XI

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Seguimos a Seugun y a Yongsun a una galería repleta de farolas metálicas. Es hermoso, de hecho. El sol no se ha ocultado del todo, y las montañas están delineadas de naranja y rosa con las siluetas oscuras de los pinos en primer plano. El tiempo está suspendido en ese momento intermedio entre el día y la noche, que por alguna razón es más excitante aquí que en la ciudad. Como si algo estuviera a punto de suceder.

Rápidamente, la galería se llena de gente, algunos se recuestan contra la barandilla para mirar el atardece, otros se sientan en los sofás para escuchar la música de guitarras de inspiración folk. Los camareros circulan con café y té. Pasamos junto a Candy que está charlando con unos huéspedes, y cuando nos ve llama a Yongsun para presentárselos. El resto bajamos los anchos escalones de la galería en dirección al fogón comunal.

Es un fogón precioso, rodeado de bancas rústicas hechas con troncos de madera. Algunos huéspedes están asando malvaviscos sobre las llamas. Sobre una mesa hay ingredientes para que cada uno se arme sus s'mores. Cerca, luces blancas cuelgan de de una pérgola de cedro, y debajo hay tres carriles preparados sobre el suelo arenoso para jugar a las herraduras.

-¿Quieres jugar? -le pregunta Kyunghoon a Jugkook-. Debo advertirte, soy un genio de las herraduras , así que probablemente te ganaré.

-¿Ah, sí?

-Soy una leyenda -confirma Kyunghoon-. Al menos cuando tenía diez, que es la ultima... bueno, la única vez que jugué.

Jungkook se ríe.

-Si se parece a tirar anillas en la feria, soy genial. Jugúemos -me mira-. ¿Quieres jugar?

-La coordinación entre vista y manos no es lo mío -le digo. Cuando tengo que jugar juegos frente a otras personas y hacer algo en lo que soy el centro de atención, como jugar a los bolos o adivinar la película , en general me preocupa tanto que me estén mirando que termino incómoda-. Mejor los miro jugar y aprendo cómo se hace primero.

-Arrojas una herradura e intentas darle al poste -explica Jungkook.

-Así suena fácil.

-No, creo que tú piensas que es más difícil de lo que es -dice, con media sonrisa-. A veces tienes que animarte.

Eunha quiere sumarse, y solo entonces me doy cuenta de que Seungun ha desaparecido. Quizás se quedó con Yongsun para hablar con Candy. O quizás está vigilando al barman. Quién sabe. Pero me gustaría que estuviera aquí para poder volver a conversar sobre su interés sobre tomar fotos de la luna, y para que actúe como amortiguador natural entre Jungkook y yo.

Mientras hablábamos, los carriles se llenaron de otros jugadores. Así que aguardamos a un lado de la pérgola, esperando a que se libere un lugar y observando a los demás jugar. En ese momento, siento un golpecito en el hombro.

Levanto la vista y veo a una mujer de la edad de mamá, con la piel morena y el cabello atado en una cola de caballo bien apretada.

-¿Eres la hija de Choi Taeho?

-Sí.

Me pongo tensa. Y luego reconozco a la mujer. Park Sooah. La he visto en el centro. Tiene una productora de videos. Solía ser paciente de papá.

-Pensé que eras tú .dice, con una sonrisa-. ¿Viniste con tu familia?

-No, estoy de vacaciones con unos amigos -respondo, dirigiendo la mirada a Junkook y Kyunghoon. Jungkook asiente a modo de saludo.

-Ah -dice ella-. Es un lugar hermoso, ¿verdad? Estoy aquí dese hace unos días filmando un video de promoción con un equipo pequeño.

-Eso es genial.

Estrellas  |  J.J.KWhere stories live. Discover now