Capítulo 12: El cementerio

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Aeren apareció en el cementerio, un aroma siniestro se respiraba, era todo muy tenebroso, y sí, es un cementerio, pero había algo raro en él, algo malo. Se fue adentrando en el cementerio, cuando más se adentraba, más tenebroso se volvía todo, caminó hasta toparse con una tumba en la que ponía Riddle, al lado, una estatua de la muerte con alas y con su respectiva arma.

Mientras tanto, los campeones estaban dentro del laberinto, cada uno iba por un camino distinto, hasta que Harry encontró a Fleur que estaba siendo arrasada por las plantas, alzó su varita y lanzó una luz hacia el cielo, para indicar el lugar donde se encontraba la campeona que abandonaba la competición. Fuera del laberinto Hermione se había dado cuenta de que su amiga no estaba, pero al principio no se preocupó, pues pensó que su amiga podría haber ido al baño, lo cual era un poco raro porque siempre le avisaba para que supiera cuando se iba.

- Ron. ¿Dónde se ha metido Aeren? – preguntó Hermione.

- No tengo ni idea, puede que haya ido al baño.

- Eso había pensado, pero tarda mucho, además, me habría dicho algo – dijo con un tono más serio mostrando preocupación en su rostro – voy a ir a buscarla – no pudo levantarse, el pelirrojo le cogió de la mano para impedir que se fuera, acción que hizo que a la castaña se le ruborizaran las mejillas – suéltame Ron, le ha podido pasar algo.

- No voy a dejar que te vayas, dudo que le haya pasado algo, además, si ese es el caso, sabes que es capaz de defenderse sola – la chica abrió la boca para quejarse, pero Ron siguió hablando – Sí, ya sé que tú también eres capaz de defenderte sola, pero ahora tenemos que estar aquí, si te vas a buscarla, Hogwarts es enorme, igual ella está por una parte del castillo y tú por la contraria, así no os encontraríais hasta llegar aquí, lo cual me parece que es mejor que la esperemos aquí– pareció haber convencido a su amiga, ya que esta se sentó y miró al frente, acababan de sacar del laberinto a la señorita Delacour.

Volviendo al cementerio, Aeren seguía investigando para ver que podía descubrir en ese tenebroso lugar "¿Por qué querrá Ojoloco que Harry acabe aquí? Además, tampoco se sabe si Harry va a ser el que encuentre la copa, cualquiera de los cuatro campeones podría ser el ganador. Fue moviéndose de un lado a otro, hasta que escuchó una voz, no la reconocía, cuando acababa de decir cualquier palabra, parecía que sus dientes hicieran un chirrido, el típico sonido que hacen las ratas. Un poco más tarde escuchó otra voz distinta, pero esta era ronca y mucho más siniestra, parecía provenir de un cuerpo pequeño, pero de un alma oscura.

Harry se encontró con Cedric, pero no pudieron hablar mucho, pues el laberinto seguía cambiando a medida que transcurría el tiempo, antes de separarse, una luz resplandeciente deslumbró a los dos campeones de Hogwarts, parecía que venía de un callejón situado a la izquierda, los dos comenzaron a correr, una vez llegaron a la esquina de dicho callejón, pudieron presenciar la resplandeciente copa, la copa que proclamaría a uno de los dos campeones el vencedor, que recibiría gloria eterna y se convertiría en una leyenda.

Los dos chicos se miraron a los ojos, ambos querían salir corriendo, pero sabían que si hacían eso su amistad sería destruida y ellos no querían que eso pasara, pues eran muy buenos amigos, entonces Cedric dijo:

- Harry, toca tú la copa.

Pero Harry no estaba de acuerdo con la decisión del compañero, así que le respondió:

- No, tócala tú, te lo mereces.

- Harry, no voy a discutir contigo ahora, está claro que tienes a gente que te quiere ahí fuera, Hermione, Ron, Aeren... Ellos estarían muy orgullosos de que tú ganaras, además, te convertirías en el ganador del torneo más joven de la historia, en primer año ya te escogieron como buscador para el equipo de Quidditch, eso es porque estás destinado a ser una LEYENDA – la última palabra resonó por todo el laberinto, que empezó a temblar, al parecer iba a volver a cambiar.

- No te dejaré aquí, los dos tocaremos la copa.

- Está bien.

Comenzaron a correr, esquivando las ramas que sobresalían de las paredes del laberinto apartándolas con sus varitas o con sus propias manos, hasta que Cedric se tropezó con una rama que sobresalía del suelo, cayó y la rama sujetó su pie, haciendo que este no pudiera moverse y quedara inmovilizado, cada segundo que pasaba, la rama iba apretándole cada vez más, entonces le dijo a Harry, quien iba más avanzado:

- ¡Harry corre! Déjame aquí y toca la copa.

Pero Harry se negó a dejar tirado su amigo, volvió hacia donde se encontraba el Hufflepuff y lanzó un hechizo a la rama que le estaba sujetando la pierna, esta se desintegró en cuestión de segundos. Tan punto el pie de Cedric quedó libre, se levantó y él y su amigo comenzaron a correr lo más rápido que podían, para llegar a tocar la copa antes de que el laberinto los atrapara. Cuando tocaron la copa se trasladaron a un lugar, un lugar el cual a Harry le resultaba peculiar, se trataba del cementerio que veía en sus pesadillas.

Aeren se asustó al ver que alguien estaba usando un traslador, se imaginaba que sería el campeón que había llegado antes a la copa, pero no era solo uno, sino, dos. Los chicos, que se percataron de la presencia de Aeren le preguntaron:

- ¿Qué haces aquí?

- Escuché que el "profesor Moody"- dijo haciendo comillas con los dedos - había convertido la copa en un traslador.

- No me gusta el aspecto de esas comillas – dijo Cedric.

- No es el verdadero profesor, ha estado fabricando poción multijugos, podría ser cualquiera.

En ese momento los amigos fueron interrumpidos por las voces que Aeren había escuchado anteriormente.

- Mira quien está por aquí – dijo la voz que hacía sonidos de una rata, había salido de una especie de cueva, delante de ella había un caldero, aunque estaba vacío.

- Colagusano, ¿Qué haces aquí? – dijo Harry.

- Lo mismo que tú, tengo que presentarte a alguien, aunque veo que tú también traes a dos amiguitos. ¿A quién tenemos el placer de conocer esta noche? – dijo mientras sostenía entre los brazos una sábana que cubría algo.

- Pues... - dijo Aeren – estamos aquí con Harry. Cedric y él van a ser los nuevos campeones del torneo de los tres magos – Cedric le dedicó una sonrisa a su novia, aunque en el fondo estaba asustado.

- Espera, has dicho ¿tenemos? – dijo Harry sorprendido - ¿Acaso hay alguien más aquí?

- Pues claro, para esote necesitamos – levantó un trozo de la sábana, la cual dejó a la vista unrostro, pero no un rostro cualquiera, no parecía el rostro de un bebé – te presento,al SEÑOR OSCURO.

YO SALVÉ A CEDRIC DIGGORY | ᵂᵉ ᵇᵉˡᵒⁿᵍ ᵗᵒᵍᵉᵗʰᵉʳDonde viven las historias. Descúbrelo ahora