trasero para su pasado fabuloso, pero una cosa si es segura: iré a esa fiesta y ningún fuckboy de pacotilla lo va a impedir.

-¿Que tal te fue hoy hija?...-dice mi madre sacándome de mi lucha mental con Durrell.
-Bien...-digo sin el más mínimo interés de continuar con esta conversación.
-¿En serio?
-Sí.
-¿Y porque...-saca su teléfono y me lo enseña.-no te creo?...-siento tanto asco al verme con Mateo en un jodido vídeo mientras él escupe a los cuatro vientos que yo soy su maldita ex.
-Maldita sea...-digo con los dientes apretados.-¿tienes alguna idea de lo bochornosa que fue esa situación? Quería ahorcar a Mateo y posiblemente echar su cuerpo en algún lago...-esto es tan frustrante.
-Ya pasó querida, ya pasó...-la voz de mi madre sólo logra enojarme aún más.
-¿Ya pasó?...-mi sarcasmo es súper evidente.-HAY UN PUTO VÍDEO, MAMÁ...-estoy que escupo fuego por el trasero.-lo siento...-digo después de respirar profundo tres veces y analizar que mi madre no tiene la culpa de esto.-realmente fue grosero y sé que Mateo es Mateo, pero no creí que fuera tan desgraciado...-detiene el auto en un semáforo y me mira.
-¿Hablas por el vídeo o por algo más?...-es lógico que lo del vídeo no me molestó tanto como lo que dijo en las gradas de la entrada de la escuela.
-Mateo y yo hablamos unos minutos antes de que llegaras...-desearía que no hubiera sido así.
-¿Y? ¿Se disculpó?...-rio con incredulidad ante eso.
-No...-esto es tan frustrante.-tuvo el descaro de decir que se había pasado y cuando le pregunté si se iba a disculpar, dijo que no...-siento que me voy  arrancar el cabello desde la raíz.
-¿Dijo eso?...-dice mi madre igual de frustrada que yo.-¿pero que le pasa a ese chico? Ni se parece a nuestro Mateo...-ese término me pone la piel china.
-Es porque ya no lo es mamá y creo que jamás lo fue si esta es realmente su verdadera forma de ser...-casi creo que eso es imposible.
-Ahora entiendo porque no lo soportas.
-Pero lo peor es lo que dijo al final de la conversación...-mientras aguardamos a que la puerta del garaje se abra, gira su rostro y me mira para que le cuente.-dijo que yo había sido su peor error del pasado...-desvío la mirada hacia el frente para evitar a toda costa esa mirada de tristeza, odio y rabia de mi madre.
-Lo siento cariño...-su voz suena triste, pero ni siquiera la miro porque sé que todo lo que aguanté para no llorar de la rabia se irá a la basura por ella.
-No interesa...-abro la puerta, pero antes de salir de este endemoniado momento, giro para decirle lo que mi corazón se ha guardado desde que hablé con Mateo.-para mi, él no fue un error y jamás lo será...-me fastidia, me hiere y a veces quiero matarlo, pero no me arrepiento de nada.

Cuando llega la noche y la cena esta hecha, todos nos sentamos a cenar como una gran familia normal, pero el asunto es que mi madre, como ya era de esperarse, debía sacar el tema frente a papá y Dylan.

-¿Que tal tu día cariño?...-pregunta mi padre muy contento.
-Estuvo bien, papá...-digo con mucha energía.
-Violeta...-clavo los ojos en mi madre quien aún mantiene esa mirada de borrego a medio morir que tenía en el auto cuando le conté.
-Mamá...-no me puede arrebatar la poca paciencia que recuperé.
-¿Esta todo bien?...-pregunta mi padre observando a mi madre y luego a mí.
-Sí papá.
-No cariño...-le dice ella a mi padre.
-¡Maldición mamá!...-digo golpeando ligeramente la mesa con la palma de la mano.
-Violeta...-Dylan toma mi mano para que me calme, pero ya es tarde.
-No me pidas que me calme...-digo con los dientes apretados.
-¿Que sucede aquí?...-mi padre se ve inquieto por saber que sucedió, pero yo realmente deseo que no sepa todo lo que el idiota de Mateo hizo hoy.
-Mateo le hizo daño a tu hija y la grabaron...-por el amor a todo lo que es divino. ¿Quiere alguien matarme?
-Otra vez ese chico ¿y ahora que hizo?...-era esa la reacción que deseaba evitar de mi padre.
-Papá...-digo intentando calmarlo. Cuando giro, mi hermano también se ve cabreado.-Dyl...-con rabia, saca su teléfono y busca en YouTube.-por favor Dylan...-por más que le ruego, es tarde.-¡Maldita sea! No logro entender como es que después de nuestras increíbles vacaciones familiares en la playa ¿recuerdan?...-mis ojos bailan en cada uno y luego se quedan en mi madre.-el puto regreso a clases del que tanto te hablé antes de volver aquí ha estado girando en torno a Mateo Durrell ¿no entiendes que él rompió mi corazón madre?...-aguanté todo este día sin derramar una lágrima hasta este momento donde todos estaban a nada de atacarme.-me enojé con mi mejor amiga, fui grabada en un maldito pasillo del infierno al que llamo escuela, mi ex es un verdadero dolor en el trasero y mi familia, especialmente mi madre, pasaba todo el tiempo restregándome en la cara el amor que le tenía a un idiota descerebrado que descaradamente me llamó error ¿Cómo se supone que lleve esa carga? Solo tengo diecisiete, pero soy la que debe actuar como si ya tuviera treinta por la carga emocional que conlleva estar en esta familia donde si haces algo mal o dices algo o sales con alguien siempre serás una desgracia...-clavo los ojos en mi padre y luego en mi hermano quien tiene la mirada en su plato.-necesito aire.
Ahora mismo solo se me ocurre un lugar al cual ir y lo mejor es que nadie lo conoce.

