12. 💮

11.1K 682 93
                                    

¿Alguna vez han sentido esa emoción por hacer algo que jamás imaginaron hacer? Yo la estoy experimentando por primera vez desde que pisé el césped de la mansión de los Durrell, con el montón de gente entrando y saliendo de la mansión como si fuera su casa, la música sonando hasta en el más diminuto rincón del vecindario y el alcohol abundando en todos lados.
¿Es esta una fiesta o un mercado de pulgas?

Aunque costó, después de un rato de sentir que mis oídos iban a explotar, me acostumbré a la música alta y a la vibración que le provocaba a mi cabeza.

-Esto si que es una fiesta...-Tina se ve bastante emocionada y en parte aliviada. Quizá por estar aquí o por el hecho de que yo haya venido, no lo sé con exactitud.
-Odio la música tan alta...-digo con bastante fastidio aunque ya no me desagrada tanto la música.
-Ya te acostumbrarás...-la voz de Raúl suena atrás de nosotras.-después de la primer fiesta no podrás parar de venir y te acostumbras a la vibración.
-Si bueno, yo creo que no volveré a venir a otra pero gracias por el dato...-pone los ojos en blanco y dirige su atención a Tina.
-Te ves fantástica.
-Y tú...-se siente la electricidad entre ambos.
-¿Un trago?...-ella posa sus ojos en mí como esperando la aprobación.
-¿Que esperas? Ve...-me regala una sonrisa emocionada y algo infantil antes de tomar el brazo de Raúl y desaparecer entre el tumulto de gente.

"Puedes hacerlo Violeta, esto no es nada." 

Y ahora estaba sola entre gente que normalmente evitaba en la escuela pero que ahora estaban hasta el cuerno de borrachos y que posiblemente no iban a recordar que estuve en esta endemoniada fiesta con esta maldita música que me esta empezando a molestar nuevamente. 

"¿De quién fue la idea de venir?"

Siento que para disfrutar de el ambiente debo actuar como ellos, pero no me veo fumando como lo esta haciendo una chica en el sillón de la sala o comiendo una gelatina verde como un chico en la cocina que realmente se ve feliz haciéndolo.

Para mi suerte, frente a mí hay una botella de vodka y no hay nadie cerca que parezca querer tomarla. En todas las mesas de la mansión hay alcohol y ahora agradezco que así sea porque creo que lo necesito. Es que creo que la oigo gritar mi nombre o quizá son los nervios de que no tengo a nadie a mi lado para poder hablar y por eso empiezo a creer que un objeto inanimado habla conmigo. 

La sujeto con fuerza, pero antes de levantarla, observo en todas direcciones para comprobar que nadie me esta observando. Igual no es como que me importe la opinión de un grupo de borrachos. 

"Vamos, no seas cobarde, Violeta.
No seas cobarde."

Ahora mismo el único lugar que se ve menos cargado de gente es cerca de la piscina.
Todos están bailando o besándose en los sillones de la sala, por lo que la piscina es el mejor lugar para beber en paz. 

No sé que sucede conmigo, no es como si esta fuera mi primera vez, pero nunca Vodka y mucho menos he bebido en una fiesta en la que prácticamente esta toda la escuela.

Cuando bebo el primer trago, el líquido quema mi garganta como el infierno hasta hacerme toser como una loca.

-Maldita sea...-siento que mi cabeza esta a punto de explotar por haber tosido un rato. Después de que la sensación de dolor se va quitando poco a poco de mi garganta, tomo otro trago pero el efecto es el mismo y me da otro ataque de tos. 

Bueno, no soy experta en el vodka pero creo que esta madre me terminara emborrachando antes de lo imaginable, por lo que pongo la botella a un lado y observo la piscina. 

-¿Entras?...-la voz de una chica llama mi atención.
-¿Como dices?
-¿Que si te metes?...-pregunta señalando la piscina.
-No, no creo.
-Vamos niña, no seas aburrida...-pone los ojos en blanco y me da una mirada suplicante.
-No traigo ropa para meterme.
-¿Y quien necesita ropa?...-se saca la blusa y la tira sobre el césped.
-¿Te meteras en....
-¿Ropa interior?...-se quita el jeans y lo tira encima de la blusa.-por supuesto...-me regala una sonrisa antes de correr y tirarse a la piscina.-el agua esta deliciosa...-de todas las cosas atrevidas y estúpidas que puedes hacer en tu vida, meterte en una piscina no esta del todo fuera de lo normal. 

No me quitó el pantalón, solo la blusa que ya me estaba sofocando por el calor que el Vodka provocó en todo mi cuerpo y lamentablemente me dejó la garganta completamente despedazada.

El grito que la chica pegó en cuanto caí en la piscina me dio una refrescante sensación en el cuerpo. Realmente estoy disfrutando de esta fiesta. Es que el agua da la sensación de paz pero también de hacer por primera vez algo que no tuviera nada que ver con lo que normalmente haría. 

-Olvidé la botella...-ella posa sus ojos en la botella de Vodka que esta en la orilla de la piscina y se acerca para tomarla.
-Hasta el fondo...-dice cuando me la da, lo cual hago obediente. Admito que ahora no me la estoy pasando tan mal, a pesar de la sensación en todo mi cuerpo de que va a explotar o de que mi garganta literalmente esta quemada, esto no es tan espantoso como supuse que sería.
Dejo la botella en la orilla y me hundo hasta que mi trasero toca el suelo.
¿Es por esto que la gente bebe como desquiciada?
Porque si es por esto, los entiendo ahora.

Lentamente desciendo hacia la superficie para tomar otro trago y ya salirme, pero en cuanto salgo lo primero que veo es el rostro furioso de Mateo.

"Maldita sea."

-¿Que haces aquí?...-parece extrañado y molesto de verme aquí.
-Hola Mateo...-digo con toda la amabilidad de la que soy capaz.
-¿Pregunté que mierda haces aquí?...-alzo los brazos lo más que puedo y le regalo una sonrisa.
-Bueno señor Durrell, quizá no quiero decirte que hago aquí...-digo antes de hacer un puchero. No volveré a beber alcohol en toda mi vida.
-Sal del agua...-dice con voz amenazante.
-¿Disculpa?
-QUE SALGAS DE LA PUTA PISCINA...-será el alcohol o el constante sentimiento de querer retarlo el que me hizo alejarme hacia el centro de la piscina.
-Obligame...-desvía la mirada hacia la casa unos segundos y la vuelve a clavar en mí.
-Como quieras...-lentamente se quita la camisa y deja al aire su (me cuesta admitir) cuerpo bien trabajado, tira el teléfono celular encima de ella y se tira al agua con el pantalón puesto.
-Creo que alguien esta molesto...-le digo sin despegar los ojos de él.
-Te dije que no vinieras pero como siempre...-esta más cerca de mi y realmente no sé si alejarme o quedarme a esperarlo para que me arrastre fuera de la piscina. Pues opto por la primer opción y me alejo aún más de él, acto que evidentemente lo hace refunfuñar.-¿cuántos años tienes, Violeta?...-esa pregunta me hace reír y realmente no entiendo porque.
-¿No hiciste esta fiesta para divertirnos Mateo? ¿Quién parece un gruñón ahora mismo?...-nuevamente me hundo en el sitio hasta que mi trasero pega contra el suelo. Es mejor estar hundida aquí que estar arriba viendo como me ve con ese rostro enojado y con ganas de comerme por no hacer lo que él desea.
Abro los ojos para ya subir, pero algo me toma de la cintura y no me deja moverme.

"Maldita sea."

Por un instante creí que me iba a obligar a salir, pero en lugar de eso, me hace girar para observarlo. Y ahí estaba el aleteo en mi estómago por su cercanía o quizá era la falta de aire.

Desvía su mirada hacia la superficie y estoy cien por ciento segura de que quiere que salgamos pero no quiero hacerlo, no cuando es el único lugar donde posiblemente estaré a solas con él.
¿Que mierda acabo de decir?

Sin que pueda detenerlas, mis dos manos se aferran a sus mejillas y lo obligan a volver a poner su atención en mi. Mantiene el ceño fruncido y la confusión es palpable en todo su cuerpo porque ni siquiera se mueve para alejarse y eso por alguna razón me reconforta, ya que soy yo la que tiene el control en este momento y no dejaré pasar esta oportunidad.

Sin darle siquiera la oportunidad de apartarse o que piense que tiene la oportunidad de hacerlo, atraigo sus labios a los míos.
¡Santo cielo! Esto se siente exquisito.

MI EX-FUCKBOY 🔥[Disponible En Amazon]Where stories live. Discover now