XII

3.2K 381 24
                                    

Juliana

-¡Juliana! —una voz grito mi nombre y las dos miramos a la persona que grito.

Esto tiene que ser una broma.

Bajamos con Val y nos acercamos, yo ya estaba algo nerviosa, de haber visto lo que pasó con Val hace unos momentos, de seguro me regaña.

—Ho-hola, Lena, ¿que sucede? —pregunté.

—Necesito que me acom... —miró unos segundos a Val —. Será mejor que me acompañen las dos —Val y yo nos miramos, ella levantó los hombros y seguimos a Lena. Seguramente quería hablar con las dos, reclamarle a Val y regañarme, lo raro es que mientras caminábamos íbamos a otra dirección y no hacía el castillo, caminamos y caminamos dentro del bosque, calcule unos 20 minutos caminando, pero poco a poco fui reconociendo el lugar, era un lugar muy hermoso; árboles verdes oscuros claros cubiertos por pequeñas flores blancas u amarillas, arbustos de un metro y medio de alto con frutos rojos comestibles, otros árboles eran de hojas rojas, Amarillas y anaranjadas, típicas hojas de otoño, aunque aún no llegaba esa estación. Pasamos todo eso hasta llegar a un camino de piedras de todos los tamaños y colores enterradas en la tierra, era un espacio verde abierto de unos 64 metros cuadrados con jardines de flores al rededor. Mire al frente y vi esa pequeña casa, mi casa de cuentos de hadas, que era muy parecida; era una casa abandonada que encontré hace mucho tiempo atrás, era un lugar muy tranquilo, la había ordenado completa, incluso arregle algunas partes; la fachada la dejé igual como casa abandonada, pero solo limpié un poco y le quite las ramas secas que la cubrían, también la pinte de rojo, la puerta no era como las demás, esta era redonda de madera, una madera muy gruesa.

—¿Qué es este lugar? —pregunto Val.

—Mi hogar —conteste, me miró confundida—. Es mi hogar cuando necesito estar tranquila o pensar.

—Entiendo —me dijo con una sonrisa —. Es hermoso.

—Y tiene de todo a dentro. Cocina con todos sus muebles, un refrigerador, microondas; también dos habitaciones con cama y sus muebles, cocina armarios, un baño con una tina —le hablaba mientras entrábamos al lugar, pero lo hicimos por la puerta de la cocina que estaba atrás al rodear la casa —. Aunque igual puedo poner una ducha. También está patio que acabamos de pasar para entrar por aquí. Sigamos —tomé la mano de Val y la guíe, pasamos por el baño y luego por las habitaciones —. Y este es el living y comedor; ahí esta la mesa con sus sillas, más al fondo la mesa de centro, otros muebles, los sillones, también Kara, y...espera, ¡Kara! ¿Qué haces aquí? —pregunté.

—De eso quería hablar —habló Lena poniéndose al lado de Kara con los brazos cruzados, veía preocupación en su rostro.

*      *      *

—¡No puedo creer que todo se a cierto! ¡Que ustedes de verdad existan! —Lena, Val y yo hablamos con Kara y le contamos todo —¡¿Entonces ustedes son enemigos mortales y ahora se unen para destruir otras fuerzas que amenazan a la humanidad?!

—Si —contestamos las tres al unísono.

—¡Es que es algo tan imposible de creer! —la mujer parecía extasiada —. Necesito saber más cosas de ustedes, los mitos.

—¿Que? —preguntamos las tres al unísono.

—¿Es verdad que brillan a la luz del sol? ¿Pueden volar? ¿Se convierten en murciélago? ¿Cuando te transformas en lobo cuanto tiempo duras así? ¿Te transformas con ropa? ¿Tienes pulgas? —esa pregunta me hizo reír —. ¿Las matan los ajos... huyen de las cruces... mueren con la luz del sol...se reflejan en los espejos...que les hace la plata...

Dhampiresa [Terminada] Where stories live. Discover now