Cuando estábamos juntos, Mateo y yo descubrimos un parque cerca de nuestras casas.
Por si se lo preguntan: Sí, Mateo prácticamente es mi vecino, pero por obra de lo divino y porque su familia tienen dinero, su casa esta en la sección de los ricos.
Nuestro parque, le digo así porque prácticamente lo adoptamos como nuestro y era utilizado cuando alguno de los dos sentía la presión de las respectivas familias, es el sitio donde podíamos tener la libertad de venir, es como un pequeño hijo adoptivo y lugar secreto para simplemente desahogar toda la carga emocional.
Al llegar a nuestro escondite, tomo asiento en la banca llena de hojas y simplemente me dejé llevar por la lágrimas.

-¿Y ahora que dirá mi padre sobre mí? Me debe odiar...-entre más pienso en mi padre, más me duele el corazón.
-Eso sería imposible...-el salto que pegue casi me hizo caer de la banca.-tu nariz esta roja como tomate...-de su boca sale humo y estoy completamente segura de que no es por el frío.
-¿Estas fumando?...-pregunto en un susurro.
-Tal vez.
-Y yo que creía que ya no podías ser más repugnante...-camina lentamente hacia la banca y toma asiento junto a mi.-¿que haces en mi parque?...-pregunto alejándome un poco.
-También es mío.
-Es más mío que tuyo, Mateo...-digo con fastidio.
-No es cierto.
-Claro que sí.
-Soy quien más lo visita...-clavo mis ojos en él ante esa confesión tan extrañamente personal.
-¿Vienes muy seguido?...-bota el humo del cigarrillo, pero no dice nada.
-Te estas congelado...-se quita la chaqueta de cuero y me la pone sobre los hombros.
-No, no hace falta...-me detiene cuando me la intento quitar.
-Tu mano derecha baila cuando te congelas, Buffy...-eso me toma por sorpresa.
-¿Como lo sabes?
-Te conozco mejor que tú misma...-su desinterés al decir eso me ofende bastante.-Buffy...-tiene sus ojos pegados en el cielo ahora mismo.

Por breves instantes, desearía saber que piensa Mateo. A veces parece tan metido en su cabeza, tan hundido en algún pensamiento, que no parece ser el maldito idiota que muestra frente a los demás.

-¿Mateo?...-lentamente baja sus ojos y los clava en los míos.
-Yo...-parece otra persona completamente distinta al Mateo de la escuela.-dejé mis cigarrillos en la bolsa ¿me los das?...-no sé porque siento decepción al escuchar palabras que ni al caso, pero ¿qué  esperaba de Mateo Durrell?
-No tocaré esas mierdas...-me acerco un poco para que los tome él.
-Era mentira...-dice mientras saca la caja y el encendedor del bolsillo derecho de la chaqueta.
-¿El que?
-Fuiste lo único que me mantuvo cuerdo en ese entonces...-se incorpora sin despegar sus ojos de los míos.
-Pero dijiste que....
-Mentí.
-¿Por qué Mateo? ¿Solo para lastimarme?...-estoy atónita por lo que ha dicho.
-Tu dijiste algo para lastimarme antes de eso...-eso es una mentira.
-No es cierto, Mateo.
-Por favor, Violeta...-ahora se ve bastante molesto.-lo único que tuvo algún valor para mí ¿y debías decirlo de esa manera?...-sinceramente no sé de que habla.
-¿Pero de que demonios hablas?
-Te dije que eras el amor de mi vida porque eras la única persona que podía ayudarme a controlar eso que sentía dentro de mi, pero me restregaste eso en la cara como si fuera algo sin valor, un juguete olvidado o un pedazo de mierda...-no me había detenido ni un instante a meditar mis palabras.
-Yo...-no puedo creer lo que estoy a punto de decir.-te lastimé...-no creía que eso fuera posible, pero es así.

Realmente no puedo creer lo que mi boca acaba de escupir.
¿Lastimé a Mateo Durrell? ¿A mi ex fuckboy? Esto no me lo puedo creer ni lo puedo tragar.

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