SEGUNDO DÍA (II PARTE)

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El desayuno había sido lo más tranquilo de su mañana... no... eso sería lo que una persona normal en una situación normal diría... pero no era ese el caso.

Después de escupirle a Dot en la cara tuvo que pasar el desayuno en una esquina en silencio mientras que todos iban llegando poco a poco, gracias a la llegada de su QUERÍDISIMA Pacífica Northwest que, por supuesto, le tenía tanta estima que cualquier día podría matarlo con una almohada mientras dormía... o bañarlo en agua bendita si no fuera porque casi toda el agua del pueblo estaba completamente congelada... no recordaba la última vez que había agradecido tanto ver a Pacífica.

Pacífica culpaba a Soul por la desaparición de Mabel, quien no, Mabel había sido quien salvo a Soul el día en el que él había logrado "escapar" de la prisión de Leyna... aún seguían sin entender como había sido posible que él escapara. De hecho, incluso él seguía preguntándose cómo había "escapado", y es que había una laguna en su memoria, y ese lapso de tiempo todavía se encontraba borroso...

No recordaba nada de lo que había sucedido desde que había ido a hablar con Leyna, solo recordaba entrar al bosque y luego ver a Mabel frente suyo, con expresión preocupada...

Recordaba perfectamente cómo había preguntado a la Pines sobre qué había sucedido y como esta le contó que había estado desaparecido por mucho tiempo, por meses o años, no lo sabía realmente. Antes de que ellos pudieran regresar una tormenta de nieve los detuvo en el camino... ni siquiera Soul sabía que había ocurrido esa vez, Stan y Mabel habían desaparecido ese día, Soul y Dot regresaron al refugio sin saber que había sucedido. Tal vez fue solo paranoia de parte de Pacífica, pero ella comenzó a sospechar que los dos demonios tenían alguna clase de conspiración con Leyna... Pacífica no confiaba en Soul ni en Dot, de hecho, ella no confiaba en ninguno de los demonios que los acompañaban dentro del refugio.

– ¿Todo bien, tío Soul? – escuchó la voz de Tanya detrás de él – Parece como si acabaras de ver un fantasma.

– Puede que haya sido así – suspiró, volviendo la vista a la pared, ¿desde cuándo una pared se le hacía más interesante? – Lo siento... la llegada de esos tres resultó... inesperada...

– Oh – suspiró simplemente Tanya antes de sentarse en el suelo, junto a Soul – Entonces... ¿Ya conociste a...?

– Espero que no estés planeando lo que creo que estás planeando, Tanya – advirtió Soul sin ver a la adolescente todavía – Ellos deben decidir por su propia cuenta... y, sinceramente, si yo estuviera en sus zapatos... abandonaría este lugar lo antes posible.

– ¿¡Qué!?

– Lo siento, pero es la verdad... sabes mejor que otros que ellos podrían ser la respuesta a nuestros problemas... como podrían simplemente provocar que todo empeorase. Sinceramente; si tú un día llegaras a un pueblo del que ni siquiera tenías conocimiento y te dijeran que eres la última esperanza de este ¿arriesgarías tu vida para salvarlo?

– ¡Claro que lo haría, yo...!

– No tienes idea de lo que dices – interrumpió – No puedes ponerte en los zapatos de otros tan fácilmente... piensa en la pregunta que te hice y responde cuando des con la respuesta verdadera.

Soul tenía sus razones para desear que la respuesta fuese negativa. A diferencia de muchos en aquel refugio, él sabía mucho más de porque Leyna estaba haciendo lo que hacía, no la justificaba... no había justificación para destruir las vidas de muchos...

Giró en uno de los pasillos y ahí, parado en medio de este, deteniendo su camino, se encontraba quien recordaba era el gemelo mayor, Tyrone... al parecer ahora tenía una explicación que dar a aquel niño. Suerte que Tyrone había heredado gran parte del carácter de Dipper y no lo imprudente de Bill... bueno... Dipper también era imprudente a veces.

El Final de su mundoTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon