VIII

3.2K 359 44
                                    


Juliana

Cuando le explique a todos lo que había pasado me dejaron en paz con sus preguntas, estaba sentada en el sillón mirando el movimiento de las llamas, pero en realidad mi mente estaba en otra parte, había comenzado a recordar lo que había sucedido en ese club nocturno, de lo cerca que estaba de Val, si no hubiese sido por ese grito Val y yo nos hubiésemos besado, ¿pero que habría pasado después de eso? ¿Qué se hace o se dice después de eso? Por suerte no pasó, por que la verdad no tengo respuestas a esas preguntas. Las puertas se abrieron.

—Creí que ya te habías ido a dormir —me dijo Lena.

—No tengo sueño —conteste —. En realidad no puedo dormir.

—¿Estuviste aquí el resto de noche?

—¿Resto de noche? —pregunté confundida.

—Si, ya son las 7...—miro el reloj que estaba en la pared —7:45 de la mañana.

—No me había dado cuenta —le dije.

—Me imagino, este lugar pareciera que siempre es de noche —me dijo, yo le di media sonrisa y me levante.

—¿A que hora vienen Víctor y sus hijas?

—En la tarde —contestó Lena.

—Bien, entonces estaré en mi habitación —le anuncie y me fui.


Valentina

Había caminado por el interior del bosque, camine bastante hasta llegar al lugar que me encantaba, di un salto y quedé sobre ese bloque errático, tenía una gran vista a lo más profundo del bosque, aunque el día estaba nublado la vista seguía siendo increíble, me senté cruzando las piernas y sentí como la brisa del viento removian mi cabello suelto. Me gustaba estar ahí, me servía para pesar, ya que era un lugar alejado y tranquilo, veía bandadas de pájaros volar, uno que otro puma, ciervos, ardillas, todos vivían tan tranquilos, sin ningún problema, en paz, aunque igual eran cazados por animales más salvaje, pero esa era su naturaleza. Me gustaba pensar como sería mi vida si no fuera una Lircay, ser una humana normal, vivir, divertirme, enamorarme, formar una familia, bueno, eso último si podía ser, el problema es que no había ningún Lircay que me interesara de esa manera, aunque estaba Aaron, siempre he sabido de su interés por mi, es guapo, alto, un gran guerrero Lircay, pero siempre lo he visto como otro hermano más.

—¡Valentina! —y hablando del rey de Roma, ese que gritaba era Aaron, me levante.

—¡Aquí! —moví mi mano, vi que se acercaba, de un salto llegó a mi lado.

—Te estaba buscando —me dijo.

—Eso veo —le dije y volví a sentarme como estaba antes, se sentó a mi lado.

—¿Que le encuentras a este lugar? Además de estar tan alejado de nuestro hogar.

—Me gusta estar aquí, me sirve para pensar. Si no fuera por las nubes verías lo hermoso que es —le dije.

—Si tu lo dices —me dijo, sentía su mirada sobre mi.

—¿Quieres preguntarme algo? —lo miré, este asintió lentamente sin dejar de mirarme.

—¿Te han dicho lo hermosa que eres? —me pregunto, yo sonreí.

—Eh, no, no me lo han dicho.

—Pues lo eres —me dijo —. Y ya que usas este lugar para pensar, ¿ya pensaste bien aceptar salir conmigo...tener una cita conmigo? —preguntó con una media sonrisa.

—Si, lo he pensado —conteste, su sonrisa creció más —. Y la verdad...no, no quiero tener una cita contigo, lo siento. Podemos salir, pero solo como amigos.

Dhampiresa [Terminada] Место, где живут истории. Откройте их для себя