QUINTO DÍA

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Observaba a Astrid tratando de atrapar una especie de esfera de luz en el cuarto de entrenamiento del refugio, no sabía si reírme o sentir compasión por ella, a pesar de las instrucciones que le había dado Dot al inicio del ejercicio, ella parecía haber olvidado todo lo que su tutor le dijo al momento en el que comenzó el ejercicio.

– Su paciencia es menor que la de su padre – gruñó Dot golpeándose la cabeza contra una pared – ¿¡Qué mi**** hice en mi mal**** existencia para tener que soportar a otra idi*** de la misma p*** familia!?

– Creo que la pregunta correcta sería: ¿Por qué me ofrecí a entrenar a Astrid cuando todo indicaba que iba a ser igual que Bill? – habló Soul, mirando a Dot a su lado.

– Gracias, capitán obvio – respondió el mayor con sarcasmo.

Por mucho que ellos hablaran de nuestros padres, nunca decían nada relevante. Soul me había explicado un par de cosas sobre los poderes de nuestro padre, Bill Cipher, el demonio de los sueños... pero mantenían muchos secretos acerca de ellos. Sé que Astrid no había preguntado nada, ella misma me lo había dicho la noche anterior, mientras que eso le garantizara el conocerlos, no estaba interesada en conocer el pasado. Yo, por el contrario, quería preguntar a Soul más cosas sobre ellos, pero el simple hecho de tener ese pensamiento en mente provocaba que Soul cambiara de tema o me mandara a hacer cualquier cosa, evitaba que preguntara acerca de mis padres todo lo que fuera posible.

– Andrew debe de estar preocupado porque no nos hemos comunicado con él desde hace 5 días – dijo Peter sacándome de mis pensamientos, le miré, confundido – O... al menos creo que han pasado 5 días.

– No te podemos asegurar eso – habló Dot – El tiempo dentro de esta burbuja pasa muy diferente al tiempo del mundo real... me atrevería a decir que, de hecho, no existe el tiempo.

– Parece que eso te pone incómodo, Dot.

– A diferencia tuya, Soul, soy un demonio del tiempo... estar literalmente congelado en el tiempo es algo que me debilita tanto a mi como a ti te debilita este mal**** clima...

– ¿Hay diferentes clases de demonios? – pregunté mientras veía como Astrid gritaba frustrada porque lo que fuera que perseguía se había escapado de sus manos otra vez – Digo... hasta donde ustedes nos han explicado, Bill era un demonio de los sueños, Leyna es una demonio que controla el hielo por lo que veo, Will no sé qué clase de demonio será y... bueno... creo que me entienden.

– Ciertamente hay varias clases de demonios – comenzó a explicar Soul – Digamos que cada quien recibe uno de los siete atributos por su propia personalidad. La personalidad impulsiva de Bill lo llevo a ser un demonio de los sueños con la capacidad de controlar la realidad onírica, la tímida y decidida de William lo convirtió en un demonio de los sueños con la capacidad de ver el futuro, la aparentemente amigable pero destructiva de Leyna la convirtió en el monstruo de las nieves que hoy conocemos... igual ustedes llegaran a manipular uno de estos elementos, no necesariamente la misma que Bill.

– ¿Qué... qué hay de Dipper? – me atreví a preguntar.

Soul calló. Simplemente ese era un tema que parecía no querer tocar de ninguna forma, era el tema tabú de nuestra relación de maestro y alumno, Dot miro a Soul por un segundo antes de volver a dirigir su mirada a Astrid cuyos gritos de frustración era lo único que escuchábamos en toda la sala de entrenamiento que ocupábamos.

– El origen de Dipper era humano – dijo, por fin, Soul – Sin embargo... casi un año antes de que regresara a Gravity Falls había comenzado a ver algunas visiones sobre lo que sucedería, creo que estas visiones se volvieron más fuertes luego de que su alma se uniera a la de Bill. No sé mucho sobre esto... tal vez deberías hablar con Will sobre ello... realmente no tuve la oportunidad de relacionarme muy bien con nadie antes de que el pueblo fuera congelado.

El Final de su mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora