Capítulo 9

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Narradora

Los días seguían su curso, su investigación aún no daba frutos, no habían encontrado nada, y a nuestra querida peliblanca esa melodía la perturbaba de noche, sus ojos se notaban cansados y con falta de sueño, ya eran varios los días en que durante la tarde se quedaba dormida a medio día ya que por la noche no había podido descansar.
La duda y el miedo no la dejaban dormir, quería saber de donde provenía pero el miedo se lo impedía pero hoy, estaba decidida a saber el origen de esta, sin importar las consecuencias.
Como todos los días los chicos buscaban cualquier pista por más mínima que fuera sin resultado, más que sólo unas cuantas partes del escrito antiguo que Rapunzel ya tenía, pero era muy poco en comparación con la gran búsqueda que todos los días hacían, y parecía como puestos a propósito en el lugar donde los encontraron, como si alguien los hubiera puesto allí. Eso era extraño.

-Esto es inútil... deberíamos interrogar al Rey, el de seguro tiene todo bien oculto- hablo Chloe exhausta mientras era acompañada por Adrien hacia el comedor pues ya era hora de la cena

-Deberíamos amordazarlo y amenazarlo- agregó Adrien mientras tomaba la mano de la princesa y daba un beso en el dorso de esta

-¡No! Esto se debe solucionar de manera civilizada y diplomática Adrien- respondió ella pero detuvo su habla y andar al ver como en medio del pasillo estaba su amiga dormida - ¿___________?-

-¿está dormida?- pregunto Adrien acercandose a ella para después cargarla como costal de papas

-Ten cuidado y tratala con delicadeza, esta cansada, vamos a su habitación y después al comedor, no creo que despierte, solo mira su rostro, esta agotada- respondió la rubia cambiando su andar hacia la habitación de la menor

Y dicho y hecho, llevaron a la chica a su habitación para que descansará, para después ellos ir a cenar con el resto y explicarles la situación de la joven.

Pasadas las horas todos dormían plácidamente en el Palacio, a excepción de los guardias que siempre hacían sus rondines. Nuestra peliblanca dormía tranquilamente hasta que una melodía ya familiar para ella entró en sus oídos, su piel se erizo, y sus ojos lentamente se abrieron. Esta vez sentía que la melodía se escuchaba más fuerte así como sentía el latir de su corazón más acelerado. Estaba cansada de sentirse Así, ya no dejaría la situación Así, quería saber de donde provenía esa melodía.
Decidida se levantó de su cama, y descalza salió de su habitación guiada por esa melodía que llenaba sus oídos, y hacia palpitar su corazón más rápido. Recorría los pasillos del palacio que sólo los iluminaba la luz de la Luna, algunos guardias la miraban confundidos pero ella no les tomaba importancia, seguía su camino.
Por extraño que parezca esa melodía le sonaba familiar, conocida de hace años, como si estuviera familiarizada a sus recuerdos más antiguos pero no sabía a cuáles exactamente y eso era extraño, no sabía a que estaba relacionada. De pronto llegó a un pasillo donde la luz de la Luna ya no alumbraba, estaba completamente oscuro, tuvo que tomar un candelabro que estaba sobre una mesa y encenderlo para continuar su andar. Al fijarse bien, ese pasillo lo conocía, era donde había visto a ese extraño sujeto hace unos días, donde el rey la descubrió que no debía pasar, pero que más daba, el rey no estaba despierto a esa hora, y la curiosidad ya no la dejaba detenerse así que sin más se adentro a pesar del gran letrero que decía "prohibido pasar".
Parecía que no tenía fin, o quizá solo era su nerviosismo que le estaba jugando mal con ella, a lo largo del pasillo había diversas pinturas de diferentes personas, retratos, pero todos tenían algo en común, un sello distintivo que llevaban en sus ropas o que estaba en alguna parte del cuadro.
Era una luna con tras líneas incrustadas... ¿que significaba ese símbolo?
Algunas partes del piso comenzaban a rechinar, haciendo notar que esa zona era más antigua y estaba más abandonada pues el piso tenía daño y está descuidado. Pero no le tomo importancia, siguió su andar, al final del pasillo había una gran puerta llena de cadenas y candados viejos y oxidados, fácilmente se podían trozar.

Pero antes de que lo hiciera, uno de los cuadros llamo su atención, estaba tapado con un velo negro y no se distinguía bien quien era, llevaba por la curiosidad tiro de aquel velo viejo y  empolvado, sorprendiendose al ver el rostro que había allí.

-¿Mamá?- salió de sus labios sorprendida

Un retrato de su madre se encontraba allí, podía reconocerla por que a pesar de que no la haya conocido su padre le enseñó retratos de ella y la describía como era, y Si, estaba segura que la mujer de ese cuadro Era su madre, siendo joven, quizá, antes de que naciera ella.

-M-mami...- susurro con cariño y con algunas pequeñas lágrimas en sus ojos, aún se sentía culpable por su muerte, aún le dolía no tenerla a su lado - Lo siento... Yo tuve la culpa-

Acaricio con sus dedos el cuadro para después dar un beso en este y volver sus ojos a la puerta, preguntándose, que hacía un retrato de su madre allí, entre tantos recuadros, notando que también tenía ese extraño símbolo en forma de un dije que colgaba de un collar de su cuello.

Con bastante facilidad logró romper los candados y quitar las cadenas, pero no podía decir lo mismo de las puertas, eran enormes y bastante pesadas, intento de varias formas y sólo se quedó con una opción, trozarlas con ayuda de sus rocas, aunque causaría un escándalo, la lejanía le daría tiempo de seguir su investigación y puede que hasta contuviera el eco.

Y dicho y hecho, hizo mil pedazos esas grandes puertas, causando un escándalo, que a pesar de la lejanía llegó a las demás habitaciones causando que quienes dormían plácidamente despertaran de golpe y confundidos.

-Bien.. vamos- miraba el pasillo a donde llevaban esas puertas, lucía oscuro y lúgubre, llevaba su candelabro pero una ráfaga De viento lo apago

Dejándola a oscuras, pero después fue creándose un camino de pequeñas rocas que resplandecian ante sus pasos, al adentrarse descubrió que ese pasillo la guiaba a unas escaleras en forma de caracol, sin más comenzó a bajarlas, estas estaban dañadas, los escalones no estaban en buenas condiciones por lo que debía bajar con cuidado para no caer. Pero en cierto punto  y por una pequeña distracción sus pies se enredaron en su cabello y termino rodando por las escaleras hasta llegar al fondo.

-A..auch..- se quejó al terminar por fin en el fondo -Eso dolió un poco- lo único que se escuchaba era su voz y esa melodía aún

Se puso de pie con dificultad y algo de dolor, observando el lugar que parecía ser un salón vacío, todo estaba oscuro, al fondo sólo se observaba una pequeña luz, al parecer de una vela, se acercó allí notando que junto a esta un camino donde al parecer había un líquido que sería algún tipo de combustible que seguía un sistema que se encargaría de iluminar toda la habitación, sólo acerco un poco la vela a este líquido y dicho y hecho, en pocos segundos el fuego recorrió este líquido poco a poco hasta que toda la habitación quedo iluminada, mostrando que no era una habitación vacia, era una habitación con muchas cosas, a su parecer era una especie de guarida, cuartel, secta o algo similar, un lugar para hacer planes, conspiraciones o cosas de ese tipo.

-Vaya... tardaste mucho en venir, pensé que eras más inteligente y rápida- hablo una voz a sus espaldas haciéndola sobresaltar

-¿Padre?-

CONTINUARÁ....

READY AS ILL EVER BEWhere stories live. Discover now