No dejaré que nadie te lastime

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Parte: II/III
Alerta: Este Imagina no tiene nada que ver con la serie "Madre"
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La chica despertó del profundo sueño y talló sus ojos al ver que ya había amanecido, hubiera preferido no acordarse de todo lo que había pasado ayer pero todo vino en un flashback rápido. Se sentó en la cama y notó que el albino aún seguía dormido a su lado, sonrió de lado y se levantó para ir al baño y lavarse la cara. Cuando se escuchó el agua del grifo correr, el albino despertó y se sentó en la cama viendo a la chica desde la cama mientras lavaba su cara. Tomó la toalla de baño y se secó el rostro para verse en el espejo, justo en su mejilla derecha estaba un pequeño moretón morado por el golpe que había recibido ayer, el albino se acercó a ella y acarició suavemente el moretón sin hacer tanta presión sobre este.

-¿Te duele mucho?

Susurró por lo bajo, la chica negó sin dejar de verse en el espejo.

-No me duele, pero no me gusta como se ve...

Suspiró y sacó del cajón un poco de maquillaje que usaba para sus presentaciones, logró echarse un poco para disimular el golpe que no se notaba mucho ahora con este, pero ella sabía que el golpe estaba ahí. Con un suspiro profundo volteó a ver a su novio algo tímida.

-¿Crees que... Podemos pasar el día en el taller?

Susurró viéndolo como si fuera una niña pequeña pidiendo permiso para salir a jugar afuera, era adorable, el albino sonrió y besó su frente con amor.

-No debes pedirme eso, sabes que sí.

Sonrieron y ambos se fueron volando hasta el Polo Norte, más específico al taller del guardián del asombro.

Cuando llegaron no contaban con que el espíritu de los sueños y la Pascua estaban junto a él, todos los vieron llegar y sonrieron para recibirlos eufóricos, pero sus voces se apagaron cuando vieron algo extraño en la mejilla de la chica.

-¡Hey, hola! Traje a TN, para que pasara el día con nosotros aquí, ¿está bien?

El guardián del asombro salió de su trance y asintió rápidamente.

-¡Claro que sí!, TN sabe que es bien bienvenida aquí siempre.

La chica y su novio sonrieron un poco mientras aún seguían en un abrazo, el gran Santa Claus se acercó un poco a ellos con su mano en su barbilla haciendo ademanes sobre pensar algo.

-Sólo quiero decirte TN... Que, aunque parezca que todos estemos ocupados o tal vez no seamos tan unidos siempre... Sabes que cuentas con nosotros para lo que sea, y quiero que sepas que aquí te vemos como una más de nuestra familia...

Le sonrió dulcemente a la chica, sabía que algo andaba mal pero no iba a preguntar a menos que ella quisiera hablar de eso.

-¡Si! Yo te veo como una hermana menor y Meme te ve como un tío... O eso me hizo entender con sus figuras.

Dijo el guardián de la esperanza con el de los sueños sacando humo dorado de sus oídos, sacándoles una sonrisa tímida a los jóvenes.

-Y tú, sabes que tú eres para mí como una hija TN, y espero que tú alguna vez puedas verme como un padre para ti.

Susurró con una sonrisa cerca de ella. La chica lo vió y después a los otros dos guardianes, para finalizar su mirada en su novio, quien le asintió con una sonrisa y ella abrazó a Norte soltando unas lágrimas, él no dudó en responderle el abrazo y acarició su cabello tratando de calmarla de a poco. El albino suspiró y cuando se separaron empezó a contarles todo lo que había pasado desde que se había ido del Polo. Luego de la historia, la chica con la manga de su suéter limpió el maquillaje de su mejilla dejando ver el moretón que tenía, todos los guardianes se sorpendieron pero no dijeron nada.

Imaginas Jack FrostWhere stories live. Discover now