XV

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Cuando llevamos algunos unos minutos de, el sendero sin marcar gira hacia arriba, y luchamos para caminar cuesta arriba. Se hace difícil por el terreno rocoso y seco, y por el calor incómodo que aumenta a medida que subimos. Pero a mitad de la subida, entramos en un bosque de abetos rojos. Tiene las ramas cargadas de piñas, y nos ayudan dándonos sombras... pero no con la pendiente. Caminar en terreno plano no es tan difícil; caminar en una cuesta con piedras que se te clavan en las suelas de los zapatos, es una tortura. Me concentro en la campana anti-osos de Jungkook. Su tintineo, junto con el de mi campana que les responde, es extrañamente relajante, y su ritmo tranquilizador me ayuda a poner un pie frente otro.

Podría peor. Al menos no tengo resaca como Yongsun, que se queja del dolor de cabeza y que ya ha tenido que parar y echarse un rato porque tenía miedo de vomitar. También está molesta con Seungun, que dice que se siente bien y no deja de fastidiarla. Los observo a distancia y tato de determinar si se los ve cambiados luego de la noche de juerga. Es difícil de decir.

Miro la hora en el teléfono. La caminata de "apenas tres horas" según Jungkook ya nos ha llevado casi cuatro. El camino se ha nivelado, lo cual es bueno. No tenemos que subir ninguna pendiente más. Pero tengo los muslos prendidos fuego, y dentro de poco tendré que ir al baño. Justo cuando creo que ya no puedo dar ningún paso más, Jungkook alza la cabeza.

-Paren -no dice-. Escuchen.

Escuchamos.

-¿Oyen eso? -pregunta.

Nos miramos. Y en ese momento oigo algo.

-Agua -digo.

-Catarata -me corrige, con un sonrisa victoriosa.

Lo seguimos a través de una arboleda que se va haciendo cada vez más densa, tan densa que si no fuera porque cada vez la oigo más fuerte, me costaría creer que hay agua por aquí. Pero cuando la arboleda se abre, llegamos a la fértil orilla de un rió.

La catarata de Jungkook.

El agua, blanca y neblinosa, cae de distintos niveles de rocas grises y desemboca en una laguna verde azulada. La laguna está rodeada por enormes rocas redondeadas que también salpican el arroyo que sale de ella, Y que crean un puente de piedra natural que lleva a la otra orilla. Grandes helechos crecen al pie de los árboles y musgo verde brillante cubre los lados de las piedras.

No es una catarata muy grande, pero es solo para nosotros, y es exuberante y hermosa.

-Guau -dice Seungu, apreciando el paisaje a su alrededor-. Es mejor de lo que esperaba.

-Es preciosa -agrega Eunha-. Miren al agua. Es muy transparente.

-Nuestro propio paraíso privado -asiente Yongsun-. Púdrete, Campamento Muir.

Kyunghoon señala un sendero angosto que sube a la izquierda de la catarata.

-Parece que se puede subir para zambullirse. Es genial.

-¿Qué te parece? -me pregunta Jungkook a la altura del hombro.

-Me parece un sueño -le respondo, con sinceridad.

-Sí -dice, satisfecho-. Es exactamente lo que pensé.

Estamos todos agotados y aliviados de poder dejar nuestras mochilas mientras Junkook nos explica cómo es el lugar. Como él ya ha acampado aquí, ha explorado todos los rincones. Cruzando el puente de piedra, el lado norte del rió es el mejor lugar para recoger leña para el fuego. Donde estamos parados es un buen lugar para armar las carpas, y se puede encender el fuego en un refugio de granito donde rocas enormes forman una barrera natural.

Estrellas  |  J.J.KWhere stories live. Discover now