Capítulo 15: Te escribo esta carta

2.3K 167 62
                                    

- Aeren – dijo una voz.

La vista de Aeren estaba nublada, sus oídos habían dejado de escuchar, su mente había dejado de pensar, su corazón se había parado durante unos segundos, hasta que cada vez latía con más velocidad. La voz seguía hablando.

- Aeren, Aeren...

Aeren volvió en sí, su amiga estaba frente a ella, con los brazos estirados sosteniéndole de los hombros, mientras la agitaba.

- ¿Estás bien? Deberíamos ir a desayunar – dijo Hermione intentando desviar los pensamientos de Aeren hacia otra cosa.

- Vale – respondió con la mirada perdida.

En dirección al gran comedor se encontraron con Fred y George, nunca se separaban, siempre iban juntos.

- Aeren, podemos hablar contigo un segundo.

- Claro.

- Mientras habláis voy a ir a coger sitio – dijo Hermione mientras se alejaba.

- Verás... - dijeron los dos a la vez – Hemos escuchado la conversación que estaban teniendo McGonagall, Dumbledore y Madame Pomfrey. Lo sentimos mucho, sentimos mucho lo que le ha pasado a Cedric.

- Muchas gracias chicos, pero ¿cómo os habéis enterado de lo que estaban diciendo?

- Un mago nunca revela sus secretos – dijo Fred mientras le sonreía y le daba un empujón amistoso.

- Es cierto, porque si no ¿qué gracia tendría? – siguió George.

- Bueno magos cotillas, debo ir a desayunar con mi amiga.

- Adiós – dijeron a la vez, sonrieron y se fueron por el pasillo.

Aeren llegó hasta la mesa donde estaba su amiga. La mesa estaba, como siempre, repleta de comida. Se sentó a su lado y comenzaron a desayunar, pero Aeren no comió demasiado, su estómago estaba cerrado.

- Venga Aeren, por favor, no puedo verte así.

- Lo siento, a partir de este momento voy a dejar de lloriquear como una niña y voy a empezar a comportarme de una forma más madura.

- Vale, pero solo quiero que sepas que llorar no es de ser niñas, ni débiles. Llorar es de ser humanas, mostrar tus sentimientos no quiere decir que seas débil, al contrario, te expresas para que los demás te conozcan tal y como eres. Sin excepciones, en los momentos buenos y malos - le dio un bocado a su tostada y sonrió a su amiga.

- Ay Herms, no sé qué haría yo sin ti.

- ¿Y yo sin ti? – se miraron y se sonrieron.

Las dos amigas estuvieron charlando hasta que llegó la hora de la clase, les tocaba clase de encantamientos. El profesor Flitwick esperaba a los alumnos subido en una especie de banco, para que todos los alumnos pudieran verle sin ninguna dificultad, digamos que su estatura no ayudaba mucho. Cuando Aeren y Hermione entraron, no había casi ningún alumno, pues ellas preferían llegar temprano a llegar tarde. Prepararon sus libros y sus varitas, dejándolos encima de la mesa.

Unos minutos más tarde, los alumnos comenzaban a llegar, Malfoy y sus amigos se sentaron en la zona de enfrente en la que estaban situadas las chicas (los pupitres de los alumnos estaban colocados a los laterales de la clase, dejando en el centro al profesor). Más tarde vieron como entraban Harry y Ron, que se sentaron detrás de las chicas.

- Buenos días queridos alumnos. Como bien sabréis, el día de hoy vais a aprender dos nuevos encantamientos. Y como siempre os digo, debéis utilizarlos cuando realmente os hagan falta – hizo una pequeña pausa – Bien, empecemos, el primer hechizo que os voy a enseñar es "Depulso", este hechizo permite alejar tanto objetos como seres vivos de aquel mago o bruja que lo conjure. Solo tenéis que apuntar con la varita a aquello que queráis alejar y señalar un punto en concreto donde queráis dirigirlo.

YO SALVÉ A CEDRIC DIGGORY | ᵂᵉ ᵇᵉˡᵒⁿᵍ ᵗᵒᵍᵉᵗʰᵉʳDonde viven las historias. Descúbrelo ahora